31 de octubre de 2011
Taller de poesía
1
Intentaban expresar en unos pocos versos, su situación
de septuagenarios a la espera del final.
2
Tenían que expresarlo en una cuarteta. Sabían que si
lo lograban compensarían esa pena con el estado de
inefable alegría que sucede, de inmediato, al hallazgo
poético.
3
Sexton: - Metro de seis sílabas.
Blake: - Rima de pareados.
4
Empezaron:
Somos unas ruinas,
Primer verso que se cambió por
Somos cual dos ruinas,
Que se cambió y quedó:
Somos como ruinas,
5
Continuaron:
que en dos pies caminan
Segundo verso que se cambió y quedó:
que fatal caminan,
Llegados a este punto (la mitad de su trabajo) los dos
amigos mantuvieron un concienzudo debate.
He aquí la síntesis.
A Sexton le gustaba más la primera versión de esta linea
que la segunda; a Blake, al revés (la segunda).
Sexton argumentaba que “en dos pies” se llevaba muy
bien con “ruinas que caminan”.
Blake, que la palabra fatal le traía a su memoria aquel
ooema de Rubén Darío, “Lo fatal”, que por otra parte,
ambos tanto admiraban.
Sexton se convenció y aceptó la segunda versión.
6
Siguieron:
hacia el hoyo donde
Tercer verso, sobre el que no hubo discusión.
7
toda luz se esconde
Este verso estuvo destinado a “redondear” la cuarteta.
Pero no fue así porque Sexton y Blake coincidieron en
que resultaba “demasiado previsible” y, por otro lado,
toda era sospechosa de ripio para mantener el metro
de seis.
Se cambió entonces, por
el misterio afonde
El intercambio de pareceres entre los dos amigos, en
torno a la palabra inexistente – afonde – inventada por
ellos, fue por demás interesante.
Recordaron que “el genial Almafuerte” se valía de este
tipo de licencia poética para solucionar problemas de
rima. Y de metro.
En cuanto al sentido, afonde, resonaba como “au fon-
de”, de el último verso de El viaje, de Baudelaire (“au
fond de l’inconnu”): “una vacilación entre sonido y
sentido”.
¿No era esta la definición misma de poesía?, se dijeron.
Finalmente afonde proveía el toque cómico e irónico-gro-
tesco (según ellos) que admiraban en los Discépolo.
La cuarteta quedó así:
Somos como ruinas,
que fatal caminan,
hacia el hoyo donde
el misterio afonde.
8
Sexton
y Saltaban y brincaban
Blake -tal fue su alegría-
Leónidas Lamborghini
Argentino (1927 – 2009)
De: “Últimos días de Sexton y Blake”
Ed. Paradiso - 2011
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