Estación Quilmes: 05/01/2011 - 06/01/2011

  José María Pallaoro

31 de mayo de 2011



La enredadera

Las rejas desaparecen

Es indudable que ese jazmín crece
para recordarnos
que la belleza es
aún posible

Dentro de pocos días
sus flores perfumarán

la intimidad de esta habitación
donde consumo mis horas

en busca de un tesoro que no encuentro
y que no sé si existe



El pasajero

Como en la película
de Antonioni

ser otro
pero sin pasado
un hombre nuevo
con una identidad verdadera

clandestino por Almería
o Barcelona o La Plata

en otro país
en otra ciudad
en otro lugar

en otra cama



José María Pallaoro
Nació en La Plata el 28 de febrero de 1959. Dirigió la revista de poesía "El espiniyo". Es editor de Libros de la talita dorada. Escribió en poesía, entre otros títulos éditos e inéditos: Pájaros cubiertos de ceniza (1982-1990), Breve cielo (1982-1985), Latidos (1982-1990), Cuando llueve el mundo es otro (1985-1990), En medio de la lluvia (1983-1991), Es hora de volver a Jimmy Hendrix (1994), El mago (1998-1999), El bostezo del viento (1998-2000), Andante tren (2001), El estado de las cosas (2001-2002), El vino del azar (2001-2004), Son dos los que danzan (2005), Setenta y 4 (2008) y Basuritas (2010). Desde siempre reside en City Bell, donde coordina un taller de escritura y el Espacio Cultural Taller-Encuentro La Poesía.

http://www.josemariapallaoro.blogspot.com

  Marcelo Marcolin

29 de mayo de 2011




La amante negra de Mao Tse Tung

“Al principio yo dudaba porque era negra”
Jack Kerouac


La amante de Mao Tse Tung era negra.
Había llegado de lejos / tan lejos como el deseo de Mao.
Dos veces al año bajaba del silencio hasta Pekín.
Era negra / tan negra como esos agujeros secretos. Era negra y el pelo rojo
tan de acuerdo al régimen precoz y a los blasones que adornaban
el cuarto de Mao Tse Tung.
Ella untaba su cuerpo con óleos mágicos enviados desde la India. Olores
extremos / sabrosos / carnales. En ese instante
el brillo iluminaba los cielos y las estrellas / desterraba los males
y encendía las furias más intensamente guardadas en la inmensidad del apetito.
Cuando el viento aullaba entre las columnas / Lin Biao convocaba a la amante
a penetrar en los bosques amables de una habitación casi en las sombras
sombras humeantes de intrigas y aromas. Ella / cual hechicera / hurgaba sigilosa
los silencios envueltos en una bandera roja.
Mao la esperaba al borde de una gran cama dorada
/ entonces comenzaba su tarea. Suave y delicadamente decía en el oído de Mao:
Zedong / Zedong. Y le otorgaba al líder la bondad y la delicia.
Fraseaba en su cuerpo los acordes sublimes de una melodía
llegada desde un horizonte en llamas. Ella entendía los buenos secretos
del amor y sus laberintos / del himen esparcido en la angustia
de una guerra sin final / del dolor de ser el oculto placer de la revolución.
La amante negra de Mao viajaba por las geografías y pensamientos de un Mao
destronado / perpetrado / condenado.
Ella repetía: Zedong / Zedong. El callaba y gemía. Abría sus ojos al espacio
y destinaba babas al destino. Mientras ese cántaro de ébano y carne encendido
alzaba ecos de lenguas sobre lenguas
y los espíritus del placer
se esparcían por las ventanas de una ciudad
que siempre estaba dormida en sus propios prismas.
Y otra vez / la mujer sobre las muecas del líder / y otra vez: Zedong / Zedong
y la lluvia llevándose los rituales de un dragón arrojado en los roperos
de una revolución que sigue agitándose más allá de la ventisca.
Zedong / Zedong y el penúltimo sabor de una amante negra
preparando la secuencia del beso inesperado entre los arcos de la muerte.

La amante de Mao Tse Tung era negra y una tarde de tan poco sol
partió tan lejos / tan lejos como parten el adiós o la soledad /
los suicidas de rojo / los pájaros de plumas de fuego y algunas revoluciones.



