Estación Quilmes: 2018

  Sergio Manganelli

27 de diciembre de 2018




Hay noches
que no se parecen en nada
a la esperanza,
sino más bien
a flores del infierno,
a horas sin propósito,
en que alguien vaga
por vereditas de la memoria,
con su puerta al deseo
su musgo solidario, su refugio,
las flechas que Cupido
devuelve envenenadas.

Hay amaneceres
que no guardan
la luz perfecta,
ni entibian el huerto
en que soñamos,
sino pasillos pálidos
que huelen a remedio,
hendijas en los muros
donde purgan los muertos
la lepra cotidiana.

Tardes subterráneas,
en que la dicha
oculta sus carnes al verdugo,
y viaja clandestina
a confines de niebla,
a tierras de extravío,
donde sentirse próspera
o al menos exiliada.

Madrugadas que imponen
la amnistía,
que invitan
en un bar su torre de Baebel,
o nos prestan el lecho
de cualquier primavera,
para hacernos dormir
la pena por un rato.

Hay jueves que parecen lunes,
lunes que siempre
son de miércoles,
miércoles agotados de rebelión,
viernes con tregua.

Sábados de gloria
y domingos sin dios.

Hay agua en el vaso
de la mesa de luz,
una lámpara
alumbra la piel
que se estremece
en el pinchazo,
la puerta inquieta
o quieta,
y una infancia que vuela
en el pobre barrilete
de la desolación.

La muerte puede
confiscarme el pellejo,
decretar su silencio hospital,
amputarme la risa,
pero nunca obligarme
a abandonar el barco.
Que nadie arroje la toalla,
dejen que muerda,
que aliente a sus soldados
contra mi ciudadela,
que me hiera su toro
en la embestida,
y sienta fundar
su imperio en mi derrota.

Entonces aprenderá
que tengo noches
de gallito ciego,
amaneceres
que nacen como hijos,
tardes de Sandokán
o piedra libre,
madrugadas de verme
en otros ojos,
calendario de lluvias,
versos que se abren
como labios.

Y una verónica ingenua
con besos en las gradas
para hacerle morder el polvo del aplazo.




Sergio Manganelli
De " SANGRE DE TORO poemas y banderillas"  -  (2019) Nuevohacer 
Grupo Editor Latinoamericano
       

Nació en Haedo, Provincia de Buenos Aires, Argentina,el 28 de febrero de 1967. Reside actualmente en San Antonio de Padua, al oeste del conurbano bonaerense.



  Federico Spoliansky

25 de noviembre de 2018




    El infinitivo escribir me ha traído problemas. Ocupé tres días de febrero repitiéndolo en voz alta, doblándole la punta para que dejase de ser infinitivo. Un infinitivo tiene algo de cosa militar: pisan los soldados, los sonidos buscan una silla para esconderse. Solo hay música en el infinitivo ser cantante.

___________________________________________________________


    Escribo soslayando la cresta de la ola, sentado en la panza, no soy holgazán. La panza me permite quedar a salvo. Escribo con datos, ocurrencias, garabatos: baja sombra el abedul. Sentado en la panza escribo de a ratos. Olvido mucho, pero alcanza: palo, guampa, tereré. Los datos sacan del letargo al holgazán. Escribo en postergo.

___________________________________________________________


    Es febrero en Argentina. Los meses se escriben con minúscula, es el castellano. Argentina se escribe con mayúscula, es un país. El paisaje es duro: ESMA, AMIA, Tren Fantasma, Cromañón, entongues, camorra. Argentina tiene giba, soporta el peso de tanto país.

___________________________________________________________


    El camello se rebela, no pide un hombre a cuestas. Nace y muere con jorobas. Nace, trae, lleva.

___________________________________________________________


    Dudar, matracar sobre penurias es propio del bonaerense y del porteño, sean doctos o iletrados; toda charla parece interconsulta. Es difícil contener la duda, la contamos. Rueda como el tambor de un lavarropas, de principio a fin y da capo al infinito no se agota de girar sobre sí. Dudar es un vaivén: sacar la cola o meterla, sacar la lengua y meter púa, guantear, ¿guanteamos? Si contamos nos opinan.
    La tramoya de la duda opera en el conurbano y en la CABA. Dalmiro Sáenz dijo: “Dudá solo en voz baja”. Escribo solo en voz baja. Escribir es un vaivén: sacar la cola y meterla, sacar la lengua y meterla, pisar y meter la pata, mano, mula, subir y bajar la capucha. Escribir endeudado mandamás: ¡Sacá pecho! ¡Poné cara! ¡Meté panza! Pecho, cara, panza, pucha; habiendo pucha pongo pucha.
    Dalmiro fue mi proxeneta. Voy y vengo en lo que dijo o entendí: “Dudá en un corral de capones. Dudá de un corsario; si va a pata no es corsario ni pirata, es mochilero. Dudá en cualquier embajada. No dejes de escribir ni un día, leé en la trinchera y conocé a Napoleón Tolstói”.

___________________________________________________________


    En Capital Federal y alrededores construimos cada día poniendo el cuerpo, tragando el humo del cigarrillo vecino en el andén. “Qué le pasa, qué le pasa a mi camión, qué le pasa, qué le pasa que no arranca”. Estamos fritos desde el levante hasta el acueste. En el tren los vendedores ofrecen lo que venga a base de plástico, inoxidables y extracto de vainilla; los clásicos de la literatura universal, la Guía T de bolsillo. “Y para los que pidieron rodilleras, rodilleras”. Si no existiera tanta oferta nadie necesitaría. “Hoy la cáscara, mañana la manzana”. Si no existiera la oferta, ¿alguien compraría?
    “¡Soltá el telefonito, papito. O mandá un Sí a la gorra!”.
En Capital Federal y el conurbano cruzamos calles y avenidas con el semáforo en rojo; si se nos antoja no sacamos boleto para el tren. “Legítima tijera entrego hoy; le corta papel, chapa, cartón. La lleva a la mitad de su valor”. Así es para el escribano, deambulamos desplazados o indocumentados como tantos. Somos aledaños, atlánticos distintos, nos quema el sol rebotado por la medianera.

