Estación Quilmes: 06/01/2010 - 07/01/2010

  Marcos Silber

30 de junio de 2010



Peón 4 Rey

Las patrullas de avanzada
alertan sobre movimientos enemigos.
El primer intento de uno u otro bando
provoca la réplica esperada.
Luego, habrá desplazamientos de una y otra fuerza
y el choque previsto de los infantes.
Algunos peones blancos y algunos peones negros
se inmolan entre glorias y clamores
y la caballería carga
contra una defensa sin demasiado futuro.
Rey y Reina se agazapan se recluyen.
El vigía de la torre alerta:
"en el bosque cercano, peones negros
y peones blancos acuerdan, se reúnen".
Del bosque cercano
llegan como murmullos de vientos insurrectos,
himnos de peones blancos y peones negros;
una misma canción.


Marcos Silber
(1934)

Formó parte del grupo "Barrilete" y es miembro fundador de "La Sociedad de los Poetas Vivos".

  Cerezas

Cerezas



en la voz: Juan Gelman
Bandoneón: César Stroscio



a elizabeth


esa mujer que ahora mismito se parece a santa teresa
en el revés de un éxtasis/hace dos o tres besos fue
mar absorto en el colibrí que vuela por su ojo izquierdo
cuando le dan de amar/

y un beso antes todavía/
pisaba el mundo corrigiendo la noche
con un pretexto cualquiera/en realidad es una nube
a caballo de una mujer/un corazón

que avanza en elefante cuando tocan
el himno nacional y ella
rezonga como un bandoneón mojado hasta los huesos
por la llovizna nacional/

esa mujer pide limosna en un crepúsculo de ollas
que lava con furor/con sangre/con olvido/
encenderla es como poner en la vitrola un disco de gardel/
caen calles de fuego de su barrio irrompible

y una mujer y un hombre que caminan atados
al delantal de penas con que se pone a lavar/
igual que mi madre lavando pisos cada día/
para que el día tenga una perla en los pies/

es una perla de rocío/
mamá se levantaba con los ojos llenos de rocío/
le crecían cerezas en los ojos y cada noche los besaba el rocío/
en la mitad de la noche me despertaba el ruido de sus cerezas
creciendo/

el olor de sus ojos me abrigaba en la pieza/
siempre le vi ramitas verdes en las manos con que fregaba el día/
limpiaba suciedades del mundo/
lavaba el piso del sur/

volviendo a esa mujer/en sus hojas más altas se posan
los horizontes que miré mañana/
los pajaritos que volarán ayer/
yo mismo con su nombre en mis labios/


Juan Gelman

______________________________________

Che bandoneón por César Stroscio



Letra: Homero Manzi
Música: Anibal Troilo

El duende de tu son, che bandoneón,
se apiada del dolor de los demás;
y al estrujar tu fueye dormilón
se arrima al corazón que sufre más.
Estercita y Mimí, como Ninón,
dejando sus destinos de percal,
vistieron, al final, mortajas de rayón
al eco funeral de tu canción.

Bandoneón,
hoy es noche de fandango
y puedo confesarte la verdad
copa a copa, pena a pena, tango a tango,
embalado en la locura
de alcohol y la amargura.
Bandoneón,
¿para qué nombrarla tanto?
¿No ves que está de olvido el corazón
y ella vuelve noche a noche como un canto
en las notas de tu llanto,
che, bandoneón...?

Tu canto es el amor que no se dio,
y el cielo que soñamos una vez,
y el fraternal amigo que se hundió
cinchando en la tormenta del querer,
y esas ganas tremendas de llorar
que a veces nos inunda sin razón,
y el trago de licor que obliga a recordar
que es alma está en orsái,
che, bandoneón...

  Sueño de Federico García Lorca

"Sueño de Federico García Lorca"
Antonio Tabucchi



"Una noche de agosto de 1936, en su casa de Granada, Federico García Lorca, poeta y antifascista, tuvo un sueño. Soñó que se encontraba en el escenario de su teatro ambulante y que, acompañándose con el piano, estaba cantando canciones gitanas. Iba vestido de frac, pero en la cabeza llevaba un sombrero de ala ancha. El público estaba formado por viejas vestidas de negro, con mantones sobre los hombros, que lo escuchaban absortas. Un voz, desde la sala, le pidió un canción y Federico García Lorca comenzó interpretarla. Era una canción que hablaba de duelos y naranjales, de pasiones y de muerte. Cuando acabó de cantar, Federico García Lorca se puso en pie y saludó a su público. Bajó el telón y sólo entonces se dio cuenta de que detrás del piano no había bastidores, sino que el teatro se abría hacia un campo desierto. Era de noche y había luna. Federico García Lorca miró entre los cortinajes del telón y vio que el teatro se había quedado vacío como por encanto, la sala estaba completamente desierta y las luces se estaban apagando. En aquel momento oyó un aullido y descubrió detrás de él un pequeño perro negro que parecía estar esperándolo. Federico García Lorca sintió que debía seguirlo y dio un paso. El perro, como ante una señal convenida, empezó a trotar lentamente abriendo camino. ¿Adonde me llevas, pequeño perro negro?, preguntó Federico García Lorca. El perro aulló lastimosamente y Federico García Lorca sintió un escalofrío. Se dio la vuelta y miró hacia atrás, y vio que las paredes de tela y madera de su teatro habían desaparecido. Sólo quedaba una platea desierta bajo la luna mientras el piano, como si lo rozaran dedos invisibles, continuaba tocando por sí solo una vieja melodía. El campo estaba cortado por un muro: un largo e inútil muro blanco tras el cual se veía más campo. El perro se detuvo y aulló nuevamente, y también Federico García Lorca se detuvo. Entonces de detrás del muro surgieron unos soldados que lo rodearon riéndose. Iban vestidos de oscuro y llevaban tricornios en la cabeza. Sostenían el fusil en una mano y en la otra una botella de vino. Su jefe era un enano monstruoso con la cabeza llena de protuberancias. Tú eres un traidor, dijo el enano, y nosotros somos tus verdugos. Federico García Lorca le escupió en la cara mientras los soldados lo sujetaban. El enano rió de un modo obsceno y gritó a los soldados que le quitaran los pantalones. Tú eres una mujer, dijo, y las mujeres no deben llevar pantalones, deben permanecer encerradas entre las paredes de casa y cubrirse la cabeza con una mantilla. A un gesto del enano los soldados lo ataron, le quitaron los pantalones y le cubrieron la cabeza con un chal. Asquerosa mujer que te vistes de hombre, dijo el enano, ha llegado la hora de que reces a la Santa Virgen. Federico García Lorca le escupió en la cara y el enano se secó riendo. Después sacó del bolsillo la pistola y le introdujo el cañón en la boca. Por los campos se oía la melodía del piano. El perro aulló. Federico García Lorca oyó el estampido y despertó con sobresalto en su cama. Estaban golpeando la puerta de su casa de Granada con las culatas de los fusiles."



Antonio Tabucchi
De Sueños de sueños

Nació en Pisa, Italia, en 1943. Conocido sobre todo por sus trabajos sobre el escritor portugués Fernando Pessoa, enseña Lengua y Literatura Portuguesa en la Universidad italiana de Siena, interés que le viene desde su juventud cuando, de viaje por París, encontró el poemario Tabacaria del poeta portugués. Como novelista, alcanzó éxito con Sostiene Pereira, que fue adaptada al cine, al igual que otra de sus obras, Réquiem. Sostiene Pereira obtuvo, además, el Premio Campiello, el Scanno y el Jean Monnet. Ha sido galardonado asimismo por su novela Notturno Indiano, con el premio francés Médicis étranger; y con el premio español de periodismo Francisco Cerecedo.

Su Obra:

La oca al paso 2010
El tiempo envejece-deprisa 2010
Autobiografías ajenas. Poéticas a posteriori 2006
Tristano muere 2004
Se está haciendo cada vez más tarde 2000
La gastritis de Platón 1999
Los volatiles del beato Angélico 1999
La línea del horizonte 1998 El ángel negro 1997
La cabeza perdida de Damasceno Monteiro 1997
Un baul lleno de gente 1996 Sostiene Pereira 1994
Réquiem. Una alucinación 1992
Pequeños equívocos sin importancia 1985
Nocturno Hindú 1984
Dama de Porto Pim 1983
El juego del revés 1981
Piazza d'italia 1975



Obra: "Federico García Lorca" - Antonio Guijarro Morales

  Ramón Plaza

29 de junio de 2010



Noticias sobre la heroica muerte de Sir Henry Morgan

Violó, robó, mató, saqueó,
murió de amorosa sífilis.
El Caballero de Jamaica,
el matador de los mares.
El que jugaba con las joyas
le gustaban todas las cosas
rumbosas de la vida.
¡Oh los senos!
Los senos de las muchachas de Portobelo / seno.
¡Oh la rica sífilis
bailando en Panamá!
Murió, murió, está muerto,
el que entraba desnudo a las aguas del Caribe.
¿Quién tomará su espada horrenda?
¿Quién mandará a pedir otra vuelta de ron?
¿Quién mordera ahora las suaves orejas de la noche?
Muerte, muerte, muerte,
de sífilis atroz,
y parálisis general progresiva.
Murió el Caballero de Jamaica.
El inventor del Banco de Inglaterra,
el dueño de los Siete Mares.
¡Oh, la sífilis eterna del capitalismo!
Saqueó Portobelo, saqueó Panamá, saqueó Maracaibo,
bebió la sangre de los muertos
y una andaluza loca venéreamente bella lo mató,
mientras sus senos
brillaban como gemas. Brillaban como la pestilente sífilis.
¡Loas!
¡Loas!
Al capitalismo
¡Loas!
¡A la Parálisis General Progresiva!