Marcelo Marcolin
Buenos Aires (1957)

  Néstor Groppa

27 de mayo de 2011



Cosmética del automotor

Master coiffeur, estilista
Marí José Colorista José Marí
depilación, manos, uñas
esculpidas, cama solar,
reflejos, nutriciones,
brushing, hidratación,
planchita, iluminación,
modelado, planchados

Unisex (toque timbre al lado)

lavandinas, desodorantes, detergente nacarado


Unos llegaban a hacerse las gomas.
Otros, las arrugas de los guardabarros o una planchita
al capot (no a la capota). Hidrataban el carburador,
acentuaban la iluminación. Depilaban de paisajes
el espejito retroscópico (los tiraban
con sus caminos y las malas palabras –tics–
del lenguaje dialecto-vocabulario del buen conductor).
El coiffeur o peinador estaba con impecable mameluco
engrasado y las uñas negras y rojas
de grasa y litio tenaz.
Los clientes entraban a la fosa
para hacerse la base y luego la tintura.
Salían a los días, al mes, al tiempo
o hasta que llegara un familiar enojado a reclamar.
Pasaban noches enteras
en la cama solar o en el secador
contándose cosas.
Prometían encontrarse y volver
a la COSMÉTICA DEL AUTOMOTOR
porque Marí José y José Marí
son de absoluta confianza.
No eran careros
y su taller de belleza unisex
(camionetas 4x4 y coches –todos los tamaños
y modelos–) recibían un toque inigualable
con detergente nacarado

pasado a cepillo cerda-anden o rastra-francés

y al final
la especialidad del shampoo siliconado.



Néstor Groppa (Leandro Álvarez)
Argentino (1928 – 2011)

Nació en Laborde, Córdoba, en 1928, y residió desde 1951 en Jujuy. Falleció en mayo 2011. Fue maestro de grado, bibliotecario, periodista y editor, y estuvo entre los fundadores de Tarja (1955-1960), una de las revistas más importantes en la historia literaria argentina. Su obra incluye, entre otros títulos, Taller de muestras (1954), Indio de carga (1958), En el tiempo labrador (1966), Carta terrestre y catálogo de estrellas fugaces (1973), Almanaque de notas (1978), Obrador (1988), Abacería (1991), Libro de Ondas con abrecaminos y final de pálidas (2000) y ocho tomos de Anuarios del tiempo (1998-2007). Además de poesía, tiene un libro de memorias: Este Otoño (2006).

Extraído de: www.la infanciadelprocedimiento.blogspot.com

  María Pugliese

25 de mayo de 2011



que no sepa
en qué se convirtieron
los ladridos de perros
los pantanos
el recuento de horas
las plegarias

que no sepa
en qué tierra
cavé los orificios
para ocultar
la danza de flamencos rosados

si algún badajo
cimbra en metal o en madera
y desbanda gorriones
si los cascos de diez caballos ciegos
atraviesan mi pecho
en cada despertar

que no sepa




María Pugliese
Argentina – 1957

De: “Vigías en la noche”
Ed. Último Reino – 2007


Nació en Vicente López Pcia. de Bs. As. en 1957. Editó los siguientes poemarios: “De uno y otro lado” Ed. Filofalsía, 1988; “Esquirlas”. Ed. La rama dorada, 1990; “Voces como furias” Ed. Último Reino, 1996. Tiene inéditos: “A paso hombre”, 1985; “Cavernas”, 1990; “Cripta de amor”, 2004 y “Ejecuciones”, 2005.

  Macky Corbalán

23 de mayo de 2011



Esa mujer

Quisiera ver la nueva casa
llenarse de colores y que ella,
la que jamás supo de soledad
de gente, se sintiera acompañada.
Ahora sabe de esa soledad, pero no
de aquella que supo pegársele de
niña: con sombra, con juegos, con
amargos vientos en las piernas, se creía
acompañada, pero era nada
más la rojiza caricia
del sol en la siesta de la chacra.
Da pena el solo pensarlo. Ahora
anda por esos cuartos nuevos y
pone cosas aquí y allá, como si
esas cosas no fueran ella. Como si
fuéramos algo más allá de los objetos:
ese sillón arañado de gatos, las ropas
colgando desoladas en el aire
del patio, el balde de plástico abandono.