___________________________________________________________


    Vivo en un país de ríos; no son ríos mansos. Camino hacia la estación frente al río, tren y río, tren y río hay en mi país. En mi país hay pejerreyes, dorados y surubíes, rellenos y desnutridos; merenguitos, pastafrola, pastelera, churros. Si hay azúcar impalpable debe ser mi país rico.
    Los trenes dividen el paisaje donde sea que haya vía. El tren le escapa al sol, es tren. ¿Anda el tren? Anda mal, el paisaje anda mal. En mi país sobran las palabras. Cuando sobran las palabras hay goteras. Sobramos donde sea: taco, puntera, suela, entresuela, cordón, capital, provincias. Sobrar trae goteras. Sobran forros y plantillas.



Federico Spoliansky
De "ATLÁNTOV"  - Ediciones del Dock, 2016.



Nació en Buenos Aires en 1970. Posee un Master en Realización Audiovisual (London Film School & London Metropolitan University). Es Licenciado en Psicología (Universidad de Buenos Aires). Publicó los libros Atlántov, Duda patrón y El agujero. Recibió el Primer Premio Nacional Iniciación de Poesía, Ministerio de Cultura de la Nación (Bienio 1991-1992). En 2017 ganó una beca de Formación (Letras) del Fondo Nacional de las Artes. Escribió, dirigió y editó los cortometrajes C´est Tout y I & Thou. I & Thou ganó el Premio a la Mejor Producción en el IV Festival de Cine UNIACC de Chile, el Premio al Mejor Corto Experimental en el IV Festival Internacional de Cortometrajes de Miami. En 2018 fue Visiting Scholar del departamento de Estudios Hispánicos de Brown University (Providence, USA).

___________________________________________________________



El maestro desafía a su exdiscípulo: “Si tuvieras la plata, ¿te irías de acá al aeropuerto” para volar a Rusia? El exdiscípulo se indigna: “¡Voy a cambiar todas mis contraseñas!”.
A partir de esa extemporánea amenaza o —promesa—, los textos de Federico Spoliansky se suceden rompiendo todas las normas y guiándonos por un camino de desconcierto y encantamiento. Animistas, protoplasmáticos, son tarjetas de invitación a nuevas imaginaciones. A partir del infinitivo del verbo escribir acepta que “solo hay música en el infinitivo ser cantante”. He ahí la búsqueda siguiendo “la tramoya de la duda” en la cual “toda charla parece interconsulta”.
Porque somos aledaños, atlánticos distintos, el cambiador de contraseñas avanza por minimalistas, exaltados mundos. Como marcas de agua.
“Así es en la escritura: hay latitud, longitud. Y hervor”, reconoce. Y en ese hervor nunca más aludido de las olas del Atlántico, y en ojotas, el observador de lo inobservable va atravesando refugios de palabras en los que “hay goteras”. Quien habla comprimida y verborrágicamente deambula por playas, sorpresas, adopciones, intuiciones, presencias, hasta alcanzar esa otra Rusia del alma que es la voz del tenor: Atlántov.
Propongo aquí mi interpretación de este libro escrito en total libertad que, como una ristra de koans, abre caminos de extrañamiento, reflexión y empatía. 


LUISA VALENZUELA 







  Héctor Negro

12 de noviembre de 2018






Levántate y canta


Si algún golpe de suerte, a contrapelo,
a contrasol, a contraluz, a contravida,
te torna pájaro que quiebra el vuelo
y te revuelca con el ala herida...

Y hay tanto viento para andar las ramas.
Tanto celeste para echarse encima.
Y pese a todo, vuelve la mañana.
Y está el amor que su milagro arrima.

Por qué caerse y entregar las alas.
Por qué rendirse y manotear las ruinas.
Si es el dolor, al fin, quien nos iguala.
Y la esperanza, quien nos ilumina.

Si hay un golpe de suerte, a contrapelo,
a contrasol, a contraluz, a contravida.
Abrí los ojos y tragate el cielo.
Sentite fuerte y empujá hacia arriba.



Héctor Negro
(1934-2015) Buenos Aires. Poeta y periodista argentino


Ensayo Coral de Avellaneda
dirección y arreglo: Esteban Tozzi
Bella Vista, 23 de septiembre 2018


Música: César Isella

  Sergio Manganelli

9 de noviembre de 2018



Librería Hernández
Edipo libros
Librería del alumno
Sudeste libros
Librería Los Gracos-Latinoamérica

  Anónimo (Negro Spiritual)

5 de noviembre de 2018




Swing low, sweet chariot


Balancéate suávemente, dulce carruaje,
viniendo para llevarme a casa.
Balancéate suávemente, dulce carruaje,
viniendo para llevarme a casa.

Miré al río Jordan, y ¿qué es lo que vi
viniedo para llevarme a casa?
Un grupo de ángeles venían tras de mi,
para llevarme a casa.

Balancéate suávemente, dulce carruaje,
viniendo para llevarme a casa.
Balancéate suávemente, dulce carruaje,
viniendo para llevarme a casa.

A veces estoy animado, otras deprimido
(Viniendo para llevarme a casa)
Pero aún así mi alma se siente maravillosamente unida.
(Viniendo para llevarme a casa)

Balancéate suávemente, dulce carruaje,
viniendo para llevarme a casa.
Balancéate suávemente, dulce carruaje,
viniendo para llevarme a casa.

El día más iluminado que puedo contar
(Viniendo para llevarme a casa)
cuando Jesús lavó mis pecados
(Viniendo para llevarme a casa)

Balancéate suávemente, dulce carruaje,
viniendo para llevarme a casa.
Balancéate suávemente, dulce carruaje,
viniendo para llevarme a casa.

Si llegó allí antes que tu
(Viniendo para llevarme a casa)
abriré un agujero y tiraré de ti a través de él.
(Viniendo para llevarme a casa)

Balancéate suávemente, dulce carruaje,
viniendo para llevarme a casa.
Balancéate suávemente, dulce carruaje,
viniendo para llevarme a casa.

Si llegas tú primero que yo
(Viniendo para llevarme a casa)
dile a todos mis amigos que yo también llegaré.
(Viniendo para llevarme a casa)

Balancéate suávemente, dulce carruaje,
viniendo para llevarme a casa.
Balancéate suávemente, dulce carruaje,
viniendo para llevarme a casa.