Ramón Plaza
(1937 - 1991)

Fue poeta, escritor, crítico literario y traductor. Colaboró en los periódicos "La Gaceta" (Tucumán) y "La Capital" (Rosario, Santa Fe), entre otras publicaciones. En los 60, con Roberto Santoro, Horacio Salas y Marcos Silber fundaron la revista "Barrilete", de amplia repercusión en esa década; también formó parte del comité de redacción -sección poesía- de la revista "La Rosa Blindada". En los 70 aparece su novela "Pata de palo", casi al mismo tiempo que es empujado al exilio, lo que hizo en Ecuador. Acerca de su poesía, cuando acababa de publicar "El libro de las fogatas", en 1963, el poeta Alfredo Andrés dijo de él: "...agónico plantado durante mucho tiempo entre Baires y todo lo que sigue hacia afuera, fervor de Borges y otras cosas, paradojalmente resulta el más clásico entre los jóvenes, el que más se acerca a ese radiante centro". Algunos de sus libros de pemas: "A pesar de todo", "Libro de las fogatas", Jardín de adultos", "Composición, tema: la vaca", "Edad del tiempo".

  Cristian Aliaga

28 de junio de 2010



Flores aplastadas por los caballos

1. El país espeso

Este es un país espeso,
orinado por la lluvia.
Sobre caballos de metal
o auténticas bestias, los pobres
ni cuentan los días.
La tierra de los cañadones ásperos
los acostumbra a callar
con labios cosidos por la intemperie.
Es el viento quien lleva y trae
las almas al purgatorio
pero eso no importa
porque los hombres aquí van derecho al infierno.
Tierra en los oídos, tierra en la boca,
flores contra el piso
aplastadas por los caballos
que sus dueños tripulan
para correr a las ovejas
con la muerte como perro ladero.


2. Contra el olvido

Odio a los dioses
que cacarean su nobleza.
En qué pensar por las mañanas:
el fuego es para no morir
pensando
y fuera cae la lluvia entre los ojos.
O no es la lluvia,
y el peón se apoya contra el olvido.
Nadie cuenta con él.
Nadie espera otra cosa.


3. No es el aura de Kant

El resultado es el silencio.
Ocultos en los ranchos,
emparejados con la hacienda,
los peones carcomen la filosofía.
No es el aura de Kant
ni el primer motor de Tomás de Aquino:
es una bola de lento fuego
que se revuelca en el alma.
El sueño es un largo cuchillo en el vientre
de los blancos dioses
y un incendio de alpataco
que todo lo destruya.
La luna amontonada en los galpones
y el regreso de un interminable viaje
a caballo por las estrellas.
Los perros huelen el alma de los peones
y encuentran seres desconocidos.


Cristian Aliaga
De “No es el aura de Kant” (1992)

Nació en Tres Cuervos (partido de Puán, provincia de Buenos Aires,1962) y reside en la Patagonia.
Publicó Lejía (Último Reino, 1988); No es el aura de Kant (Último Reino, 1992); El pasto azul (Último Reino, 1996); Estancia La Adivinación (Último Reino, 1998), Música desconocida para viajes (Deldragón, 2002), la antología Estrellas en el vidrio (selección de Jorge Boccanera, Colihue, 2003) y La sombra de todo (Bajo la luna, 2007).

  Allen Ginsberg

27 de junio de 2010



La Canción


El peso del mundo
es amor.
Debajo la carga
de soledad,
debajo la carga
de descontento

el peso,
el peso nosotros llevamos
es amor.

¿Quién puede negarlo?
En sueños
toca
el cuerpo,
en el pensamiento
construye
un milagro,
en la imaginación
agoniza
hasta nacer
en el humano

cuidado con el corazón
que arde de pureza
pues el lastre de la vida
es amor,

pero nosotros llevamos el peso
con fatiga,
y por lo tanto debemos descansar
en los brazos del amor
al final,
debemos descansar en los brazos
del amor.

No hay descanso
sin amor,
no se puede dormir
sin sueños
de amor
estar loco o estremecido
y obsesionado con los ángeles
o las máquinas,
el deseo final
es amor
no puede ser más amargo,
no se lo puede negar,
ni se lo puede detener
si se niega:

el peso es demasiado pesado

debemos dar
sin esperar nada a cambio
como el pensamiento
se da
en soledad
en toda la excelencia
de su exceso.

Los cuerpos cálidos
brillan juntos
en la oscuridad,
la mano se mueve
hacia el centro
de la carne,
la piel tiembla
de felicidad
y el alma viene
alegre al ojo

sí, sí,
esto es lo que
yo quise,
siempre,

Yo siempre quise,
volver
al cuerpo
donde yo nací.


Allen Ginsberg
De En el dorso de lo real & otros poemas
Traducción: Gerardo Burton

Poeta norteamericano, nació el 3 de Junio de 1926, hijo de Naomi Ginsberg, inmigrante rusa y Louis Ginsberg, poeta. Estudió en la Universidad de Columbia, época en la que entra en contacto con los escritores que, junto a él, serían el núcleo del grupo Beat: Gregory Corso, Jack Kerouac y William Burroughs. En 1957 publica el poema Aullido, libro que es censurado por obscenidad.

  Mario Benedetti

26 de junio de 2010



Como siempre

Aunque hoy cumplas
trescientos treinta y seis meses
la matusalénica edad no se te nota cuando
en el instante en que vencen los crueles
entrás a averiguar la alegría del mundo
y mucho menos todavía se te nota
cuando volás gaviotamente sobre las fobias
o desarbolás los nudosos rencores

buena edad para cambiar estatutos y horóscopos
para que tu manantial mane amor sin miseria
para que te enfrentes al espejo que exige
y pienses que estás linda
y estés linda

casi no vale la pena desearte júbilos y lealtades
ya que te van a rodear como ángeles o veleros

es obvio y comprensible
que las manzanas y los jazmines
y los cuidadores de autos y los ciclistas
y las hijas de los villeros
y los cachorros extraviados
y los bichitos de san antonio
y las cajas de fósforo
te consideren una de los suyos

de modo que desearte un feliz cumpleaños
podría ser tan injusto con tus felices
cumpledías
acordate de esta ley de tu vida
si hace algún tiempo fuiste desgraciada
eso también ayuda a que hoy se afirme
tu bienaventuranza

de todos modos para vos no es novedad
que el mundo
y yo
te queremos de veras
pero yo siempre un poquito más que el mundo.



Mario Benedetti
Uruguay (1920- 2009)

  Enrique Santos Discépolo

25 de junio de 2010





Chorra

Por ser bueno,
me pusiste a la miseria,
me dejaste en la palmera,
me afanaste hasta el color.
En seis meses
me comiste el mercadito,
la casiya de la feria,
la ganchera, el mostrador...
¡Chorra!...
Me robaste hasta el amor...
Ahura,
tanto me asusta una mina,
que si en la calle me afila
me pongo al lao del botón.

¡Lo que más bronca me da,
es haber sido tan gil!

Si hace un mes me desayuno
con lo qu' he sabido ayer,
no er'a mí que me cachaban
tus rebusques de mujer...
Hoy me entero que tu mama
"noble viuda de un guerrero",
¡es la chorra de más fama
que ha pisao la treinta y tres!
Y he sabido que el "guerrero"
que murió lleno de honor,
ni murió ni fue guerrero
como m'engrupiste vos.
¡Está en cana prontuariado
como agente 'e la camorra,
profesor de cachiporra,
malandrín y estafador!

Entre todos
me pelaron con la cero,
tu silueta fue el anzuelo
donde yo me fui a ensartar.
Se tragaron
vos, "la viuda" y "el guerrero"
lo que me costó diez años
de paciencia y de yugar...

¡Chorros!
Vos, tu vieja y tu papá,
¡Guarda!
Cuidensé porque anda suelta,
si los cacha los da vuelta,
no les da tiempo a rajar.

¡Lo que más bronca me da,
es haber estao tan gil!


Enrique Santos Discépolo

Argentino - Nació el 27 de marzo de 1901 y falleció el 23 de diciembre de 1951.
Poeta, compositor, actor y autor teatral de vastísima y reconocida trayectoria.

  Juan Fernando García

24 de junio de 2010



Paseo. Día 1

En medio de la tarde,
cuando ya nada
del recorrido por la casa
queda
viene Morón con su felicidad a cuestas,
me ve teclear,
leer en la pantalla,
hojear los libros que en la mesita
de la derecha esperan
y posa sus patas en la silla
para acercarse a un brazo
extiende su cuello
y quiere darme besos.
Puede que esa postura erguida
la mantenga varios segundos.
Después se arroja al piso
aguardando mi mano
confirmando que es hora
de una nueva salida.


Paseo. Día 6


De antiguas formas, aún guarda secretos el perro:
todo territorio urbano una planicie.
Ni calles ni veredas ni árboles que rechazar.
Avanza, mira a su paso a niños y ancianos
que le devuelven con gentileza una sonrisa.
Sociable, íntegro en estas geografías.
La casa también es la morada perfecta.

Algunas noches, pide un lugar en la cama estrecha.


Juan Fernando García
De “Morón” (inédito)
Mención FNA 2009

Nació en Necochea en 1969. Publicó “La arenita” (2000); “Todo” (2004); “Ramos generales” (2006). Participó de las ediciones Suscripción (poesía + fotografía, 2000); Álbum Sentime (figuritas y poemas, 2002); Proyecto 04, agenda de artistas (2004). En 2003 participó de la Residencia para Artistas en el Banff Centre for the Arts en Canadá, gracias a una beca otorgada por la Fundación Antorchas. Es jefe de redacción de Canecalón, revista de arte y medios. Docente de nivel medio. Dicta talleres de escritura y lectura.