Se le llena la cabeza de las voces
del miedo, por eso apela a los juegos
con animales que le saltan y ensucian, ríe
fuerte, alto, piensa en comidas
que hará, en llamar a la radio por quejas
de todos, hace y rehace la cama
que ocupa sola.



Mientras pela redondas papas sucias
de tierra, piensa en cómo, de pronto, todo
se volvió cercano, accesible, incluso
la finitud. Más tarde, come a solas
lo que a solas concibió.


¿Será así? ¿desde ahora todo hacia abajo si
abajo es resignación y vacío y muerte?


Las luces de patios vecinos se han apagado,
ahora ellos, esposos, amantes, niños, duermen
acunados, vigilados por el insomnio
intermitente de quien teme.


Toda quien es madre espera
no estar sola un día, esto no desmiente
las noches en vela, la vida entregada,
el aturullamiento de los sueños.


Ahora,
las plantas son hijos.



Macky Corbalán
Argentina – 1963

De: “Como mil flores”
Ed. Hipólita – 2007

Licenciada en Servicio Social, Periodista y Poeta. Nacida en Cutral-Co en 1963.
En 1986, recibió el primer premio en el Tercer Concurso Nacional de Poesía "Raúl González Tuñón" Jurados: Jorge Boccanera, Hamlet Lima Quintana y Juano Villafañe. En 1987, poemas publicados en la antología Voces a Mano / Antología poética de Neuquén (Ediciones Culturales Neuquinas). Única antología que existe hasta la actualidad, de poesía neuquina contemporánea. En 1995, seleccionada para la antología Poesía en la Fisura, realizada por Daniel Freidemberg (Ediciones del Dock) que incluye a poetas de los ’90. En 2006, participación en Antología de Poetas de la Patagonia, a cargo de la española Concha García. Centro de ediciones de la Diputación de Málaga. Seleccionada para participar “Poetas Argentinas (1961-1980)”, Ediciones del Dock. 2010: Participación en la “Antología. La poesía del Siglo XX en Argentina” - Casa de América en Madrid (Visor).

Poemarios: "La Pasajera de Arena". Ed.Tierra Firme, 1992; "Inferno". Ed. Tierra Firme, 1999; Como mil flores”, Hipólita Ediciones (Editorial de mujeres escritoras), 2007;

  Alda Merini

21 de mayo de 2011



Los poetas trabajan de noche

Los poetas trabajan de noche
cuando el tiempo no les urge,
cuando se calla el ruido de la multitud
y termina el linchamiento de las horas.
Los poetas trabajan en la oscuridad
como halcones nocturnos o ruiseñores
de canto dulcísimo
Y TEMEN OFENDER A DIOS.
Pero los poetas, en su silencio,
hacen mucho más ruido
aaaaaaaque una dorada cúpula de estrellas.


***

I poeti lavorano di notte

I poeti lavorano di notte
quando il tempo non urge su di loro
quando tace il rumore della folla
e termina il linciaggio delle ore.
I poeti lavorano nel buio
come falchi notturni od usignoli
dal dolcissimo canto.
E TEMONO DI OFFENDERE IDDIO.
Ma i poeti, nel loro silenzio,
fanno ben più rumore
aaaaaadi una dorata cupola di stelle.


Alda Merini
Italia (1931 – 2009)

De: Destinati a morire (“Destinados a morir”) 1980.
Trad. de Roberto Martínez Bachrich

Ha publicado, entre muchos otros títulos: La presenza di Orfeo (1953), Paura di Dio (1955), Nozze romane (1955), Tu sei Pietro (1962), Destinati a morire (1980), La Terra Santa (1983), Le satire della Ripa (1983), Le rime petrose (1983), Fogli bianchi (1987), Testamento (1988), Vuoto d’amore (1991), La vita facile (1992), Aforismi (1996), Un’anima indocile (1996). Falleció en 2009.