Traducción: Juan Peribáñez

Nota: Existen muchas versiones sobre quién fué el autor de este cántico tradiccional de música góspel. Se habla de él como una melodía que los esclavos de la América de principios del siglo XX entonaban cuando escapaban de su cautiverio. Eran los tiempos de los afroamericanos poblando los campos de algodón del sur de EEUU. Pero hay una versión que cuenta que la letra fué obra de un tal Wallis Willis, del año 1862. Un indiano que se inspiró en el Red River, relacionándolo con el río Jordan y el profeta Elías, el cual llegó al cielo en un carruaje.


Interpretación: Ensayo Coral de Avellaneda
Arreglo y dirección: Esteban Tozzi

Encuentro coral: 14 de octubre de 2018. - Catedral de Morón






  Alberto Cortez

11 de octubre de 2018






Como el primer día


Te sigo queriendo, como el primer día,
con esta alegría con que voy viviendo;
mas que en el relevo, de las cosas idas
en la expectativa de los logros nuevos.

Como el primer día, de un sentir primero,
como el alfarero de mis fantasías,
con la algarabía de un tamborilero;
y el gemir austero de una letanía,

como el primer día te sigo queriendo.
Te sigo queriendo valga la osadía,
con la garantía de mis pobres sueños,
es decir empeños, por que todavía
vive el alma mía de seguir creyendo

Como el primer día, como el primer beso
y el primer exceso de melancolía,
como la afolia del primer intento,
como el argumento, de una profecía
como el primer día, te sigo queriendo.

Te sigo queriendo, si no lo diría,
se que no podría con mis sentimientos
lo que llevo adentro se convertiría
en una jauría de remordimientos.

Como el primer día, eres el velero,
la estrella, y el viento de mi travesía.
Mi filosofía, mi apasionamiento
mi mejor acento, mi soberanía
como el primer día, te sigo queriendo.



Alberto Cortez

Nació en Rancul, La Pampa en 1940. Cantautor y compositor argentino.

Concierto sinfónico en Puerto Rico

  Vicente Feliú

26 de septiembre de 2018




Quién va a morirse esta mañana?


¿Quién no ha caído en su camino,
a quién no le ha pesado un poco más
alguna de sus cruces?
¿Quién no ha dejado algún pedazo
de su fuerza en un obstáculo
cercano de las luces?
¿Quién no ha llorado un día triste,
quién no ha querido echarlo todo
por la suerte de una hora?
¿Quién va a morirse esta mañana?
¿Quién va a morirse esta mañana?

¿Quién no ha cruzado el cementerio,
lo ha visitado alguna noche
para ver los fuegos fatuos?
¿Quién no ha soñado su velorio,
con los amigos dando espaldas
y algún busto de Vallejo?
¿Quién ha vencido a la tristeza,
quién no ha rodado entre sus piernas
en las noches solitarias?
¿Quién va a morirse esta mañana?
¿Quién va a morirse esta mañana?

¿Quién no ha pensado en el suicidio,
quién no ha tratado de justificar
un día a Maiakovski?
¿Quién no ha reparado en que
la muerte es una puta caliente
sobre todos los que sienten?
¿Quién no ha entregado una canción,
al menos una, a la muerte
por no seguir su itinerario?
¿Quién va a morirse esta mañana?
¿Quién?
¿Quién va a morirse esta mañana
de hoy?



Vicente Feliú
La Habana, 11 de noviembre de 1947. Es un músico, cantante, guitarrista y cantautor cubano.




Intérprete: Santiago Feliú

  Jorge Fandermole

9 de septiembre de 2018




Cuando 



Cuando te despiertes cada día
con el cuerpo de aire y ese olor
feliz del sueño manso de las lilas
sin miedo al movimiento ni al dolor.

Cuando yo no tenga casi nada
de sangre en la garganta de papel
ni un agrio pez nadando en la mirada
ni quiera más amparo que la piel.

Van a ser los días esos barcos
de luz que una vez pude escribir
y la alegría que hemos olvidado
volviendo por los huesos a subir.
Yo me alimento con una quimera
en que los ojos al sol verán brillar
los brazos de mi padre en las banderas
y una ceniza negra, y una ceniza negra
y una ceniza negra que se va.

Cuando me convenza que la suerte
me rige a la par que la pasión
y no el temible arcángel de la muerte
velando sobre el campo del reloj.

Si lo consumado y lo posible
tienen siempre la cara del horror
en esta patria de lo inaccesible
en este tiempo olvidado de Dios.

Yo digo que mis ávidos amores
son fuertes y viven más que yo
son gigantes tenues como flores
que alientan este turbio corazón.
Los alimento con una quimera
en que los ojos al sol verán brillar
los brazos de mi padre en las banderas
y una ceniza negra, y una ceniza negra
y una ceniza negra que se va.




Jorge Fandermole

Nació en Santa Fe, Argentina, en 1956. Autor, compositor, intérprete y docente de música.

Junto a otros músicos fundó en 1988 la Escuela de Músicos de Rosario; proyecto educativo, de creación y de producción artística basado en las expresiones musicales populares.
Reacio a la limitación que imponen las definiciones de género dentro de la canción y partidario de la multiplicidad de lenguajes, su producción compositiva integra elementos de las diversas formas de la canción urbana y rural de Argentina.




Intérprete: Juan Carlos Baglietto 

  Julio Cortázar

22 de agosto de 2018





Instrucciones para llorar


Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de
llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que
insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u
ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido
espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el
llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le
resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo
exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del
estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos
con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la
cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto,
tres minutos.




Haga como si estuviera en casa


Una esperanza se hizo una casa y le puso una baldosa que decía:
"Bienvenidos los que llegan a este hogar". Un fama se hizo una casa y no le
puso mayormente baldosas. Un cronopio se hizo una casa y siguiendo la
costumbre puso en el porche diversas baldosas que compró o hizo fabricar.
Las baldosas estaban colocadas de manera que se las pudiera leer en orden.
La primera decía: Bienvenidos los que llegan a este hogar. La segunda decía:
La casa es chica, pero el corazón es grande. La tercera decía: La presencia
del huésped es suave como el césped. La cuarta decía: Somos pobres de
verdad, pero no de voluntad. La quinta decía: Este cartel anula todos los
anteriores. Rajá, perro.