  Diana Bellessi

23 de junio de 2010



Love story

Estábamos
tomando mate en su rancho
bajo un mediodía de oro
en las riberas, San Pedro
era y ella
doña Aurorita López
Iban y venían tramos
de vida con el amargo
Los vecinos,
la miseria, el que está
en el río come, dijo,
Dios y Evita y qué ojos tiene
m'hijita
hasta que el relato ancló
en su hombre escuchando manso

mientras hacía el estofado
Supe ser
buenamoza dijo y aquí
amarró su barco un hijo
del gringo Ford. Me propuso
matrimonio
Consulté a mi padre y él
que sabía yo esperaba
al que hoy es mi marido

sirviendo
de soldado allá en el sur,
me miró de frente y dijo:
"Sepa usted y para siempre,
el corazón es una achura
que no se vende"


Diana Bellessi
Argentina - 1946

Obra: Juan Arancio

  Diana Bellessi

22 de junio de 2010



La canción resuena siempre

El destino común
es aquello que vuelve,
a veces es la fe

quien va adelante o es

filo de la razón

que hiere pero otorga
un soberbio estado
de claridad que aquieta,

controla horror y sueño

mas su destino es caer

tocada por su propio
filo y el desorden
que nunca es presa, es
trampa el orden, su ingenua
intención de encerrar
en un vaso el océano
Si se dieran lugar
cediendo como la voz
a la lengua y ésta
al misterio aunque alce

ladrillitos, casa o

nido de intimidad
donde se entienden, uno
a otro así debidos
lo pequeño y lo infinito
La balanza siempre está

a la vista, allí,

en la risa de un niño
o en el llanto o trino
de lo que muere y nace
y sobre todo ¡buen
día! aquí, en la mano

tendida. Intentamos
con la ley poner coto,
afán desmesurado
de ser donde perdemos

nuestro ser por jerarquía
Está bien, si imantada
por la fe nos uniera
la vara de esta ley
que separa y ordena,
sostenidos por otro
nos ponemos de pie,
no es la propia boca
aquello que queremos,

sino la intuición
de que lo propio vuelve

sólo desde lo ajeno
La mañana de invierno
acuna, la palabra

saciada en el silencio

habla, pero no si antes
no pasa por el trueque:
¡lindo el día!, ¿un mate?,
hasta la vuelta, siempre


Diana Bellessi

Nació en Zavalla, provincia de Santa Fe, en 1946. Estudió la carrera de filosofía en la Universidad Nacional del Litoral. A finales de los años sesenta recorrió a pie toda América, a lo largo de más de seis años.
Es autora de los libros de poesía "Destino y propagaciones", "Crucero ecuatorial", "Tributo del mudo", "Danzante de doble máscara", "Eroica", "El jardín", "Mate cocido" y "La edad dorada", entre otros. Publicó también el ensayo "Lo propio y lo ajeno", y el libro de textos "Paloma de contrabando" que recoge la experiencia de coordinación de talleres de escritura en distintas cárceles de Buenos Aires. Recibió las becas Guggenheim (1993) y Antorchas (1996), y el Premio Konex Diploma al Mérito (2004).
En 2009 se publica “Tener lo que se tiene”, Obra reunida, por A.H. editora.

  María del Carmen Colombo

21 de junio de 2010



Carta a papá

miserable estratagema
para tenerte: parecerme
a vos
ser en espejada lejanía
lo que brilla por ausencia
una estrella
¿sabías? ausencia es ese algo
de nada que hace falta
en el mar
como los muertos
en corazón sensible
no me llames ilusa, no me mires
con cara de víctima
nerviosa, estoy arriba
reina de la nada
ardiendo en mis heridas
soy tu pequeño espejismo
qué peor atadura
ah, si quisieras llegar hasta aquí
y entraras en esta luz vacía
en todo caso, si así fuera, querido mío
la luz hiere, la luz es realidad


María del Carmen Colombo
Nació en Buenos Aires, Argentina, en 1950.

Ha publicado: “La edad necesaria” (Ediciones Buenos Aires Sur, 1979); “Blues del amasijo” (Ediciones El Tintero, 1985); “Blues del amasijo y otros poemas” (Ediciones Mar Blanco, 1992, reedit. por Alicia Gallegos Editora en 1998); “La muda encarnación” (Ultimo Reino, 1993) y “La familiar china” (Ediciones Tierra Firme, 1999). Recibió, entre otros, el “Primer Gran Premio de Poesía V Centenario”, organizado por el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires (1992), y Mención Especial del Premio Nacional de Poesía, Producción 1996-1999. Sus poemas han sido incluidos en diversas antologías de poetas argentinos publicados en el país y en el extranjero. Colabora, además, en diarios y revistas del país y del extranjero y tiene su blog de poesía : blogdelamasijo.blogspot.com

  Marcos Silber

20 de junio de 2010



1911

Lo veo.
Desde la borda del poema lo veo.
Catorce años tiene el que va a ser mi padre.
Viene en el “Arlanza”. No me ve.
No tiene rostro la tierra que lo espera.
Avanza la nave que muerde aguas de extraños idiomas.
No lee ni escribe el que va a ser mi padre.
Helado trae el dibujo de la letra.
Oigo el naufragio de sus vapores adentro
Y su silencio me da garrotazos por la cabeza.
Grandotas tinieblas le bailan alrededor.
Duele el frío sobre la cubierta.
El muchachito no me ve pero me dicta:
“congoja”, apunte la palabra “congoja”, hijo,
y apunte “susto”, y no deje de apuntar “soledad”.
Una palabra de lana vuela hasta su cuello,
otra de abrigo desciende sobre sus hombros.
No lee ni escribe el que va a ser mi padre.
Respira un verde aire de consuelo
cuando me sueña escribiendo
en su sueño de más felicidad.
Y detiene el que será su forzado carro de labor
Para dictarme: apunte, hijo,
la palabra “trabajo” y “techo” y “cama” apunte
y también “sopa de pollo
con sus flotantes monedas de oro”.
Lo veo. No me ve.
Le oigo: “tome mi mano, hijo,
guíela,
escribamos”.


Marcos Silber
Argentino – 1934
De “Bajo continuo”
Ed. El Mono Armado - 2009

  Javier Villafañe

19 de junio de 2010



El día y la noche

Hay que tener mucho cuidado
cuando se cierran los ojos
y sobre todo de noche
El día es la luz
el apogeo que despierta el gallo
La noche el primer miedo del hombre
la que borró el espejo de las rocas
donde el bisonte iba a caer atrapado
la que inventó el radar de los murciélagos
el rocío que envuelve las uvas
esas gotas de vino
que bebe la tierra
Todas las noches no sabemos
si será el día siguiente.

Javier Villafañe
Argentino (1909)
Historiacuentopoema
Ed. Colihue 1992

  Nicolás Guillén

18 de junio de 2010



Mulata

Ya yo me enteré, mulata,
mulata, ya sé que dise
que yo tengo la narise
como nudo de cobbata.

Y fíjate bien que tú
no ere tan adelantá,
poqque tu boca é bien grande,
y tu pasa, colorá.

Tanto tren con tu cueppo,
tanto tren;
tanto tren con tu boca,
tanto tren;
tanto tren con tu sojo,
tanto tren.

Si tú supiera, mulata,
la veddá;
¡que yo con mi negra tengo,
y no te quiero pa na!


Nicolás Guillén
De “Motivos del son”
Nación en Camagüey, Cuba, en 1902 y falleció en La Habana en 1989. Considerado el máximo representante de la llamada poesía negra centroamericana, y poeta nacional de la isla por su obra ligada a la cultura afrocubana.
Desde su condición de mulato expresó con un peculiar sentido rítmico la temática del mestizaje, en un contexto social y político que manifestaba la dura opresión y servidumbre sufrida por el pueblo. esta primera época pertenecen “Motivos de son” (1930) y “Sóngoro cosongo” (1931). Poco después, con “West Indies Limited” (1934) se alejó del mero ejercicio rítmico para incorporar la protesta política y antiimperialista, orientándose hacia una cólera militante y comprometida con el hombre.

Otras de sus obras: “Cantos para soldados y sones para turistas” (1937); “El son entero” (1947); “La paloma de vuelo popular” (1958) y sus poesías en sazón revolucionaria de “Antología mayor” (1964), donde mostró su compromiso con la Revolución cubana y los desheredados del mundo. “Tengo” (1964); “Poemas de Amor” que apareció el mismo año.

  Pedro Shimose

17 de junio de 2010



Manifestación

Con la rabia en el ají,
salgo con mi cóndor bajo el brazo,
cruzo la calle con una piedra en la mano,
camino con un policía vigilándome el hambre,
busco el oído y el ojo de la noche,
pego carteles, corro por las plazas,
grito con una brasa en la lengua,
pinto las paredes: “viva el Che”
me dan agua en manguera,
soy el fuego;
me dan relámpago en humo,
soy la tierra;
me abren una herida donde sea,
soy el pueblo;
me persiguen, me encarcelan, me torturan.
Canto mi libertad, muevo adoquines,
rompo maderas y cristales, canto,
voy a la huelga con mi miedo natural y un sorbo de café caliente;
vuelo por la ciudad, rasgo el aire, trizo las vitrinas,
golpeo las páginas de los periódicos,
derribo puertas, venzo máscaras y cachiporras,
traspaso los umbrales de la historia,
¡soy!


Pedro Shimoshe
De “Quiero escribir pero me sale espuma”
Premio “Casa de las Américas” - Cuba - 1972

Nació en Riberalta, Bolivia, en 1940. Es poeta, narrador, periodista y compositor de música popular.
Es miembro de la Academia Boliviana de Letras.
Desde 1971 reside en España.

Obra editada en poesía: “Triludio en el exilio” (1961); “Sardonia” (1967); “Poemas para un pueblo” (1968); “Quiero escribir pero me sale espuma” (1972 – Premio Casa de las Américas – Cuba); “Caducidad del fuego” (1975); “Al pie de la letra” (1976); “Reflexiones maquiavélicas” (1980); “Bolero de caballería” (1985); “Poemas” (1988 – Compilación); “Riberalta y otros poemas” (1997); “No te lo vas a creer” (2000)

  Dardo Dorronzoro

16 de junio de 2010



Declaración Jurada

"No es solamente la luna ni el rocío ni la luz celeste de los pájaros, puede también ser una alpargata vieja, toda agujereada, toda casi muerta después de andar fábricas, andamios o duros y calientes caminos de noviembre. No, no necesariamente todo lo poético debe ser bello.
Yo he visto horribles chicos grises como la tierra comiendo tierra, yo los he visto ahí, con sus andrajos y su mugre, reptando, y los he tocado, acariciando su piel y convertido en ángeles, en mariposas, en viento de septiembre. Porque todo antes de ser poesía debe pasar por mi corazón, darlo vuelta con el grito para arriba, colocarlo para el alba, cara al cielo. Todo debe pasar por mi sangre, por mis huesos, por mi respiración, por el corazón de mi sangre.
Pues yo soy un poeta no un hacedor de versos bonitos. Yo soy un poeta que ama a los que no tienen amor ni pan, a los que se van sin haber llegado, a los que a veces sonríen, a los que a veces sueñan, a los que a veces les crece un fusil en las manos y salen a morir por la vida.
En suma: yo he sido, soy y seré un poeta revolucionario.
Sobre mi tumba verán florecer un puño."