  Fito Páez

19 de mayo de 2011




Al lado del camino


Me gusta estar a un lado del camino
fumando el humo mientras todo pasa
me gusta abrir los ojos y estar vivo
tener que vérmelas con la resaca
entonces navegar se hace preciso
en barcos que se estrellen en la nada
vivir atormentado de sentido
creo que ésta, sí, es la parte mas pesada
en tiempos donde nadie escucha a nadie
en tiempos donde todos contra todos
en tiempos egoístas y mezquinos
en tiempos donde siempre estamos solos
habrá que declararse incompetente
en todas las materias de mercado
habrá que declararse un inocente
o habrá que ser abyecto y desalmado
yo ya no pertenezco a ningún istmo
me considero vivo y enterrado
yo puse las canciones en tu walkman
el tiempo a mi me puso en otro lado
tendré que hacer lo que es y no debido
tendré que hacer el bien y hacer el daño
no olvides que el perdón es lo divino
y errar a veces suele ser humano
no es bueno hacerse de enemigos
que no estén a la altura del conflicto
que piensan que hacen una guerra
y se hacen pis encima como chicos
que rondan por siniestros ministerios
haciendo la parodia del artista
que todo lo que brilla en este mundo
tan sólo les da caspa y les da envidia
yo era un pibe triste y encantado
de Beatles, caña Legui y maravillas
los libros, las canciones y los pianos
el cine, las traiciones, los enigmas
mi padre, la cerveza, las pastillas los misterios el whiskymalo
los óleos, el amor, los escenarios
el hambre, el frío, el crimen, el dinero y mis 10 tías
me hicieron este hombre enreverado
si alguna vez me cruzas por la calle
regálame tu beso y no te aflijas
si ves que estoy pensando en otra cosa
no es nada malo, es que pasó una brisa
la brisa de la muerte enamorada
que ronda como un ángel asesino
mas no te asustes siempre se me pasa
es solo la intuición de mi destino
me gusta estar a un lado del camino
fumando el humo mientras todo pasa
me gusta regresarme del olvido
para acordarme en sueños de mi casa
del chico que jugaba a la pelota
del 49585
nadie nos prometió un jardín de rosas
hablamos del peligro de estar vivo
no vine a divertir a tu familia
mientras el mundo se cae a pedazos
me gusta estar al lado del camino
me gusta sentirte a mi lado
me gusta estar al lado del camino
dormirte cada noche entre mis brazos
al lado del camino
al lado del camino
al lado del camino
es mas entretenido y mas barato
al lado del camino
al lado del camino


Fito Páez
Nació en Rosario, Argentina, el 13 de marzo de 1963 y formó Staff, su primera banda, cuando tenía 13 años. Ya en 1977 tocaba en El Banquete, junto a Rubén Goldín y Jorge Llonch. A partir del año siguiente se presentó como solista en varios pubs locales. Cuando Juan Carlos Baglietto formó su banda, lo incluyó como tecladista y como arreglador, junto a Goldín, quien también tocaba la guitarra. En esa banda militaban Silvina Garré y Sergio Sáenz. Para fines de 1983 ya cantaba "Del '63" solo con su piano, en medio del show de Baglietto.

  Piedad Bonett

17 de mayo de 2011



La muy perra


En ciertas ocasiones
la vida nos demanda mezquindad

Es -pareciera decirnos-
un acto de justicia
una manera sana
de respirar en medio del fastidio
de no ofrecer la otra mejilla

Pero
¿qué tal si optamos por la benevolencia
por ir limpios y ufanos
celestiales?

Innobles son los tratos que la vida propone

Escoge
-nos ladra la muy perra-
entre tu bilis negra y tu soberbia.



Piedad Bonett
De “Las herencias”



Poeta, dramaturga y traductora colombiana nacida en Amalfi, Antioquia, en 1951.
Es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de los Andes, donde ocupa la cátedra de Literatura desde 1981.
En poesía ha publicado De círculo y ceniza (1989), Nadie en casa (1994), El hilo de los días (1995), Ese animal triste (1996), Todos los amantes son guerreros (1997), Tretas del débil (2004) y Las herencias (2008).

  Atahualpa Yupanqui

15 de mayo de 2011


  

Coplas del payador perseguido

Con su permiso voy a dentrar
aunque no soy convidado
pero en mi pago un asao
no es de naides y es de todos
yo voy a cantar a mi modo
después que haya churrasqueado.

Yo sé que muchos dirán
que peco de atrevimiento
si largo mi pensamiento
pal rumbo que ya elegí
Pero siempre ha sido así
galopiador contra el viento.