Julio Cortázar
Argentino (1914 – 1984)


Fotografía:  Sara Facio



  Roberto Malatesta

11 de agosto de 2018






A veces decís:
¿parece mentira, no?
O bien: como si hubiese sido un sueño.
Pero lo decís nomás,
no lo creés.
Esta vez no,
esta vez todos
nos dijimos lo mismo.
y era verdad la mentira,
y el sueño había salido de su cauce
y estaba ahí,
entre nosotros
y seguías sin creerlo.




Roberto Malatesta
De: El silencio iluminado - Ed. leviatán - 2011



Pcia. de Santa Fe, Argentina – 1961



Imagen extarída: https://desmotivaciones.es/1430741/No-tapes-la-realidad

  Rolando Revagliatti

4 de agosto de 2018





representatividad



un general de la nación un escritor de la nación
la esposa de un paleontólogo de la nación
el hijo político de un cerrajero de la nación
toda una dama de beneficencia de la nación distinguidísima
la hermana de una galletitera de la nación
se sentaron a mi mesa saborearon mis postres
aludieron a la economía al malestar social
a los inextricables —dijeron— senderos del arte
a la resurrección de la carne
bebieron mi licor de huevo
con el café y cada uno protocolarmente
sucesivamente obsequiáronme disimulando los bostezos
irrisorias medallas rebosantes de tics y muecas incontrolables
bastones y coronas repujados y repujadas respectivamente
agradecieron mis cumplidos y exquisiteces
me alabaron de paso representativos federales
obligados por las buenas costumbres pero sin prosternarse
me adjudicaron la banda presidencial de la nación
bastones coronas tics y muecas de la nación
licores y huevos de la nación
y así seguirá siendo a lo largo y proficuo de todo mi mandato



____________________________________________


mi novia


mi novia es deliciosa
no sé a quién quiero más
si a mi novia o a mi caballito de madera
mirando bien voy a evitar describirla
simpatiquísima con sus atuendos y sus manías
en la cama donde a mí se consagra
con fe sostenida

el nuestro es un noviazgo moderno
probablemente a la francesa


__________________________________________________


encierros


en el mejor de los mundos los pensadores encierran sus músculos

tras la puerta dejó alguien encerrada la luz de su cuarto

es un chico quien atina a encerrar la tremenda caricia en un sueño




Rolando Revagliatti
De "de mi mayor estigma" (si mal no me equivoco): 4a edición-e corregida
Ediciones Recitador Argentino

(Buenos Aires, 1945)

Puede descargarse en:
http://www.revagliatti.com/demimayor.html






  Alfredo Zitarrosa

21 de julio de 2018




Adagio en mi país


En mi país, que tristeza,
La pobreza y el rencor.
Dice mi padre que ya llegará
Desde el fondo del tiempo otro tiempo
Y me dice que el sol brillará
Sobre un pueblo que él sueña
Labrando su verde solar.
En mi país que tristeza,
La pobreza y el rencor.

Tú no pediste la guerra,
Madre tierra, yo lo sé.
Dice mi padre que un solo traidor
Puede con mil valientes;
Él siente que el pueblo, en su inmenso dolor,
Hoy se niega a beber en la fuente
Clara del honor.
Tú no pediste la guerra,
Madre tierra, yo lo sé.

En mi país somos duros:
El futuro lo dirá.
Canta mi pueblo una canción de paz.
Detrás de cada puerta
Está alerta mi pueblo;
Y ya nadie podrá
Silenciar su canción
Y mañana también cantará.
En mi país somos duros:
El futuro lo dirá.

En mi país, que tibieza,
Cuando empieza a amanecer.
Dice mi pueblo que puede leer
En su mano de obrero el destino
Y que no hay adivino ni rey
Que le pueda marcar el camino
Que va a recorrer.
En mi país, que tibieza,
Cuando empieza a amanecer.

Coro:

En mi país somos miles y miles
De lágrimas y de fusiles,
Un puño y un canto vibrante,
Una llama encendida, un gigante
Que grita: ¡adelante... adelante!



Alfredo Zitarrosa
Santiago Vázquez, 1936 - Montevideo, 1989. Cantante y compositor uruguayo, considerado uno de los más reconocidos representantes de la canción popular y de protesta de Latinoamérica.



Concierto de Homenaje a Alfredo Zitarrosa al cumplirse 80 años de su nacimiento, realizado en el Estadio Centenario de Montevideo el año 2016.

Intérpretes: Christian Cary, Cristina Fernandez y Washington Carrasco.

(Foto: Armando Sartorotti)

  Jorge Marziali

10 de julio de 2018





Así hablaba Don Jauretche


Se llamaban "tierra adentro"
la pampa y la cordillera,
después fueron "campo afuera"
porque las palabras pesan;
con esas cosas empiezan
a vaciarnos la sesera.

Empiezan cuando en la escuela
no hablan del común destino,
ni explican por cual camino
llegamos a ser despensa;
ni enseñan porqué averguenza
a veces ser Argentino.

Hablan del ornitorrinco,
de Gracia y de las Cruzadas,
pero jamás dicen nada
de asuntos Americanos,
ni del alma del paisano
que se jugó en las patriadas.

Y así van formando peones,
tilingos y perdedores,
que no distinguen errores
ni entran en la discusión,
pensando que la Nación
es asunto de "Dotores".

Si quiere ver un tilingo
métase un rato en un bar,
y escúchelos conversar
de huelgas y obreros vagos
y no pagan ni su trago
si el dueño no quiere fiar.

Rodeados de portafolios,
no les importa quien mande,
y van del mar a los Andes
haciendo gorda la vista,
pero son "coimisionistas"
de los tilingos más grandes.

Al tiempo ese medio pelo
ya es un zonzo hasta la jeta,
y envidia la camiseta
de jugadores contrarios,
y así jugando de otario
le han de colgar la galleta.