Dardo Dorronzoro
Argentino (1913 – 1976)

  Dardo Dorronzoro

15 de junio de 2010



Mientras me matan

Comenzaron a matarme de a uno hace muchos siglos,
después de a setenta, después de a quinientos,
hay que ver cómo me matan ahora de a miles en cada esquina,
en cada feriado,
cómo fabrican sueldos y galones con los huesos que me quedan,
cómo fabrican calabozos para poner algún rincón de mis pantalones,
y cómo se turnan entre gordo y gordo para
ver de qué ojo muero primero,
pero resulta
que cada vez soy más uno de los otros,
uno de los que nacen y renacen y vuelven a nacer entre los fuegos,
que cada vez tengo más luz, más pájaros, más flores en la puntería,
que cada vez
me soporto más elegantemente entre los fierros y los veranos,
y hay veces que me pregunto —me digo para mí— si ellos
no harían mejor en cambiar de uñas y de cuentas,
de andar de peldaño en peldaño hacia abajo de las luces,
o en comprarse una sangre nueva, una sangre más limpia
para usar en feriados y domingos.


Dardo Dorronzoro
Nació en San Andrés de Giles en 1913, provincia de Buenos Aires, Argentina, en el seno de una numerosa familia socialista que termina instalándose en Luján a causa de las presiones por sus ideas políticas. De oficio herrero, trabajaba en su taller todas las mañanas y por la tarde se dedicaba a la poesía. Recibió menciones y premios en diferentes concursos nacionales. Fue secuestrado el 25 de junio de 1976 y permanece desaparecido.
Obra: “La nave encabritada” (premio de novela Emecé, 1964); En poesía: “Una sangre para el día” (1975); “Llanto americano” (aparecido ocho años después de su desaparición, en 1984). Trabajos inéditos: “La grieta”; “Para no morir” ; “Quien heredará nuestra sangre”; “Fusiles al amanecer”; “La porción del diablo” (cuentos).

  Máximo Simpson

14 de junio de 2010



Sucesos

La vecina del sexto caminó sobre el mar,
y atravesó las nubes sin ayuda de nadie.

El tímido señor de planta baja
ya no cierra las puertas con cadenas,
cerrojos, pasadores:
tal vez sin darse cuenta
se refugió por fin en los espejos.

El joven impasible
que deglutía el tiempo sentado en los balcones,
ya no mira las águilas del alba,
el crepúsculo incierto.

La señora soprano ya no entona cantigas,
endechas, misereres:
una callada niebla recorre los pasillos
y se instala en las altas escaleras.

El amable rabino se acostó con sus padres,
y vio tal vez al Ángel entre lenguas de fuego.

El señor escribano
se fue con la corriente de los meses.

La anciana de los fondos
no convoca a la suave mandolina:
ya no llama a las puertas,
no pregunta la hora como antes.

Y el perro de mi infancia ladra y ladra,
como ayer, como hoy, como mañana.


Máximo Simpson
Argentino - 1928

  Máximo Simpson

13 de junio de 2010



To be or not to be

Yo quise ser un rojo violín desorbitado,
un ex abrupto eterno,
un jardín de magnolias o una tromba,
y sólo soy ahora profesor de nostalgias,
edecán del otoño pesaroso.

Yo quise ser el mar,
o tal vez quise ser lo que no quise,
un triángulo isósceles o un trueno,
o una momia egipcia
con su paz infinita, imperturbable.

Eso quise tal vez en mi constancia,
en mi apuro, en mi afán, en mi zozobra,
quise ser el revés, la mano izquierda,
el costado de mí, mi renegado,
y sólo soy mi tú, mi pobre mí,
un pronombre ya exhausto,
un posesivo huérfano, un despojado mi.

Eso quise tal vez,
y sólo soy ahora mi vecino,
apenas mi perfil, mi suroeste,
mi terco lateral:
estoy en la adyacencia limítrofe de mí,
y siento desazón, me extraño mucho.


Máximo Simpson
De “Poemas del hotel melancólico” - 1963

Nació en Buenos Aires (Argentina), en 1928. Recorrió América Latina y residió largos años en México y Brasil. Ha sido periodista. Es profesor universitario y ha publicado diversos trabajos sobre teoría política y comunicación. Publicó los siguientes libros de poemas: “Túpac Amaru” (Editorial Stilcograf, Bs. As., Argentina,1960); “Más poesía” ( Ediciones Amistad, Bs.As., Argentina,1962); “Poemas del hotel melancólico” (Ediciones Amistad, Bs. As., Argentina, 1963; con reedición de Ediciones El Tucán de Virgnia, México D.F., 1984, y reedición reciente de Botella al Mar – Uruguay, con prólogo del autor , Montevideo, 2007); “ Estación final” (UAM, Colec. La Rosa de los Vientos, México D.F., 1981); “Hacia dónde tan lejos” (UAM, Colec. La Rosa de los Vientos, México D.F., 1981); “Estación final y otros poemas” (ed. Ampliada, UNAM, México D.F., 1985); “Elegías americanas” (Lugar Editorial, Bs.As., Argentina, 1992); “La casa y otras visiones” (Ediciones de Alejandría, Bs. As., Argentina, 1995); “Alrededores” (Ediciones de Alejandría, Bs. As., Argentina, 1999); “Esta precaria Luz” (Antología, Editorial Vinciguerra, Bs. As., Argentina, 2003); “Antología poética” (Fondo Nacional de las Artes, Bs.As., Argentina, 2004); “A fin de cuentas” (Ediciones Alforja/Conaculta/Fonca, México D.F., 2006).

  Atilio Castelpoggi

12 de junio de 2010



Centro de Gravedad

Sedimentado, solo, ileído, como el libro
encuadernado en la biblioteca de caoba,
veo pasar las últimas aves del otoño con sus
alas manchadas por la despedida.

La avidez de la belleza se encuentra enceguecida en
su máscara inédita.

Yo a tientas me busco en esa oscuridad igual
a una lágrima anónima
que se construye a sí misma,
y apenas me parezco a los cables telefónicos
arrasados por la tempestad.

¡Devórame creación por que me muero sin
asirme a nada!

El otro que pude ser huye por el abismo.



Atilio Castelpoggi
Argentino (1919 - 2001)
De “Antología poética”
FNA - 1998


Nació en el Barrio de Boedo. Compartió con Homero Manzi la pasión por el barrio. Ensayista y poeta, fue también autor de tangos.
Frecuentador de tertulias semanales donde concurrían, entre otros, Nicolás Olivari, Oliverio Girondo, Norah Lange, Raúl González Tuñón, Ernesto Sabato, el poeta español Rafael Alberti, el paraguayo Augusto Roa Bastos.


Fotografía - Isabel Muñoz

  Gianni Siccardi

11 de junio de 2010



Retrato

Ella es tan frágil
que el agua se deshace
entre sus manos.

Ella es tan libre
que el tiempo la espera
con impaciencia.

Su sombra es tan rápida
que el sol pierde
su consistencia.

Su voz es tan transparente
que atraviesa
la memoria.

Sus ojos son tan profundos
que se unen
en el porvenir.

Sus gestos son tan verdaderos
que pertenecen
a todos.

Su pensamiento es tan silencioso
que las palabras
entregan su fragancia.

Sus sueños son tan exactos
que la noche despierta
a su alrededor.

Su destino es tan inexplicable
que nunca es
demasiado tarde.

Ella es tan hermosa
que la vida la estrecha
entre sus brazos.

Es tan hermosa
que la tierra llora
de gratitud.

Gianni Siccardi
Argentino (1933 – 2002)
De “Ellas”

  Liliana Celiz

10 de junio de 2010



"Las vajillas veloces de la pelvis"

Las vajillas veloces de la pelvis
mi padre no tenía ¿Qué es eso,
eso, eso, qué es eso que se tiene y no se dice?
se maldice y qué mi padre ha dado a luz
a sus cuchillos en rompimiento fugaz
del calzoncillo sordo del mayor
(el rifle mata)
y qué mis adulterios de mi padre,
los sólidos pedazos de su carne
entre los frutos más jugosos de los platos
/nuestros,
darán sus nombres de a patadas, por lo único
mujer de que se existe
y dónde mi rincón a cuestas, mi escondite
y dónde el lagrimal que salta, desorbita.
Los álgidos terruños de la ausencia
y dónde mi escuadrón de los muertitos
y el ángel que la guarda pone y no se ve
y te irrita ¿Qué guarda? ¿Qué guardita?
y qué la gente ríe padre, ríe y de qué ríe
¿La gente de mi padre ríe?
yo escucho su angulón serrucho
y el miedo me tapona la tablita
de mi mini mini mini pollerita,
porque él llora
y la gota existencial de sus ausencias lo devora
y yo qué hago, yo qué hice
si yo sólo solamente mento quise
articular el movimiento al infinito/
río de mi sexo
en seculares ondas padre, padrecito
y lo cito es lo no existo
en el plano más carnal de la existencia,
la no esencia.


Liliana Celiz
De “De dónde vienes de mirar tus ojos padre”

Nació en Rosario, Provincia de Santa Fe, Argentina, en 1956.
Ha publicado: “Desembocadura”, Ed-.Tierra Firme, 1990.; “Del traje de Eva y su manzana” Ed. Último Reino, 1997; “¿De dónde vienes de mirar tus ojos padre?” Ediciones del Dock, 2000; “O elevación de vos o pensamiento” Ediciones del Dock, 2007; “A los que fueron pájaros” Ediciones del Dock, 2008.
Colabora con numerosas publicaciones y sitios literarios en internet; tiene varios libros inéditos y coordina talleres literarios.

  Pablo Queralt

9 de junio de 2010



Pasan bandadas de loritos en un agua lavada en los ojos en el
sudor las grietas que deja el día nacer morir
hasta el fin del jadeo hasta la astilla.

Y las ramas cargadas de frutas en oro de luz naranja purpúrea
caen a uno y a otro lado
sin mover las alas
en la ceniza de la tierra batida.