La sangre tiene razones
que hacen engordar las venas
Penas sobre pena y penas
hacen que uno pegue el grito
La arena es un puñadito,
pero hay montañas de arena.

No se si mi canto es lindo
o si saldrá medio triste
nunca fui zorzal ni existe
plumaje más ordinario
yo soy pájaro corsario
que no conoce el alpiste.

Vuelo porque no me arrastro
que el arrastrarse es la ruina
anido en árbol de espina
lo mesmo que en cordillera
sin escuchar las zonceras
del que vuela a lo gallina.

No me arrimo así nomás
a los jardines floridos
sin querer vivo advertido
pa' no pisar el palito
hay pájaros que solitos
se entrampan por presumidos.

Aunque mucho he traqueteado
no me engrilla la prudencia
es una falsa experiencia
vivir temblándole a todo
cada cual tiene su modo
la rebelión es mi ciencia.

Yo soy de los del montón
no soy flor de invernadero
igual que el trébol campero
crezco sin hacer barullo
me apreto contra los yuyos
y así lo aguanto al pampero.

Acostumbrado a las sierras
yo nunca me se marear
y si me siento alabar
me voy yendo despacito
pero aquel que es compadrito
paga pa' hacerse nombrar.

Si me dicen señor;
agradezco el homenaje
mas soy gaucho entre el gauchaje
y soy nadie entre los sabios
y son para mi los agravios
que le hagan al paisanaje.

La vanidad es yuyo malo
que envenena toda huerta
es preciso estar alerta
manejando el asadón
pero no falta el varón
que la riega hasta en su puerta.

El trabajo es cosa buena
es lo mejor de la vida
pero la vida es perdida
trabajando en campo ajeno
unos trabajan de trueno
y es parotros la llovida.

El estanciero presume
de gauchismo y arrogancia
el cree que es estravagancia
que su pión viva mejor
mas no sabe ese señor
que por su pión tiene estancia.

EL que tenga sus reales
hace muy bien en cuidarlos
pero si quiere aumentarlos
que a la ley no se haga el sordo
que en todo los pucheros gordos
los choclos se vuelven margos

Yo vengo de muy abajo
y muy arriba no estoy
al pobre mi canto doy
así lo paso contento
porque estoy en mi elemento
y ahí valgo por lo que soy.

Cantor que cante a los pobres
ni muerto se ha de callar
pues ande vaya a parar el canto
de ese cristiano
no ha de faltar el paisano
que lo haga resucitar

Si alguna vuelta he cantado
ante panzudos patrones
he picaneado las razones
profundas del pobrerío
yo no traiciono a los míos
por palmas ni patacones.

Si uno canta coplas de amor
de potros de domador
del cielo y las estrellas
dicen que cosa más bella
si canta que es un primor;
pero si uno como Fierro
por ahí se larga opinando
el pobre se va acercando
con las orejas alertas
y el rico bicha la puerta
y se aleja reculando

Tal vez, alguien haya rodado
tanto como rodé yo
pero le juro, créamelo
que vi tanta pobreza
que yo pensé con tristeza
Dios por aquí y no paso.

Nadie podrá señalarme
que canto por amargao
Si he pasado las que he pasado
quiero servir de alvertencia
el rodar no será cencia
pero tampoco es pecado

Amigos voy a dejarlos
está mi parte cumplida
es la forma preferida
de una milonga pampeana
canté de manera llana
ciertas cosas de la vida.

Ahora me voy no se a donde
pa mi todo rumbo es bueno
los campos con ser ajenos
los cruzo de un galopito
guarida no necesito
yo se dormir al sereno.

Y aunque me quiten la vida
o engrillen mi libertad
o aunque chamusquen quizá
mi guitarra en los fogones
han de vivir mis canciones
en el alma de los demás.

No me nuembren que es pecao
y no comenten mis trinos
yo me voy con mi destino
pal lao donde sol se pierde
tal vez alguno se acuerde
que aquí canto un argentino.