Lo propio no tiene historia
mientras la historia se empaña;
si sos criollo y te das maña
serás leido, nunca culto,
mientras el gringo hace bulto
y nos corre con la vaina.

Judío o Turco mugriento
le dicen al inmigrante,
que se hizo criollo al instante
y se mezcló en el gauchaje,
a combatir los ultrajes
de sajones elegantes.

Si uno es inglés o francés
ya tiene el "don" en la mano,
pero si es gallego o tano
lo miden con otra cuerda:
"tano" o "gallego" de mierda
será siempre ese paisano.

No hay mayor soberanía
que una banca nacional,
los pueblos la pasan mal
cuando viene un extranjero,
a decir quién es primero:
si el hombre o el capital.

Con los sueldos achicados
crece un hambre insoportable,
mientras con un gesto amable
los dueños del comedor,
dicen que estamos mejor
porque hay saldo de exportables.

No importa si los billetes
los imprimen argentinos,
puede ser negro el destino
por más que nos den la lata,
que el que presta la plata
es el que marca el camino.

La patria tiene salida
con cultura nacional,
que es todo lo universal
visto con ojos de criollo,
sin comerse los embrollos
del cipayaje local.

A los milicos los ponen
pa que cuiden las finanzas
porque al ladrón no le alcanza,
con mantenerse escondido,
el miedo se le hace un nido
si ve pueblo y esperanza.

Los viejos que no se quejen
ni se curen en salud...
enseñen con rectitud
que es el joven el que calla,
jineteadas y batallas
las gana la juventud.

El que tiene moral baja
tiene contado los días,
desde siempre es mala guía
andar triste y deprimido,
no hay pueblo que esté vencido
si lucha con alegría.

Y aquí termino señores,
yo seguiré mi camino,
disculpen el desatino
de andar pensando orgulloso;
de cualquier modo es hermoso
haber nacido Argentino.

Les he dicho todo esto
pero pienso que pa nada,
porque a la gente azonzada
no la curan los consejos
cuando muere el zonzo viejo
queda la zonza preñada.




Jorge Marziali
Disco : San Lagente.

Nació el 19 de febrero de 1947 en San José, Guaymallén (Mendoza) Argentina. Falleció el 9 de julio de 2017 en la ciudad de (Santa Clara) Cuba.



Juglar, poeta, compositor, Jorge Marziali empezó a despuntar el vicio de recorrer los caminos de la música argentina desde mucho antes de su primer recordado disco "Como un gran viento que sopla", aparecido en la primavera democrática del 83. Desde su Mendoza natal, hacía escuchar -abrazado a la guitarra- un puñado de coplas y cantares que hablaban de lo que pasaba.
"Los obreros de Morón", "Cebollita y huevo", "Este Manuel que yo canto" y "Coplas de la libertad" se convirtieron en una suerte de himnos que todavía hoy se cantan en peñas y guitarreadas de amigos.
De este modo, Marziali fue marcando su propia huella en la música criolla. Y para sellarla con su impronta, empezó a recorrer el país, alternando sus recitales, con charlas y conferencias en universidades, escuelas y centros culturales de la Argentina profunda.
En 1986, el disco "Marziali cerca nuestro" le permite afianzar definitivamente un espacio dentro de la nueva canción argentina. Y sus temas se instalan en el gusto popular de otros países, como Uruguay, Chile, Venezuela y México.
Su tercer registro discográfico es de 1990, cuando edita "Marziali de diario", con portada de Hermenegildo Sábat y presentación de María Elena Walsh. Y cuatro años más tarde es convocado para componer las canciones del largometraje "El general y la fiebre", dirigido por Jorge Coscia. Además, debuta en ese film como actor.
La música criolla
Su fidelidad con los géneros del canto popular, su rescate de ritmos olvidados como la refalosa, la polca y la cueca, y su valorización de la letra en el cancionero argentino, son tres características que han mantenido a Marziali entre los artistas más respetados de la música argentina.
En noviembre de 1997 obtuvo con su obra "El niño de la estrella", el primer premio para el rubro "Canción" en el certamen organizado por la Federación Universitaria Argentina (FUA) y la Multisectorial de Apoyo a Cuba, sobre el tema "30 años de la muerte del Che Guevara".
En 1999 edita "Miradas", su cuarto álbum. Y en octubre de ese mismo año es declarado "Maestro del Alma" por la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
En el 2000 aparece "¿Y por qué?", un disco con 12 canciones para niños. Y en el 2004 edita "Padentrano", un trabajo en el que profundiza su visión de la música argentina de raíz criolla.
En estos días se presenta en las principales salas del país, para recorrer su música de siempre y anticipar los temas de su más novel trabajo -el séptimo en su camino-, de reciente aparición.


Fuente: https://www.last.fm/es/music/Jorge+Marziali/+wiki


Fotografía: http://www.epsamusic.net/?p=1327

   Kay Ryan

22 de junio de 2018




Las cosas no deberían ser tan duras



Una vida debería dejar
profundas huellas:
surcos en el sitio
en que ella salía y volvía
para buscar el correo
o mover la manguera
en el jardín;
donde solía
pararse ante el fregadero,
un lugar desgastado;
bajo su mano,
los tiradores de porcelana
frotados hasta convertirse
en pastillas blancas;
el interruptor que solía
buscar tanteando
a oscuras
casi borrado.
Sus cosas tendrían
que conservar sus marcas.
El paso de una vida
debería verse;
mostrar su erosión.
Y cuando la vida se interrumpe,
un cierto espacio
-por pequeño que sea-
tendría que exhibir las cicatrices
de ese tránsito
grandioso y dañino.
Las cosas no tendrían
que ser tan duras.





Insignificancia


Si te place, Dios,
que menos ocurra.
Nivela curvatura
de nuestra Tierra, aplana
el Eiger, suaviza
el Gran Cañón.
Haz los valles
un poco más altos,
amplía las fisuras
hasta que sean tierras cultivables,
reduciendo a la mitad
o duplicando
todos los accidentes geográficos,
tendiendo a la humildad.
Deja de pasar sobre nuestros corazones.
Retira tu grandiosidad
de estas regiones.






Kay Ryan
(1945, California, Estados Unidos.