Las acequias en el arrullo de las aguas celestes entre los silvestres
ciclámenes y albahacas y mentas perfumando el silencio de chingolos

y el aire tibio alcanzó un punto en la dulce luz los ojos vuelven a
disfrutar
en la líquida visión fuera de la propia realidad.


Pablo Queralt
De “Late” - 2008

Nació en Buenos Aires en 1955. Es médico y poeta.
Publicó: “Cansancio de lo escrito” (tsé –tsé 2001); “La flecha de agustín” y “Un seductor mañana” (ambos por Alción en 2004); “Primer paso” (Eloísa cartoneta 2006); “Reescritos infinitos” (Alción 2006); “Coca” (Letras Criollas 2007); “Pueblo de agua” (Alción 2007); “Pájaros en palabras” (Testa di Campello 2008); “Late” (Huesos de Jibia 2008) y “Poema de la nieve” (Mate pastor 2009)

  Susana Thénon

8 de junio de 2010



La antología

¿tú eres
la gran poietisa
Susana Etcétera?
mucho gusto
me llamo Petrona Smith-Jones
soy profesora adjunta
de la Universidad de Poughkeepsie
que queda un poquipsi al sur de Vancouver
y estoy en la Argentina becada
por la Putifar Comissión
para hacer una antología
de escritoras en vías de desarrollo
desarrolladas y también menopáusicas
aunque es cosa sabida que sea como fuere
todas las que escribieron y escribirán en Argentina
ya pertenecen a la generación del 60
incluso las que están en guardería
e inclusísimamente las que están en geriátrico
pero lo que importa profundamente
de tu poesía y alrededores
es esa profesión –aaah ¿cómo se dice?–
profusión de íconos e índices
¿tú qué opinas del ícono?
¿lo usan todas las mujeres
o es también cosa del machismo?
porque tú sabes que en realidad
lo que a mí me interesa
es no sólo que escriban
sino que sean feministas
y si es posible alcohólicas
y si es posible anoréxicas
y si es posible violadas
y si es posible lesbianas
y si es posible muy muy desdichadas

es una antología democrática
pero por favor no me traigas

ni sanas ni independientes



De "La morada imposible"

________________________


Historias de magia

Un muchacho espera
que lo alcance el mar.
Quiere ser el muchacho
ausente, a la hora del paseo.
Se cubre de arena.
Es un barco ahogado.

Un administrador se detiene
y piensa, cuatro veces quise demasiado.
(Los números celestes determinan
a los números sucios de tierra
en Cannes, en los sótanos violentos
de Cannes, y en
todos todos los augurios de amor).

Un loco alza la mano
y pide agua; es gris
el agua con el cristal, con la pared,
con la tarde
espolvoreada en el reloj de sol.

Un sacerdote piensa, soy un hombre
con altura y pie de tallo:
mi rosa vive aún,
enloquece por debajo del ropón.
Soy una campana de luto.

Un hombre se sentará y dirá estoy cansado
Un hombre se tenderá al sol y dirá por qué
Un hombre será bastante para decirlo
Un hombre saltará su valla
y dirá no.


Susana Thénon
Nació en 1937 y murió en Buenos Aires a los 56 años en 1991.
Además de poeta fue traductora literaria y fotógrafa artística.
Perteneció a la denominada Generación del ’60 en Argentina. Contemporánea a poetas como Juana Bignozzi (1937) y Alejandra Pizarnik (1936-1972)

  Gonzalo Millán

7 de junio de 2010



Poema 53

El río invierte el curso de su corriente.
El agua de las cascadas sube.
La gente empieza a caminar retrocediendo.
Los caballos caminan hacia atrás.
Los militares deshacen lo desfilado.
Las balas salen de las carnes.
Los oficiales enfundan sus pistolas.
La corriente se devuelve por los cables.
La corriente penetra por los enchufes.
Los torturados cierran sus bocas.
Los campos de concentración se vacían.
Aparecen los desaparecidos.
Los muertos salen de sus tumbas.
El patio 29 se vacía.
¿De quién son los huesos de la bolsa 20?
Los aviones vuelan atrás.
Los “rockets” suben hacia los aviones.
Allende dispara.
Las llamas se apaga.
Se saca el casco.
La Moneda se reconstituye íntegra.
Su cráneo se recompone.
Sale a su balcón.
Allende retrocede hasta Tomás Moro.
Los detenidos salen de espalda a los estadios.
11 de septiembre.
Regresan aviones con refugiados.
Chile es un país democrático.
Las fuerzas armadas respetan la constitución.
Uruguay es un país democrático.
Los militares vuelven a sus cuarteles.
Renace Neruda.
Vuelve en una ambulancia a Isla Negra.
Le duele la próstata. Escribe.
Víctor Jara toca la guitarra. Canta.
Los discursos entran en las bocas.
El tirano abraza a Prats.
Desaparece. Prats revive.
Los cesantes son recontratados.
Los obreros desfilan cantando.
¡Venceremos!


Gonzalo Millán
Chile (1947 – 2006)
De “La Ciudad” - 1979

Nació en Santiago de Chile en 1947. Es autor, entre otros, de los libros: Relación personal (1968); La ciudad (l979); Vida (1984); Seudónimos de la muerte (1984); Virus (1987); Cinco poemas eróticos (1990); y, Trece lunas (1997). Paralelamente a su actividad poética y docente, se ha dedicado a la creación artística en el campo de la poesía visual y las artes plásticas.

  Humberto Costantini

6 de junio de 2010



Arte Poética
(a Nela)

(Esto, entre vos y yo,
no lo divulgues,
bajarían mis acciones de poeta.)
Cuando digo el años,
y agrego lunas,
y coloco una lágrima en su sitio,
y pongo algún otoño, algunos álamos,
y anoto: locamente
inmensamente
desorbitadamente.
Cuando hablo del ensueño y las ojeras,
o introduzco una piel,
y pinto llamas,
o menciono tentáculos gloriosos
o canto a las caderas inmortales
y a no se qué estallido
digamos de galaxias azules o de besos,
y me suscribo Dios,
y firmo creo.
Cuando digo el amor
(esto, entre vos y yo,
no lo divulgues)
en realidad, has de saber.
Estoy viendo unos ojos que me esperan
al volver del trabajo,
una tonta alegría
con su perro, su radio,
sus chicos con deberes,
y su olor a cebolla en la cocina,
y el conversado mate,
y la mesa en el patio,
y La Traviata en do bajo la ducha,
y el vino,
y el descanso,
sobre todo el descanso,
total,
quiero decir,
el de mi frente en tu ternura.


Humberto “Cacho” Costantini
Nace en Buenos Aires, el 8 de abril de 1924 y fallece el 7 de junio de 1987.
Completa sus estudios universitarios y se recibe de médico veterinario. Ejerce su profesión en los campos cercanos a la ciudad de Lobería (provincia de Buenos Aires), luego en 1955 regresa a Bs. As, donde ejerce variados trabajos.
Parte al exilio en México en 1976 luego que la dictadura desapareciera a sus amigos Roberto Santoro y Haroldo Conti y tantos más.
En 1983 regresa a Buenos Aires después de 7 años, 7 meses y 7 días de exilio.
Su obra ha sido publicada en varios países e idiomas, entre otros en alemán, checo, inglés, finlandés, hebreo, polaco, sueco y ruso.

Contrae una enfermedad que lo lleva a la muerte la madrugada del 7 de junio de 1987. La noche anterior había trabajado como cada día, aprovechando el leve bienestar entre quimioterapias, en su novela La rapsodia de Raquel Liberman, de la cual alcanzó a completar dos tomos. Esta obra permanece inédita.

Bibliografía: “De por aquí nomás” (cuentos) ediciones en 1958/1965/1969; “Un señor alto, rubio de bigotes” (cuentos) ediciones en 1963/1969/1972; “Tres monólogos” (teatro) ediciones en 1964/1969; “Cuestiones con la vida” (poemas) ediciones en 1966/1970/1976/1982/1986; “Una vieja historia de caminantes” (cuentos) edición en 1970; “Háblenme de Funes” (tres novelas breves) ediciones en 1970/1980; “Libro de Trelew” (narración épica) edición en 1973; “Más cuestiones con la vida” (poemas) edición en 1974; “Bandeo” (cuentos) ediciones en 1975/1980; “De Dioses, hombrecitos y policías” (novela) ediciones en 1979/1984/2009; “Una pipa larga, larga, con cabeza de jabalí” (teatro) edición en 1981; “La larga noche de Francisco Sanctis” (novela) edición en 1984; “En la noche” (cuentos) edición en 1985; “Chau, Pericles” (teatro completo) edición en 1986; “La rapsodia de Raquel Liberman” (novela; dos tomos de tres concluidos; 1987

  Nicolás Olivari

5 de junio de 2010



Esta bestia magnífica y clinuda

Esta bestia magnífica y clinuda,
portentosa ramera de dos pesos,
nacida en el festón de piedra de las esquinas,
clinuda y magnífica
y cada día más bestia,
walkiria del mulataje
sexo tatuaje,
con el ano empotrado en la nostalgia
de su tribu cafre,
¡tiene mi amor!

Amo, a esta bestia, a esta prostituta,
autóctona y salvaje...
Amo su olor a Chaco,
clavado en la calle Talcahuano,
refugio de morconas y de hampones,
viaducto picaresco
de su amor que no pregunta,
que no averigua las ideas políticas del cliente
ni su opinión sobre las dictaduras.

Esta es la mujer en la que, impunemente,
se puede despreciar a todas las mujeres
y rebajarlas a torpezas ignomiosas,
y llamarla con los nombres obscenos
que uno debe callar a la consorte.

La amo en el nombre del hijo que no cuajó en su entraña
y en el cálido pelvis donde se hamacan
las murrias de todos los de mis casta,
vagos y atorrantes, poetas y furbantes
de esos que vienen al mundo protestando por haber nacido
y que tienen siempre la boca caliente de puteadas.

La amo en el film cortando de su angustia
puramente física
-inseguridad de techo y abrigo
y amenazas de hospital-.
La amo en la raíz de sus clines
de bestia amansada
a patadas
en el vaivén grasiento de sus ancas
chamuscadas
por el turbio fuego de las lujurias
y de las injurias
que se purifican en el Asilo San Miguel.