Letra y Música: Atahualpa Yupanqui (1908 – 1992)
Intérprete: Jorge Cafrune (1937 – 1978)

En: Los maravillosos años de la canción social. (Vol. II)
Music Colombia – 2000

  Paul Celan

13 de mayo de 2011



Canción a una dama en la sombra

Cuando la Taciturna llegue y decapite los tulipanes,
¿Quién saldrá ganando?
                              ¿Quién saldrá perdiendo?
                                        ¿Quién se asomará a la ventana?
¿Quién pronunciará primero su nombre?
Alguien que es portador de mis cabellos.
Los lleva como se lleva a los muertos en las manos.
Los lleva como llevó el cielo mis cabellos aquel año en que amé.
Los lleva así por vanidad.
Ese saldrá ganando.
                              No saldrá perdiendo.
                                        No se asomará a la ventana.
No pronunciará su nombre.
Es alguien que está en posesión de mis ojos.
Los tiene desde que se cierran los portones.
Los lleva en los dedos, como anillos.
Los lleva como añicos de fruición y zafiro:
era ya mi hermano en otoño;
y ya cuenta los días y las noches.
Ese saldrá ganando.
                              No saldrá perdiendo.
                                        No se asomará a la ventana.
Pronunciará su nombre el último.
Es alguien que tiene lo que dije.
Lo lleva bajo el brazo, como un bulto.
Lo lleva como el reloj su peor hora.
Lo lleva de umbral en umbral, mas no lo arroja.
Ese no saldrá ganando.
                              Saldrá perdiendo.
                                        Se asomará a la ventana.
Pronunciará su nombre el primero.
Será decapitado con los tulipanes.



Paul Celan
Rumania - Alemania (1920 – 1970)
De "Amapola y memoria" 1952
Versión de Felipe Boso

Poeta alemán de origen judío rumano y habla alemana, considerado por la crítica el más grande lírico en alemán de la segunda posguerra.
Su nombre era Paul Pésaj Antschel o Ancel (Celan es anagrama de Ancel, su apellido en rumano), judío asquenazí; nacido en Czernowitz (o Cernovitsi o Cernauti), en la región de Bucovina, entonces parte de Rumanía.
En 1938 marchó a estudiar medicina en Tours, Francia, pero retornó a Chernivtsi para estudiar literatura y lenguas románicas. En 1941 las tropas nazis ocuparon la región y reagruparon a los judíos en guetos, de forma que en 1942, mientras estudiaba en la universidad de su ciudad natal, sus padres fueron deportados a campos de exterminio; su padre pereció de tifus y su madre asesinada, mientras que él fue recluido en un campo de trabajo en Moldavia.
Tradujo del francés, el ruso, el inglés, el portugués, el italiano y el hebreo; sus obras más importantes en este campo fueron la versión al alemán de las obras de Arthur Rimbaud, Ósip Mandelstam, Paul Valéry, Shakespeare, Emily Dickinson, René Char y Emil Cioran. Su primer poemario, Amapola y memoria (1952), incluye su poema más famoso, «Todesfugue», traducido como «Muerte en fuga» o «Fuga de la muerte» (1948), una descripción del campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau que calca la estructura musical de la fuga. Son también cimas importantes de su lírica los libros La rosa de Nadie (1963), Giro de aliento (1967) y Soles de hilo (1968).
Se suicidó arrojándose al río Sena desde el puente Mirabeau (París) en la noche del 19-20 de abril de 1970.
Obra: “Der Sand aus den Urnen” (1948) (La arena de las urnas); “Mohn und Gedächtnis” (1952) (Adormidera y memoria // Amapola y memoria); “Von Schwelle zu Schwelle” (1955) (De umbral en umbral); “Sprachgitter” (1959) (Rejas de lenguaje // Reja de locutorio); “Gespräch im Gebirg” (texto poetológico sobre el desencuentro con Adorno) (1959) (Conversación en la montaña); “Der Meridian” (discurso pronunciado al recibir el premio Georg Büchner en 1960, impreso en 1961) (El Meridiano); “Die Niemandsrose” (1963) (La rosa de Nadie); “Atemwende” (1967) (Giro del aliento // Cambio de aliento); “Fadensonnen” (1968) (Soles de hilo // Soles-filamentos); “Lichtzwang” (póstumo, 1970) (Compulsión de luz // Luz a la fuerza); “Schneepart” (póstumo, 1971) (Parte de la nieve // Particela de nieve); “Zeitgehöft” (póstumo, 1976) (Patios de tiempo // Granja de tiempo); “Das Frühwerk” (obra de juventud, 1989); “Die Gedichte” (obra poética completa, anotada por Barbara Wiedemann, 2003)