Traducción: Mirta Rosenberg (en "El Paisaje Interior" - 2012,  BAJO LA LUNA)

Fotografía extraída: https://www.poetryfoundation.org/poets/kay-ryan



  Liliana Ancalao

4 de junio de 2018




EL FRÍO

las mujeres y el frío
(fragmento)


yo al frío lo aprendí de niña en guardapolvo
estaba oscuro
el rambler clasic de mi viejo no arrancaba
había que irse caminando hasta la escuela
cruzábamos el tiempo
los colmillos atravesándonos
la poca carne
yo era unas rodillas que dolían
decíamos qué frío
para mirar el vapor de las palabras
y estar acompañados



las mamás
todas
han pasado frío
mi mamá fue una niña que en cushamen
andaba en alpargatas por la nieve
campeando chivas
yo nací con la memoria de sus pies entumecidos
y un mal concepto de las chivas
esas tontas que se van y se pierden
y encima hay que salir a buscarlas
a la nada.


mi mamá nos abrigaba
ella es como un adentro
hay que abrigar a los hijos
el pecho
la espalda
los pies y las orejas
dicen así
y les crecen las ramas y las hojas
y defienden a los chicos del invierno
y a veces sale el sol y ellas tapando
porque los brazos se les van en vicio
y hay que sacarles
despacio con palabras
esos gajos


pero el frío no siempre
lo sé porque esa noche en aldea epulef
dormíamos apenas
alrededor de nuestro corazón al descampado.
eufemia descansaba el purrún del camaruco
y la noche confundió su pelo corto con el pasto


era la madrugada y eufemia despertó
con la helada en el pelo
y el frío esa vez tenía boca
y se reía con nosotras
se está poniendo viejo el frío nos decían


las mujeres aprendemos
tarde
que hay un tiempo de vida
en que hasta sin intención
vamos dejando una huella de incendio
por el barrio
ni sé por que la perdemos
y esa tarde yo precisaba
medias de lana cruda para cruzar las calles




Liliana Ancalao
De "Mujeres a la intemperie"   -  2009 - El Suri Porfiado Ediciones 


Nació en Comodor Rivadavia en 1961.
Pertenece a la Comunidad mapuche-tewelche Ñamkulawen.

Fotografía extraída: https://www.lacanciondelpais.com.ar/notas/literatura/poetas-del-pais/liliana-ancalao.html







   Alberto Girri

10 de mayo de 2018




Llamamiento


El cazador
que dentro de mí
atisba
y tiene emboscadas,
atrapando
lo que cae en ellos,
y cuenta sus presas
cuando el viejo sol
termina su paseo,
y se deja husmear
después de la caza
por hienas y chacales,
perros salvajes,
demonios
que piden carroña
e imitan
con aullidos y graznidos
la voz de los muertos,
no es
tan sólo mis impulsos
de destrucción y pánico,
de él
me viene la memoria ancestral
de la desobediencia
al espíritu vivificante,
el gusto desdichado
de la persecución.

Yo no soy
ni bueno ni malo
por escencia
sino por participación,
cómo no reconoces, mi huésped,
que no quiero asimilar tus rasgos
más allá de la vigilia.
Yo te guardo,
yo te cuido,
deja en paz mis noches.



(De La condición necesaria)




Debajo del cielo


          está el fuego,
lo circunscribe, casi lo lame,
está muy cerca y sin embargo
el cielo nunca sufre el fuego.

El fuego son imágenes,
pequeños demonios negros
vistos en Jerusalén, en Babel,
en el respaldo de los tronos,
en la extensión de los cetros,
en la nuca de los arrodillados,
en las epístolas áureas del docto,
en el que tiende a lo perfecto,
en el que se ofrece como mucho,
en los que crían para nada,
en el que adquiere y pone precio,
en los que se sientan a la mesa,
en los que se niegan a servir,
en los que escriben de este fuego
escribiendo de consuelos y castigos.

Debajo del cielo está el fuego;
somos la madera, la sequedad,
el soplo que mantiene el fuego.


(De La penitencia y el mérito)




Alberto Girri
"POESÍA ARGENTINA" - Universidad Nacional de Quilmes Editorial
Selección del Instituto Torcuato Di Tella


(1919-1991) Buenos Aires.

Obras:
Juegos alegóricos. 1993.
Trama de conflictos. 1988.
Páginas de Alberto Girri. 1983.
Lírica de percepciones. 1983.
Lo propio lo de todos. 1980.
Recluso platónico. 1978
El motivo es el poema. 1976.
Quien habla no está muerto. 1975.
Penitencia y el mérito. 1957.
El tiempo que destruye. 1950.
Trece poemas. 1949.
Coronación de la espera. 1947.
Playa sola. 1946


Fotografía: Solitary Dog Sculptor I




  Nicolás Guillén

27 de abril de 2018




CANCION PARA DESPERTAR A UN NEGRITO


Una paloma
cantando pasa:
"¡Upa, mi negro,
que el Sol abrasa!".

Ya nadie duerme,
ni está en su casa;
ni el cocodrilo,
ni la yaguaza,
ni la culebra,
ni la torcaza...

Coco, cacao,
cacho, cachaza.
"¡Upa, mi negro,
que el Sol abrasa!".

Negrazo, venga
con su negraza.
¡Aire con aire,
que el Sol abrasa!

Mira la gente,
llamando pasa:
gente en la calle,
gente en la plaza.
Ya nadie queda
que esté en su casa

Coco, cacao,
cacho, cachaza.
"¡Upa, mi negro,
que el Sol abrasa!".

Negrón, negrito,
ciruela y pasa,
salga y despierte,
que el Sol abrasa,
diga despierto
lo que le pasa
Ya nadie duerme,
ni está en su casa.

Coco, cacao,
cacho, cachaza.
"¡Upa, mi negro,
que el Sol abrasa!".



Nicolás Guillén
(Camagüey, 1902 - La Habana, 1989)



Poeta cubano. Por su obra ligada a las tradiciones afrocubanas, es considerado el máximo representante de la llamada «poesía negra» centroamericana y una de las principales figuras de la cultura de la isla.