Mujer con quien hubiera sido
feliz, compartiendo su destino,
a pesar del cuello almidonado,
dogal ciudadano
de nuestra cobardía, hermanos.

No nacimos para ello
y la vemos pasar,
con ganas de tirar
por la espalda al prejuicio.

Y la vemos pasar
rumbo a la comisaría,
y hasta nos animamos a aumentar
su vergüenza, con nuestra pillería.

Y la vemos pasar
y me retracto,
yo nunca te he amado,
¡eso, claro está!.

Porque tenemos miedo
que nos descubran la afición,
y perdamos de condición,
al pedo.

Y por eso, magnífica bestia, encelada y clinuda,
hacia quien me tira la barbarie de mi ancestralidad,
de pirata y furbante, de poeta y anarquista
a fuerza de ser haragán, informal y atrabiliario,
agacho la testa y me voy al diario
a escribir contra la trata de blancas...


Nicolás Olivari
Argentino(1900-1966)
En Revista “El jabalí” N° 14 -2004


Buenos Aires, 1900 – 1966. Desde muy joven dio rienda suelta a sus inquietudes literarias, que le llevaron a formar parte de los principales grupos culturales y estéticos del país. Así, se dio a conocer como integrante del grupo Boedo, para pasar después a engrosar las filas del grupo Florida, congregado alrededor de la revista literaria Martín Fierro, una de las empresas culturales más fecundas del momentoSu obra, que abarca diversos géneros literarios, se caracteriza por su personal tono humorístico y agresivo. De sus poesías cabe mencionar La amada infiel (1924), La musa de la mala pata (1926), El gato escaldado (1929), Los poemas rezagados (1946). Entre sus relatos figuran El hombre de la baraja y de la puñalada (1933), La noche es nuestra (1952), Un negro y un fósforo (1959).

  Juan Carlos Bustriazo Ortiz

4 de junio de 2010



Castísimo y sostenido de profundis para
Viola de gamba y flauta dulce


Pasan tréboles locos lirios lámparas
pensativos oréganos desnudos
yo me tengo que ir y no me vienes
en tu infiélido carro de diamantes
esqueletos de peces y guanacos
yo te quiero besar enmuertamente
calcañares mugientes sacros clítoris
calcinados calzones y no llegas
yo te quiero besar crucificada
pasan culos fastuosos yo te extraño
coxis bellas orejas escarlatas
y me tengo que ir ángelamente!

a ch. de f.


Juan Carlos Bustriazo Ortiz
Argentino – 1929
De “Canción Rupestre” 1972
en “Herejía bermeja” – Ed. En Danza- 2008


Nació en Santa Rosa, entonces capital del Territorio Nacional de La Pampa, el 3 de diciembre de 1929, murió el 1 de junio de 2010. Su obra poética, iniciada con "Los poemas puelches" (1954-1959), incluye más de sesenta títulos. De ese conjunto extraordinario sólo se publicaron "Elegías de la piedra que canta" (1969), "Aura del estilo" (1970), "Unca bermeja" (1984), "Los poemas puelches"- "Quetrales" (1991) y “El libro del Ghempín” (2004); todos en pequeñas tiradas y prácticamente inhallables

  Leónidas Lamborghini

3 de junio de 2010



Villas

a Frantz Fanon


los chicos mueren como moscas
los chicos mueren como moscas

-Distrofia: primer grado segundo grado tercer grado
la leche no la ven la carne no la ven
sopa
sopita

Distrofia: malamente
desnutridos: primer grado segundo grado tercer grado
Nacido en 1925 en Fort-de France doctor en medicina se especializó
más tarde en psiquiatría

-Es cosa de agarrarse la cabeza pero
estas cosas hay que decirlas estoy
dispuesto a decirlas no
a gritarlas
Las proteínas que están metidas en la carne no están metidas en
la sopa sopita las proteínas necesarias no las ven
es cosa. Nacido en 1925 para no gritar sino decir
hay que decirlas
alimentados malamente

-El 65 por 1000 mueren como moscas sin proteínas:
la carne no la ven
la leche no la ven:
las proteínas de la leche son distintas pero tan necesarias
en Fort-de France 1925 en psiquiatría :

-Estos chicos tienen problemas de dislexia: afacia para la
lectura se sienten segregados rechazados: afacia

dis
lexia

dis
trofia

malamente:
no ven las proteínas que están metidas en la carne no la ven
las proteínas que están metidas en la leche no la ven
primer grado
segundo grado
tercer grado
tan necesarias

Los chicos mueren como moscas
los chicos mueren como moscas
mire señor aquí los chicos la laguna de aguas podridas
sopa
sopita
doctor en medicina
agarrarse la cabeza pero sin gritar estas cosas hay que decirlas
hace tiempo

especializado en no gritar hace mucho que dejé
el grito salió de mi vida el grito salió: nacido en 1925, en
Fort-de France más tarde en
decir distrofia
decir
estos chicos se sienten segregados se sienten afasia rechazados
afasia para la lectura tienen problemas
el grito salió dicho hace bastante tiempo que salió de mi vida
la laguna de aguas podridas con borde de basuras

-Un buzo tuvo que bajar a rescatar el cadáver del niño
los niños mueren como moscas
en la sopa no ven las proteínas en la laguna el 65 por 1000
allí juegan: las proteínas escondidas
la carne que no ven
las proteínas escondidas de la leche son distintas
tan necesarias
escondidas

dis
dis
trofia

dis
dis
lexia

dificultades afasia aquí
los niños juegan en el borde de basura de las aguas podridas
de la laguna sopa las proteínas escondidas escondidas
y mueren como moscas 65 mueren por mil
un buzo tuvo que bajar al fondo para rescatar allí escondidas

-Mire señor aquí
Doctor: en medicina. En el primer año no debe faltarles nada
primer grado segundo grado tercer grado

-En el primer año es como construir un edificio hay que ponerle los cimientos
sopa
sopita
los cimientos con sopa los cimientos en
los cimientos la leche no la ven los cimientos la carne no la ven
los cimientos: es como construir un edificio
malamente
se derrumba
los niños mueren como moscas en la laguna sopa aguas podridas 65
por mil se derrumban edificios construidos con proteínas
no las ven con dis-trofia dis-lexia malamente malamente
malamente malamente malamente malamente malamente mala mente
mala mente:
en el borde la basura las proteínas escondidas jugando a

-El buzo tuvo que descender hasta la afasia
dificultades para

dis
dis
para rescatar las proteínas escondidas en la laguna de aguas

el buzo se especializó en: doctor Fort-de France 1925
los niños segregados los cadáveres como moscas
más tarde en psiquiatría
los cadáveres de los chicos malamente

mala mente
mala mente

65 por 1000 no rescatados jugando a ver las proteínas
de la carne no la ven de la leche distintas no la ven
en la laguna de aguas
sopa sopita
en la laguna de aguas el buzo Fort-de France
los cimientos del buzo Fort-de France 1925 rescatando moscas sin
proteínas
estas cosas hay que decirlas
el grito salió de mi vida de la laguna sopa podridas el grito
salió hace bastante de mí
Nacido en 1925.

-La distrofia puede ser de primer grado de segundo grado de tercer grado de cuarto grado de quinto grado de sexto grado de séptimo grado de octavo grado de noveno grado de décimo grado
malamente
dislexia

-La dislexia es una afasia (dificultades para la lectura)
estos niños se sienten segregados rechazados tienen problemas
de estas cosas hay que decirlas problemas de estas cosas:
problemas para la la

-El 65 por 1000
problemas sopa sopita el el
más tarde en psiquiatría
dificultades hace tiempo podridas hace bastante 1000 es cosa
de agarrarse con borde de basuras estos chicos tienen problemas
para la la
leche no la ven
carne no la ven
malamente

-Es un desorden de la nutrición sistematizado o localizado
en la laguna de aguas las proteínas son distintas con bordes
desnutridos es cosa de agarrarse
los chicos mueren como moscas
los chicos mueren como moscas
en el primer año es como construir un Fort-de France en el primer
año los cimientos para la lectura jugando a ver

-Mire señor esta mujer dio a luz aquí sola dificultades problemas
con el cordón umbilical para cortarlo no había nadie en desorden
el grito salió

sopa
sopita

dio a luz aquí
distrofia

el grito salió no había nadie para cortar el cordón malamente
no había.

Dificultades para la
las proteínas de la carne de la leche escondidas
para el
cordón umbilical escondido esta mujer mire señor problemas para
agarrarse la cabeza estas cosas el grito salió para no gritar
sino decir
no había nadie
esta mujer aquí dio a luz con borde de basuras
malamente mala mente
más tarde especializado en psiquiatría
sistematizado
el cordón umbilical el buzo con el cordón tuvo que descender
hasta el fondo de la laguna de aguas localizado jugando a ver los
cimientos
buzo Fort-de France
doctor Fort-de France
descender hasta el fondo de la la:
primer grado
segundo grado
tercer grado
cuarto grado
quinto grado
sexto grado
séptimo grado
octavo grado
noveno grado
décimo grado

mueren como moscas: 65 por 1000
dio a luz 1925 en Fort-de France las proteínas escondidas en el cordón
umbilical nadie umbilical para cortar
umbilical
los niños juegan con el cordón dificultades problemas de estas cosas:

-Hay una zona de no-ser ellos se sienten segregados una región
extraordinariamente estéril y árida: Fort-de France.
la carne no es
la leche no es
las proteínas no-ser
la sopa sopita extraordinariamente estéril y árida

-Mire señor aquí
la zona esta mujer para no gritar sino decir dio a luz afasia dio a luz dislexia dificultades dio a luz
dislexia dio a luz cordón dio a luz primer grado segundo grado
tercer grado cuarto grado quinto grado sexto grado séptimo grado
octavo grado noveno grado décimo grado
dio a luz dio a luz la leche no la ven la carne no la ven
dio malamente dio a la luz no-ser dio a luz
extraordinariamente

-Hay una zona del no-ser esencialmente calva a cuyo término. Doctor
1925
65 por 1000
las moscas mueren como chicos
las moscas mueren como chicos

-Esta mujer los dos últimos meses tuvo un embarazo brutal.
estas cosas hay que decirlas
a cuyo término.