  Eduardo Galeano

11 de mayo de 2011



Pobrezas


Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que no tienen tiempo para perder el tiempo.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que no tienen silencio ni pueden comprarlo.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que tienen piernas que se han olvidado de caminar,
como las alas de las gallinas se han olvidado de volar.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que comen basura y pagan por ella como si fuese comida.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que tienen el derecho de respirar mierda,
como si fuera aire, sin pagar nada por ella.

Pobres,
lo que se dice pobres
son los que no tienen más libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que viven dramas pasionales con las máquinas.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que son siempre muchos y están siempre solos.

Pobres,
lo que se dice pobres,
son los que no saben que son pobres.



Eduardo Galeano
Uruguay – 1940

Eduardo Germán María Hughes Galeano, conocido como Eduardo Galeano, es un periodista y escritor uruguayo, ganador del premio Stig Dagerman. Es considerado uno de los más destacados escritores de la literatura latinoamericana.
Sus libros más conocidos, Memoria del fuego (1986) y Las venas abiertas de América Latina (1971), han sido traducidos a veinte idiomas. Sus trabajos trascienden géneros ortodoxos, combinando documental, ficción, periodismo, análisis político e historia. Niega ser un historiador:
Obra editada: 1963 – “Los días siguientes”; 1964 – “China”; 1967 – “Guatemala, país ocupado”; 1967 – “Reportajes”; 1967 – “Los fantasmas del día del león y otros relatos”; 1968 – “Su majestad el fútbol”; 1971 – “Las venas abiertas de América Latina”; 1971 – “Siete imágenes de Bolivia”; 1971 – “Violencia y enajenación”; 1972 – “Crónicas latinoamericanas”; 1973 – “Vagamundo”; 1980 - “La canción de nosotros” 1977 - “Conversaciones con Raimón”; 1978 – “Días y noches de amor y de guerra”; 1980 – “La piedra arde”; 1981 – “Voces de nuestro tiempo”; 1982 - 1986 “Memoria del fuego”; 1984 – “Aventuras de los jóvenes dioses”; 1985 – “Ventana sobre Sandino”; 1985 – “Contraseña”; 1986 - “La encrucijada de la biodiversidad colombiana”; 1986 – “El descubrimiento de América que todavía no fue y otros escritos”; 1988 - 2002 – “El tigre azul y otros artículos” ; 1962 - 1987 – “ Entrevistas y artículos Ediciones Del Chanchito”; 1989 – “El libro de los abrazos”; 1989 – “Nosotros decimos no”; 1990 –“América Latina para entenderte mejor”; 1990 – “Palabras: antología personal”; 1992 – “Ser como ellos y otros artículos”; 1993 – “Amares”; 1993 – “Las palabras andantes”; 1994 – “Úselo y tírelo”; 1995 - “El fútbol a sol y sombra”; 1998 – “Patas arriba: Escuela del mundo al revés”;1999 – “Carta al ciudadano 6.000 millones”; 2004 – “Bocas del Tiempo”; 2006 – “El Viaje”; 2007 – “Carta al señor futuro”; 2008 – “Patas arriba, la escuela del mundo al revés”; 2008 – “Espejos. Una historia casi universal”