Música: César Isella
Intérpretes: Grupo Azul (Hugo de la Vega)

  Cecilia Elsa Collazo

14 de abril de 2018





Pretende
las manos sin sangre,
mientras recoge
sus cristales rotos.


______________



Una mujer:

Esa gaviota
que cruza
el océano
sin mirar.


______________


Mide, cuenta, guarda…y
se le rompe la regla.


______________


Ayer tenía un vestido.
Hoy nada tiene.

Se levanta
con un vacío en la garganta.



______________


Llora el niño su desamparo.
El abandono de la madre.

Esa otra lluvia.



______________



De sus vestiditos,
con puntillas y volados.

A la fiesta está invitada,
pero no sabe.

No hay espejo
donde mirarse.






Cecilia Elsa Collazo
De "lonja de real"  - modesto rimba 2017

(1962, La Plata, Buenos Aires) - Licenciada en Psicología




  Aníbal Cristobo

30 de marzo de 2018




Hija del pastizal (backpaker version)


A veces miro y está nevando sobre un parque
industrial, sobre el perro que custodia un hotel
bombardeado, sobre las plantaciones de arroz

controladas por puestos de vigilancia que se suceden
del otro lado de la ventanilla
del micro: y si puedo patear

debajo del asiento, y pateo, siempre espero encontrarme
dentro de mi mochila, Esa soy yo, leyendo

cómo irme, cómo fotografiarme
tomando este café con leche en otro highlight
de la carretera, en otro de mis hits
secretos. Una nota

en el diario dice: "dentro de poco

voy allegar a un lugar igual a
este, pero mucho
mejor; y mucho más lejano".-




Hija del pastizal (hipersomnia)


Nuestra vida conjunta solo falla
cuando estamos despiertos: me hablás
de amor, y una fisura -apenas

un reglamento en la placa de rayos
equis- te detiene
a la altura del quinto metacarpo, justo

tras el acantilado de tu cama. Afeitado, me explicás el procedimiento
como si detallaras un menú. Tenés las credenciales
listas, lo que hiciste por mí; el diagnóstico
en el bolsillo izquierdo de la bata -al salir
de la ducha.

Los párpados pesados, otra
vez
no puedo responderte:
dejo que me confundas con las llaves del coche.

Debe ser oficial: los cortes
en el brazo, mirando a cámara, dentro
de la pecera. Las zonas conflictivas resaltadas en rojo.

Cada noche
imagino que me acuesto con vos -como un
faquir- te recuerdo
en un punto distinto de mi espalda.-



Aníbal Cristobo
De "Krakatoa" (2012) en 53/70 poesía argentina del siglo XXI


(Lanús, Buenos Aires) 1971. Es poeta y traductor. Vivió en Río de Janeiro entre los años 1996 y 2001. Reside en Barcelona.


Imagen extraída: https://es.paperblog.com/anibal-cristobo-3916880/

  Elida Berelejis

11 de marzo de 2018




Instrucciones  para escribir un poema


se debe tener una ilusión
cualquiera
se la debe conjugar
en todos los modos
y tiempos
del verbo
desafiar  la hoja en blanco
pelear de a una
todas las palabras
sudar las letras
 dejar que hable
descosida del tiempo 
despegarle los pies
del suelo
y que la utopía
suceda.     





Instrucciones para mirar la luna llena


se debe esperar
que despierte de su noche
dentro  del océano
que guarde  secretos
de  olas
y  vientos
entonces sí
un rato  orilla al borde
y da comienzo al viaje
conviene mirarla de pie
ver cómo   
sucede la magia
sus duendes  cuentan
el universo
conviene respirar lento
y sentirse pequeño.




Instrucciones para  contar un secreto


se debe buscar interlocutor
confiable
poner de canto la mano 
en su oreja
y soplarle duendes
palabras rojas     tanto
de tan cerca
que el susurro  parezca trueno
luego dejar que se vaya
con la tormenta
adentro.




Elida Berelejis
De "Instrucciones"  Plaqueta - 2017

Argentina - Reside en "El Pato" Partido de Berazategui - Bs. As.



  Bob Dylan

21 de febrero de 2018




'THE TIMES THEY ARE A CHANGIN'
     Los tiempos están cambiando


Venid gente, reunios,
dondequiera que estéis
y admitid que las aguas
han crecido a vuestro alrededor
y aceptad que pronto
estaréis calados hasta los huesos,
si creéis que estais a tiempo
de salvaros
será mejor que comencéis a nadar
u os hundiréis como piedras
porque los tiempos están cambiando..
Venid escritores y críticos
que profetizáis con vuestra pluma
y mantened los ojos bien abiertos,
la ocasión no se repetirá,
y no habléis demasiado pronto
pues la ruleta todavía está girando
y no ha nombrado quién
es el elegido
porque el perdedor ahora
será el ganador más tarde
porque los tiempos están cambiando.

Venid senadores, congresistas
por favor oíd la llamada
y no os quedéis en el umbral,
no bloqueéis la entrada,
porque resultará herido
el que se oponga,
fuera hay una batalla
furibunda
pronto golpeará vuestras ventanas
y crujirán vuestros muros
porque los tiempos están cambiando.

Venid padres y madres
alrededor de la tierra
y no critiquéis
lo que no podéis entender,
vuestros hijos e hijas
están fuera de vuestro control
vuestro viejo camino
está carcomido,
por favor, dejad paso al nuevo
si no podéis echar una mano
porque los tiempos están cambiando.