Leónidas Lamborghini
Nació en Buenos Aires en 1927 y murió en 2009. Luego de abandonar la Universidad trabajó como tejedor y a partir de 1956 se dedicó intensamente al periodismo y a la poesía, por la cual recibió el rápido reconocimiento de escritores como Marechal, Juan L.Ortiz y Girondo. Se exilió en México con su familia entre 1977 y 1990, año en el que regresó a la Argentina. Su obra poética, una de las más originales y revulsivas de la literatura actual en lengua española, incluye títulos como “El saboteador arrepentido” (1955); “Al público” (1957); “Las patas en la fuente” (1965); “La estatua de la libertad” (1968); “Coplas del Che” (1968); “La canción de Buenos Aires” (1968); “El solicitante descolocado” (1971); “Partitas” (1972); “El riseñor” (1975); “Episodios” (1980); “Circus” (1986); “Verme y 11 reescrituras de Discépolo” (1988); “Odiseo confinado” (Premio Boris Vian 1992); “Un amor como pocos” (1993) – novela; “Tragedias y parodias” (1994): “Comedieta” (1995); “Las Reescrituras” (1996);

  Carlos Patiño

2 de junio de 2010



Un arma sólo sirve para
matar/
si quiere ser honesta
un arma
debe ser ligera y acerada
porque
matar es siempre una desgracia

por eso un arma
si quiere ser honesta
no puede tener angelitos dorados
en el cargador
cachas de nácar
o dibujos festivos de ninguna índole
seca
austera
de pocas palabras
un arma
si quiere ser honesta
carecerá de toda fioritura:

matar no es una fiesta.


Carlos Patiño
Argentino – 1934
De “Esquinas Silenciosas” – 1994
Premio Casa de las Américas

  Oliverio Girondo

1 de junio de 2010





Yolleo

Eh vos
tatacombo
soy yo

no me oyes

tataconco
soy yo sin vos
sin voz
aquí yollando

con mi yo sólo solo que yolla y yolla y yolla
entre mis subyollitos tan nimios micropsíquicos
lo sé
lo sé y tanto
desde el yo mero mínimo al verme yo harto en todo
junto a mis ya muertos y revivos yoes siempre
siempre yollando y yoyollando siempre
por qué
si sos
por qué dí
eh vos
no me oyes
tatatodo
por qué tanto yollar
responde
y hasta cuando.



Oliverio Girondo
Argentino (1891 – 1967)
De “ En la masmédula”


  © Instrucciones para elegir en un picado

Alejandro Dolina



Instrucciones para elegir en un picado

en la voz de Alejandro Apo



Cuando un grupo de amigos no enrolados en ningún equipo se reúnen para jugar, tiene lugar una emocionante ceremonia destinada a establecer quienes integraran los dos bandos. Generalmente dos jugadores se enfrentan en un sorteo o pisada y luego cada uno de ellos elige alternadamente a sus futuros compañeros. Se supone que los más diestros serán elegidos en los primeros turnos, quedando para el final los troncos. Pocos han reparado en el contenido dramático de estos lances. El hombre que esta esperando ser elegido vive una situación que rara vez se da en la vida. Sabrá de un modo brutal y exacto en que medida lo aceptan o lo rechazan. Sin eufemismos, conocerá su verdadera posición en el grupo. A lo largo de los años, muchos futbolistas advertirán su decadencia, conforme su elección sea cada vez mas demorada.
Manuel Mandeb, que casi siempre oficiaba de elector, observó que sus decisiones no siempre recaían sobre los más hábiles. En un principio se creyó poseedor de vaya a saber que sutilezas de orden técnico, que le hacían preferir compañeros que reunían ciertas cualidades.
Pero un día comprendió que lo que en verdad deseaba, era jugar con sus amigos más queridos. Por eso elegía a los que estaban mas cerca de su corazón, aunque no fueran tan capaces.
El criterio de Mandeb parece apenas sentimental, pero es también estratégico. Uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudarán, lo comprenderán, lo alentarán y lo perdonarán. Un equipo de hombres que se respetan y se quieren es invencible. Y si no lo es, mas vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los extraños o los indeseables.


Alejandro Dolina
Nació el 20 de mayo de 1949 en Baigorrita, Buenos Aires, Argentina

Crónicas del Ángel Gris (1988)
Lo que me costó el amor de Laura (1998)
El libro del fantasma (1999)
Radiocine (2002)
Tangos del Bar del infierno (2004)
Bar del Infierno (2005)


Caricatura: Alan Alexis Girotto

  © Apuntes acerca de una mala mujer



Apuntes acerca de una mala mujer

Cuento de Sergio Ranieri
en la voz de Alejandro Apo




En la edad de oro del potrero, cuando lograban su apogeo la gambeta, el caño y la pared, también existían enemigos del fútbol atorrante que preocupaban a los iracundos habitantes del baldío. El más peligroso de todos era ese oscuro per­sonaje de la geopolítica barrial: la vieja de al lado.

La mujer tenía rasgos característicos que la diferenciaban de las demás viejas del barrio. Por ejemplo, su enagua superaba siempre dos centímetros la línea de la pollera. La escoba -con la que se empeñaba en barrer tres veces por día la ve­reda- estaba completamente gastada. Pero diferencia esencial era su vecindad con la canchita.

La casa estaba separada del campo de juego por una pared protegida por filosos culos de botellas, que impedían el acceso directo. Un patio lleno de macetas de frágil resistencia a los pelotazos, un limonero y la infaltable planta de nísperos formaban parte de la escenografía que definía el fondo de la casa, lugar desen­cadenante de la tragedia.

El picado se desarrollaba sin sobresaltos hasta que alguien, embebido en el fra­gor del entrevero, "colgaba" la pelota del otro lado de la tapia. El suceso provo­caba la inmediata descalificación moral de la madre del shoteador por parte de sus compañeros, expresada con una admirable capacidad de síntesis. El respon­sable del remate, según cierta regla de honor de origen desconocido, era el en­cargado de recuperar el balón. Su tarea consistía en detenerse frente a la puerta de entrada de la vivienda y golpear repetidamente las manos. El llamado era acompañado, generalmente, por el ladrido histérico del "Buqui", pertinaz can­cerbero de la morada. Luego de varios minutos, una voz pastosa y ronca, que denunciaba un reposo recién abortado, interrumpía los aplausos. "Mocoso de porquería !" ¿No saben que es la hora de la siesta? La pelota no la ven nunca más!" Un portazo daba por concluido el "diálogo" y, consecuentemente, el par­tido.

Ya nada podía consolar al Gordo, incondicional dueño del balón, quien recla­maba entre sollozos: "Pierde garpa, viejo, pierde garpa".

El destino final de la redonda soportaba las especulaciones más audaces. La tesis de mayor consenso entre los damnificados sostenía que la pelota era reba­nada en gajos por la arpía con la cuchilla de cortar la carne. Los más atrevidos aseguraban que la ceremonia sólo se llevaba a cabo las noches de luna llena.

El hecho tuvo consecuencias que influyeron de manera ostensible en el desa­rrollo de los picados posteriores. El temor ante la pérdida del elemento de juego obligaba a los participantes a esmerarse en los pases certeros, jugados con pe­lota a ras del suelo. La práctica consecuente de esta conducta puede verse refle­jada hoy en los estadios del fútbol profesional. Allí es fácil distinguir quienes surgieron de un, digamos, potrero-vieja-de-al-lado, de quienes no responden a ese origen y todavía siguen pegándole de punta y para arriba.

Las repercusiones del conflicto no fueron solo deportivas. El rencor acumulado por los atorrantes contra la figura de la mujer hacía eclosión en la época navi­deña, cuando los punitivos rompeportones destrozaban la corona de muérdago que colgaba de la puerta de su casa. La utilización de la canilla del jardín para inflar bombitas de agua o el saqueo sistemático de nísperos eran otras formas de ejecutar la venganza.

Pero había una circunstancia inexplicable, la repetición del fenómeno en todos los barrios de las grandes ciudades del país. Eduardo Rafaelli, brillante insai izquierdo del Club Atlético Liniers e hijo dilecto de los potreros de la zona, re­cuerda su experiencia. "Nosotros desechábamos terrenos de inmejorables con­diciones para la instalación de una canchita porque no lindaban con la casa de una mujer entrada en años, de gesto adusto y reconocido mal carácter." La sim­biosis era evidente, diría un psicólogo apresurado.

Lo único seguro es que estas historias han dejado de suceder. El potrero ha muerto de progreso y su fantasma mistongo languidece en los picados domin­gueros de los parques públicos. En esos lugares, todavía puede verse a algunos nostálgicos que, por las dudas, la siguen jugando pegada al piso.


Sergio Ranieri

  © El pichón de cristo

Roberto Fontanarrosa



El Pichón de Cristo
en la voz de Alejandro Apo



Te cuento, Macho, que la cargada la hicimos nosotros. Nos largamos a hablar, ¿viste? a farolear. Nos agrandamos, ¿viste? Y... ¿querés que te diga?, al pedo, al reverendo pedo. Porque, después de todo, nosotros no le habíamos ganado nunca, empatamos los dos partidos y fueron partidos parejos, ¿viste? que estaban para cualquiera. Pero, yo no sé, hubo gente que empezó a decir que nosotros la hacíamos de trapo. Y nosotros nos entusiasmamos, agarramos el bochín y, ¿sabés que? el agrande, viejo, el agrande. Entonces ellos se engranaron e hicieron la justa, porque la verdad que estuvieron bien, un día llaman por teléfono al club, hablan con el Tordo y le dicen que querían jugar con nosotros, ya que fuera del campeonato, que querían jugar con nosotros. Que al domingo siguiente que terminara el campeonato hiciéramos un partido en cancha de ellos, en cancha neutral, donde se nos cantaran las pelotas, mirá vos, nos relajaron.


Me acuerdo que el Tordo vino todo cagado adonde estábamos entrenando, a decirnos.

