Estación Quilmes: 02/01/2017 - 03/01/2017

  Carlos Kuraiem

25 de febrero de 2017





Los sueños de Carmelo



Carmelo se jugó la Biblia al monte
porque ya no tenía con qué apostar
y la perdió.
<<¡Que Dios lo perdone!>>
exclamaban las maestras
en la vieja Escuela Nro. 45
y Carmelo juró que mañana
volvería a jugar con dos Biblias
y lo echaron
porque pensaron que ya
no lo podrían corregir
ni lo intentaron.

Carmelo creció y se hizo grande
y quiso ser actor dramático.
Nos lo dijo un día
que apareció en el barrio
con un libro de Laferrere debajo del brazo,
y arrodillándose en medio de la vereda
nos interpretó (con verdadera pasión)
un fragmento de una obra de Shakespeare,
y nosotros lo aplaudimos
porque la madre estaba contenta con su hijo
y lo miraba desde la platea de su puerta.
¡Carmelo como los grandes actores
quería morir sobre un escenario!

Carmelo un día se compró un carro,
un caballo viejo y consiguió un perro flaco
que lo seguía a muerte.
(Los vecinos miraron con desconfianza
cada uno de sus pasos esta vez),
Carmelo se cuidaba la garganta
-porque ahora cantaba-,
mientras tanto para vivir era botellero,
un trabajo como cualquier otro
y juntaba botellas
compraba vestidos rotos
y cubiertas de autos
ya descartadas
y los domingos descansaba el caballo
y el perro.
Carmelo era feliz
porque lo que ignoraban los vecinos
es que este era un medio
que le permitía con el tiempo
alcanzar su verdadero sueño de cantor.




Miguel



El no vende su mandolina.
Todo el año trabajó de albañil
rompiéndose las manos con la cal
y esperando diciembre
en que saca la silla a la vereda
y pulsa la mandolina.
No necesitan más que cuatro cuerdas
sus manos
para arrancarle los sonidos
de su provincia,
-él hunde en ella su canto-,
él sólo pide cuatro cuerdas
para llegar a las estrellas,
dormir la tarde en su rodilla
y a las doce de la noche
guardar la mandolina en su estuche
y tomarse todo el vino
que encuentre en la casa,
-él no la cambia ni por un pasaje
a su provincia-
porque cuando él la toca
tiene a toda su tierra bailando
en sus manos.






Carlos Kuraiem



De "La mirada y el vértigo"  Obra Poética - Editorial Dunken (2017)
Los poemas pertenecen a: "El canto del Gallo Rojo"

Investigación y edición: Marta Goddio.


Nació en Buenos Aires, 1956 Poeta, escritor y músico.


Fotografía extraída: https://mimosparaelalma.wordpress.com

  Carlos Kuraiem

20 de febrero de 2017




CARLOS KURAIEM – CUARENTA AÑOS DE POESÍA
  

Carlos Kuraiem / La mirada y el vértigo, Obra poética, 2017.

Carlos Kuraiem – La mirada y el vértigo, Obra poética – Tercera edición, 256 páginas. Editorial Dunken 2017. Buenos Aires. Argentina.

Carlos Kuraiem , Buenos Aires, 1956. Poeta, Escritor, Músico (compositor, guitarrista y songster. Su obra abarca poesía, novela y canciones, comprende la producción de cuarenta años (1974-2014), completada, acrecentada y perfeccionada continuamente por su autor. Con el título La mirada y el vértigo, se reúne su Obra poética. La acompañan fragmentos de recuerdos, observaciones, cronología, retrato del poeta y músico, notas y comentarios, apreciaciones y críticas sobre Kuraiem, recogidos de las palabras y de los escritos de sus contemporáneos más próximos.


Incluye los libros: El canto del gallo rojo, El poeta salió a pelear la realidad, De laúdes y mistoles, La canción del Borracho, El cuello de la noche, El hilo de Ariadna, Poblado de ella, Un río nos separa, Fundación de la vereda, La vida devaluada. Completan la obra: siete separatas de poemas. El libro contiene traducciones al inglés, italiano y catalán.


  Malcolm Lowry

9 de febrero de 2017





Delirium en Vera Cruz


¿Dónde se ha ido la ternura? Le preguntó al espejo
Del hotel Biltmore, habitación 216. Ay,
¿Puede ser que su reflejo se apoyase, también, contra el cristal
preguntando dónde me perdí, dentro de qué horror?
Y ahora me mira con espanto
detrás de tu barrera frágil y ladeada? La ternura
Estuvo aquí, en este refugio, en éste
Lugar; vio tu figura, escuchó tus lamentos.

¿Dónde está el error? Soy esa imagen temeraria y dividida?
¿Es el fantasma del amor lo que reflejas?

Ahora en segundo plano tequila, colillas, cuellos sucios
Perborato de sodio y una página garabateada
Para los muertos, el teléfono desconectado?
Rompió todos los espejos de la habitación. Factura 50 dolares.




Felicidad

Montañas azules con nieve y fría agua azul tumultuosa,
Un cielo tormentoso lleno de estrellas encendiéndose
Y Venus y la luna menguante al amanecer
Gaviotas siguiendo una lancha contra el viento,
Los árboles con ramas enraizadas en el aire
Sentado al sol del mediodía junto a la furiosa
Sombra humeante de la chimenea de la cabaña
Las águilas volando a favor del viento,
Las golondrinas de mar impulsadas por las ráfagas,
Una marca nueva de tabaco a las once,
Y mi amor que regresa en el autobús de las cuatro
-Dios mío, ¿por qué nos has dado todo esto?



Malcolm Lowry
Poeta y novelista inglés nacido el 28 de julio de 1909 en Birkenhead aunque posteriormente adquiriría la nacionalidad canadiense. Progresivamente alcoholizado, transformó sus obsesiones en materia de una brillante obra literaria, influida por Melville y por Joyce.
Falleció el 26 de junio de 1957 en Sussex, Inglaterra


Fotografía: http://www.openroadmedia.com/contributor/malcolm-lowry/

  Silvio Rodríguez

2 de febrero de 2017




Qué esperas de mí


Qué esperas de mí
cuando sólo vi el árbol, no la puerta
nunca el sofá,
cuando sólo vi la dura piedra virgen,
no la ciudad.
Anda con quien pueda ver mejor
que yo veo frío en vez de amor.

Me gustaría saber del roce
de una hierbita con otra
de las patitas de la hormiga
sobre húmedos terrones,
suerte loca, y,
mi médula nació (creció) en un área
de centellas y ciclones
por eso mi corazón canta
con disparos y explosiones.

Qué esperas de mi
cuando sólo oí la voz del huracán,
no el ventilador,
cuando sólo oí carnívoros,
no dientes de roedor.
Anda con quien oiga más allá
que yo sólo escucho un retumbar.

Me gustaría...

Qué esperas de mi
si sólo soy un enorme torbellino
donde caer
si sólo soy una espada ensangrentada
por una fe.
Anda con quien sueña algo más gris
que mi sueño es justo y es feliz.



Silvio Rodríguez
Cuba – 1946

(Tema nunca grabado oficialmente)

Obra: Rapto de Alfredo Sosabravo  (Cuba – 1930)