La línea está trazada
y marcado el destino
los lentos ahora,
serán rápidos más tarde
como el ahora presente
más tarde será pasado
el orden
se desvanece rápidamente
y el ahora primero
más tarde será el último
porque los tiempos están cambiando




Bob Dylan 
(Duluth, Minnesota, Estados Unidos, 24 de mayo de 1941)

  Antonio Porchia

12 de febrero de 2018




En la fuente de mi sed, bebí hasta agotar mi sed.
***
Puede haber un desierto donde hay luz; donde hay noche, no.
***
La pena humana, durmiendo, no tiene forma. Si la despiertan, toma la forma de quien la despierta.
***
Mis verdades duran poco en mí: menos que las ajenas.
***
El niño muestra su juguete, el hombre lo esconde.
***
Aunque obtuviese el bien que no merezco, no podría vivirlo; el bien que merezco sí podría vivirlo, aunque no lo obtuviese.
***
Donde hay una pequeña lámpara encendida, no enciendo la mía.
***
Algunas cosas se hacen tan nuestras que las olvidamos.
***
La infinita luz no alcanzó a abrir mis ojos del todo. La infinita noche, ¿alcanzará a cerrar mis ojos del todo? ¡Quien sabe!
***
Sí, también me resigno a no ser bueno, cuando no puedo ser bueno.
***
Te quiero como eres, pero no me digas como eres.
***
Si no creyera que el sol me mira un poco, no lo miraría.
***
Hay sueños que necesitan reposo.
***
La montaña que he levantado me pide un grano de arena para mantenerse en pie.
***
De lo que yo esperaba, llegó mi costumbre de esperar.
***
Si me dijeran que he muerto o que no he nacido, no dejaría de pensarlo.
***
Hace mucho que no pido nada al cielo y aun no han bajado mis brazos.
***
En la fuente de mi sed, bebí hasta agotar mi sed.
***
Si no has de cambiar de ruta, ¿por qué has de cambiar de guía?
***
Cuanto menos uno cree ser, más soporta. Y si cree ser nada, soporta todo.
***
Veía yo un hombre muerto. Y yo era pequeño, pequeño, pequeño…
¡Dios mío, qué grande es un hombre muerto!
***
Sí, es necesario padecer, aun en vano, para no vivir en vano.
***
Como me hice, no volvería a hacerme.
Tal vez volvería a hacerme como me deshago.
***
Ante cada nuevo drama me pregunto: ¿éste es el drama?
***
Quien no sabe creer, no debiera saber.
***
Sólo algunos llegan a nada, porque el trayecto es largo.
***
La pena humana, durmiendo, no tiene forma.
Si la despiertan, toma la forma de quien la despierta.
***
Mis verdades duran poco en mí: menos que las ajenas.



Antonio Porchia 
De: Voces - Edición de "IMPULSO" (1948) - Agrupación de gente de arte y letras.



(1886-1968), había nacido en Italia, pero residió en la Argentina desde la adolescencia hasta su muerte. La modesta casa que constituía su retiro, en Olivos, era un lugar de encuentro para quienes veían en él a un verdadero maestro en la expresión de la verdad y la belleza.
Su obra VOCES fue editada varias veces (1943, 1948, 1956, 1964, 1965, 1966, 1970, 1972 y ahora 1973). Roger Caillois tradujo este libro al francés ya en 1949. En Bélgica, en 1962, Fernand Verhesen incluyó a Porchia en una selección de autores argentinos que tradujo al francés con el título de Poésie vivante en Argentine. Asimismo, en Estados Unidos, W. S. Merwin tradujo y publicó en 1969 una selección de poemas intitulada Voices.

  Nicanor Parra

23 de enero de 2018




Canción protesta


Los pollitos dicen
pío pío pío
porque tienen hambre
porque tienen frío ...
Mano firme Sr. Alcalde
veo venir otro 11 de septiembre
y éste no será un 11
será un 111
Dice abajo los de arriba
debe decir arriba los de abajo
POEMA / PROBLEMA:
Ciento 4 civiles en un cajón
cuántas orejas y patas son
Suicidio en La Habana
algo perfectamente natural
qué quiere Ud. que haga una mujer
inteligente
enferma
sensitiva
sin juventud ý sin idioma patrio
que no puede volver a su país
porque la ley divina se lo prohíbe?
¿La pipa de la paz?
explíqueme primero
cómo mataron a Manuel Rodríguez!
Así como hay una Academia de la Lengua
debería haber también una Academia del Paladar
una Academia de la Muela del Juicio
y así como hay una tumba del Soldado Desconocido
Debiera haber también una tumba del Paisano Desconocido
una tumba de la Viuda Desconocida
una tumba del Huérfano Desconocido
o no dicen Uds....

Para qué molestarse escribiendo cuentos
ensayos novelas etc.
cuando todo puede expresarse mejor en verso
parra eso se hizo la poesía
parra decir las cosas a poto pelao
Apaguemos la luz mejor será
la materia no tiene la culpa de nada
toda la culpa la tiene el espíritu
Algo para leer con los ojos abiertos
en estos días que parecen noches
en estas noches que parecen murciélagos
algo para leer en 4 patas
Arte poética
la misma de siempre
escribir efectivamente como se habla
lo demás
dejaría de ser literatura
Destruya este papel
la poesía te sigue los pasos
a mí también

................... a todos nosotros
Otra verdad del porte de un buque
2 + 2 no son 4

..................... fueron 4
hoy no se sabe nada al respecto


Nicanor Parra
De "Poesía política" 1983  -  Bruguera



Poeta chileno (1914-2018)

  Chabuca Granda

18 de enero de 2018



El surco


Dentro de un surco abierto vi germinar
un lucero de infinita soledad
y con una canasta le vi regar
con agua de un arroyo de oscuridad.

Ay malaya la siembra se echó a perder
y el agua del arroyo se echó a correr
al lucero le gusta la libertad
y al agua del arroyo la claridad.

No dio fruto el lucero, se fue a alumbrar
y el agua del arroyo le fue a cuidar.

En una hora triste quise cantar
y dentro de mi canto quise gritar
y dentro de mi grito quise llorar,
pero tan sólo canto para callar.

Ay malaya la hora en que fui a cantar
ay malaya la hora en que fui a gritar
si gritando se llora para callar
y mi vaso sediento no llega al mar.

Ay malaya la hora en que fui a cantar
Ay malaya la hora en que fui a gritar

Y así se fue el lucero a su claridad
y así se fue el arroyo a su libertad
No les llegó la hora de clarinar
No les llegó la hora de clarinar
De clarinar. de clarinar, de clarinar.




Chabuca Granda
Cotabambas, Perú 1920 - Estados Unidos, 1983. Fue una cantautora y folclorista peruana.




Intérpretes:

Voz: Jorge Drexler
Guitarra y arreglos: Ernesto Hermoza
Percusión: Cali Flores
Zapateo: Pierr Padilla