Y... ¿qué íbamos a hacer? Teníamos que agarrar viaje, no nos íbamos a ir al mazo después de todo el quilombo que habíamos armado, te imaginás. Pero la verdad que nos pegamos un sorete bárbaro, porque decíamos: “Estos, ¿sabés qué? nos deben querer pasar por arriba”. ¿Sabés el hambre con que nos debían estar esperando? Además, ellos estaban agrandados porque salían campeones, la gente los seguía por todos lados, nos querían romper bien roto el orto.

Así que te imaginás cuando viene Lopecito, el preparador físico a decirnos que el Pacú se había lesionado, nos queríamos morir. El Pacú será medio loco pero es un arquerazo, es el mejor arquero de la liga, de eso no te quepa ninguna duda, y se nos viene a lesionar un día antes del partido con estos hijos de puta. Porque cuando nos avisaron lo del Pacú ya habíamos aceptado el desafío, porque eso ya era un desafío, ¿viste? un desafío de esos de los pibes y al día siguiente teníamos que viajar a Bombal porque, de última, se había decidido hacer el partido en cancha neutral. ¡Qué lo parió! Te imaginás el quilombo. A un día del partido y sin arquero. Porque el boludón de Medina no lo contábamos; primero, que es un bagre de no creer; después, que ni siquiera había ido a entrenar las últimas semanas y además no sé quién lo había visto con un pedo tísico, por ahí, por Chovet, de pura joda. No le íbamos a ir a hablar del partido porque no nos iba a entender el desgraciado.

¡La mierda! Bueno... ¿qué hacemos? Incluso pensamos en llamar a estos tipos y decirles que postergáramos el partido, que esperáramos hasta que el Pacú se mejorase la gamba, se había jodido la gamba, un tirón. Pero... ¿sabés qué?, lo primero que iban a pensar era que nos habíamos recagado en las patas. Que arrugábamos. Que eran todos versos para ni jugar. En eso cae Manolito, cuando estábamos discutiendo el fato y dice que por qué no lo llevábamos al “Pichón de Cristo”. El “Pichón de Cristo” es un flaco que había jugado una vez en contra nuestro un amistoso, creo que en Máximo Paz. Un flaco, viste, esquelético, las piernitas, mirá, como las patas de esta mesa, te parecía mentira que pudiera atajar.

Yo, personalmente, ni me acordaba cómo atajaba. Me acordaba de la pinta porque, la verdad, era un pichón de Cristo, no le decían al pedo así. Mirá, sería más o menos como el Luis, ¿viste? no sé si no era más flaco. Pero más alto, y más ancho de arriba, bien de arriba, para colmo con el pelo largón y barbita, cagate de risa, el “Pichón de Cristo”.

Te digo que, cuando el Manolito vino con ésa, la mayoría de los muchachos estaba tan en bola como yo uno dijo que ese día había atajado un vagón, pero me perece que lo dijo por decir, pero lo cierto era que la gente de los otros pueblos, decían que el flaco se pasaba. Y eso que ni siquiera había firmado para “San Martín” de Chovet. Sabíamos que estaba ahí, pero no sabíamos si había firmado o no.

Como ya era el día del partido y veíamos que se nos hacía la noche, el pato y el hijo del Pato cazaron la picá y se mandaron para Chovet a traerlo al ñato. Medio que había ¿cómo decirte? un acuerdo con los de “Independiente” de Bigand, de presentar los mismos equipos que habían estado jugando al campeontao. Digamos, no se había hablado de eso pero se daba por sentado que vos no ibas a caerte a jugar ese partido con cuatro o cinco monos de primera, ¿viste?, cuando los muchachos cazan las licencias del verano y se van al campo a hacer algo de mosca. Vos sabés que lo llamo al “Sopita” Martínez, le digo de ir a jugar y el “Sopita” viene como por un tubo. O el “Conejo”. Pero... pero... la joda era jugar con los mismos equipos que se había jugado en la liga. Ahora, en el caso del “Pichón de Cristo”, qué sé yo, podíamos decirles que lo teníamos a prueba para el próximo año, que ya había firmado, no sé. Además, ellos, con tal de no verlo al Pacú atajando para nosotros, cualquier cosa, mirá, que lo lleváramos a Fillol, a cualquiera, iban a aceptar cualquier cosa.

Mirá, no te la voy a hacer muy larga. Fuimos a jugar y era un quilombo de gente. Mirabas detrás del alambrado y te daba miedo. Y ellos estaban con todo, ¿eh? Se habían aguantado una semana sin chupar, entrenando como siempre, sin salir de joda después de haber ganado el campeonato para agarrarnos a nosotros y rompernos el culo.

Y bueno, te la hago corta. ¿Sabés quién nos salvó de que nos cagaran, pero que nos cagaran a goles? El “Pichón de Cristo”. ¡Dios mío lo que sacó ese animal! ¡Hijo de puta! Ellos no lo podían creer y, nosotros, ¿sabés qué? menos. Si vos le veías la pinta al flaco en el arco y pensabas: “acá le pegan un pelotazo en el pecho y lo destrozan al flaco”.

Mirá, le sacó al “Tachuela” un cabezazo de pique al suelo que todavía no lo puedo creer. Un balazo, ¿eh? En un corner apareció el “Tachuela”, ¡qué bien cabecea ese hijo de puta!, entre mil, entre mil que habían saltado y se la pone de pique, abajo. Este se tira y la saca. Dos mano a mano con el wing, el negrito, ese que le dicen “Pacha”. Un voleo... ¡Uy Dios lo que fue ese voleo, me había olvidado! Un voleo que agarró el “Gallego” en el punto del penal, seco, abajo, que éste yo no sé cómo hizo, se tiró y la rechazó con esto, con el antebrazo, yo no sé cómo no se lo quebró, y rebotó como hasta media cancha. Y después, qué se yo, mil, mil porque nosotros no parábamos ni el colectivo, nos pasaban por el lado, nos pegaron un zaino que ni te cuento. Y no fue un ratito.

¿Viste que hay partidos en que por ahí te agarran mal parado y los primeros diez, quince minutos, te cagan a pelotazos?... Acá no. No. Fue así todo el partido, querido, nos dieron un zaino que no te lo quieras creer. Y nada de toquecito o de ole. No. ¿Qué toquecito? Los negros se venían a sacamos los ojos, metían centros y entraban quince, qué sé yo, mil. Los hijos de puta la tenían adentro y nos querían basurear, nos querían pasar por arriba. Decí que estaba el flaco. Increíble. En el último minuto le tapó un bombazo al cinco que yo me di vuelta para no mirar porque dije: “Aquí lo mata”. Y en tiempo de descuento, otra, esa fue la máxima! Ya el área nuestra era un quilombo, estábamos todos ahí adentro. Se arma una de rebotes después de un comer y el ocho de ellos, el “Pantufla”, desde el borde del área, le da fuerte al palo derecho del “Pichón de Cristo”. El flaco se tira... ¡y no va Huguito y se la toca en el aire! Le pega ¿viste? le pega la cadera al Huguito que haba cerrado y le cambia el palo al “Pichón”. Yo la vi adentro, ¿viste? La vi adentro. Porque el flaco ya se había tirado, estaba en el aire cuando Hugo le cambia el palo. Yo no sé, no sé cómo hizo. Giró en el aire... ¿viste como los nadadores cuando llegan al final de la pileta y giran para volver para el otro lado? Este hizo algo así, en el aire, le pegó un manotazo apenitas con la punta de los dedos y la dejó ahí, picando a diez centímetros de la línea. Llegué yo y, ¿sabés qué? le puse tamaña quema que creo que la perdí. La saqué del pueblo. No la quería ver más a esa hija de puta. Y terminó el partido. Los de “Independiente” no lo podían creer. No lo podían creer. Se agarraban el bocho. Se la comieron doblada los hijos de puta, con un nudo en la tapún.

Y bueno, te cuento. En el vestuario, te imaginás, los abrazos con el flaco, con el arquero. Una barbaridad, una barbaridad. Y el flaco, calladito, ¿viste? no decía nada, o se sonreía, tenía tierra hasta en el ojete pobre flaco, si se la había pasado revolcándose. Los muchachos se bañaron y yo me retrasé un poco. Medio porque antes de bañarme estuve como media hora tirado arriba de un banco de la palmera que tenía. Además, me habían pegado un puntín acá, detrás del muslo, que cuando se me enfrió el músculo me dolía como la puta madre.

Después me bañé y me empecé a cambiar. Fue en eso que lo veo al flaco que salía de la ducha. Y fue raro... porque venía con la toalla atada a la cintura, en ojotas, y en eso pasó por debajo de una ventanita donde entraba sol y el sol le dio en la cabeza, ¿viste? y se le formó como una aureola, sabés de qué?, pienso... de ese vapor que te sale del cuerpo cuando terminas de bañarte. Lo estaba mirando cuando veo que tenía las palmas de las manos lastimadas, las dos. “¿Qué te pasa?” le pregunto. “¿Dónde?” me dice. “En las manos”. “Ah, me pisó el nueve”, me dice. Me pareció raro, ¿viste? porque me acordaba que el flaco había atajado con guantes. Después también le viché un raspón bastante fulero por acá, en las costillas. Pero parecía un raspón viejo, de algún otro partido. Después el flaco se cambió rápido, como si estuviese apurado, pero me dio la impresión de que no quería que yo le hiciera más preguntas. Y... ¿sabés lo que se me ocurrió pensar? Eso les lo que te quería contar. Sabés lo que se me ocurrió pensar? Mirá que uno a veces es boludo, porque por ahí el tipo es un tipo tímido y nada más. Pero pensé... “¿Este flaco no andará en alguna fulería, en algo fulero, y no quiere parlarla demasiado?”. Boludeces que a uno se le ocurren. Mirá cómo es uno de jodido, después de todo. Después el flaco se fue y no lo vi más. Lo buscamos, me acuerdo, durante toda la semana, para ver si no quería firmar para nosotros. Y no lo encontramos. Después

Roberto Fontanarrosa
1944:
Era domingo y el parto había sido normal, salvo por un detalle el bebé resultó negro y canalla. El 26 de noviembre nace en Rosario (Argentina) Roberto Fontanarrosa

2007:
el 19 de julio fallece a la edad de 62 años.