  Eugenio Mandrini

9 de mayo de 2011



Teoría del aullido


La luna se ha hecho la difunta para los hombres, pero está
viva y radiante para los perros. Desde su alzada distancia
los conmueve, los hechiza, les promete que en cada uno de
sus cráteres, escarbando apenas, una yacimiento de huesos
tibios y robustos los aguarda. El día que la invadan, es
decir, que sea poseída por los perros, estos ya no serán
más los mejores amigos del hombre. Defenderán el paraíso
alcanzado contra toda intrusión terrestre, formando huestes
de jaurías, veloces y libres como el polvo en el viento e
invencibles como este. Perderán el don humano, indecoroso
y servil de la melancolía, y no habrá perdón, sino condena
para los reminiscentes que persistan en aullar a una luz
en la noche. Y en especial recordarán las pedradas en la
pelambre, los terrores de la escarcha en los baldíos, el
estruendo del mar en las playas desoladas, el amor medroso
que idearon a cambio de un hueso sin alma roído bajo las
mesas sobre las cuales el festín humeante no tenía término;
recordarán el instinto castrado, los puntapiés, los gritos,
la cadena. Y después de recordarlo todo, se reunirán, porque
los perros -como los dioses imaginados- no olvidan la
desdicha; a ciertas horas irreprimibles de cada día, se
reunirán, apretujados como en una conjura, e irán descargando
la lluvia de sus orines dorados sobre la tierra, que desde
entonces tendrá para ellos la apariencia de un árbol. Por
eso la luna se ha hecho la difunta para los hombres, y se
deja aullar por los perros, mientras fríamente los espera.



Eugenio Mandrini
Argentino – 1936
De: “Conejos en la Nieve”
Ed. Colihue – 2009

Poeta, ensayista y guionista de historietas. Fue fundador e integrante de La Sociedad de los Poetas Vivos y es director de la revista "Buenos Aires Tango y lo demás". En 2008 obtuvo el Primer Premio de Poesía "Olga Orozco" por su libro "Conejos en la nieve". Poemarios: "Criaturas de los bosques de papel" (que también incluye cuentos), "Antes que el viento se apague" y "Campo de apariciones".

  Estela Figueroa

7 de mayo de 2011



Mujer


Con la menopausia engordó
y en camisón parece una matrona.
Sentada en la cama
después de la siesta
le gusta recordar.
Viejos amores
viejas lecturas.
Vive de eso
ahora que los amantes se han ido
y los libros nuevos le niegan el paso.

Recuerda consciente de que algo olvida.
“Hay una línea de Verlaine que no volveré a recordar”
- se dice -
O algún hermoso muchacho de veinte años
allá por los años 70
70 y tantos…
- se dice –
temblando por las pérdidas
la mujer sola que parece una matrona.


Estela Figueroa
Argentina – 1946
De: “La forastera”
Ed. Recovecos – 2007

Nacida en 1946 en Santa Fe, ciudad donde reside, ha publicado los libros de poemas “Máscaras sueltas” (1986, traducido al italiano) y “A capella” (1991). “La forastera

  Raquel Adet

5 de mayo de 2011




Cisne o maravillla

A Silvia Battistuzzi


Vengo
desde la sed
desnuda
agua desconocida en las entrañas.
Cisne desgajado
a la deriva
con la boca granada injustamente abierta
muda
apoyada al pelaje
cauteloso hombro del diluvio.
Evitando por ansia
la mueca de morirme
desdichada en la rabia de tantos funerales.
Vengo
de dormir la ciudad quebrada
donde faltan uñas
está encendida tu caricia
acentuando
hermoso lo lejano,
hospedada al recorrido
entrelazada
al abrazo de perderte
segura
que las marcas eran llamas.



Viene de la palabra pan

a Pani Adet


llama de pan tiene ojos crecidos
desde el vientre
madre canto, de toda orfandad
corazón
despedazado de ternura.
No necesita mas adornos
que las manos extendidas de los solos
hacia su generosidad.
En las suyas
el ornamento es testimonio de justicia

Pelo coherente
Colorado
madera estremecida para el sueño.

Le sobran perros
que saltan al sendero
reconociendo asilo.
Es furia de cerezo
multiplicada mirando al fondo
huele a sol
sentimientos ajenos.
Honrada
busca
¿dónde andarán sus muertos?
Inclinada
siempre.
Es la canción de la espina metida en la garganta
alta su mirada
silenciando todo el cementerio.



Raquel Adet
De "Las bestias del arco iris"



Nació en Salta, el 9 de diciembre de 1957. Desde el año 1980 sus poemas son publicados en diarios y revistas de Salta.

  Marcelo Marcolin

3 de mayo de 2011




Mientras la lluvia lo dice

“Si tu forma de lluvia me mojara”
Roberto Santoro


Todo lo arrastra esta maldita lluvia
lluvia sin color sobre el horizonte y los pecados.
Todo lo lleva y todo lo trae
mensajes de aquel lado del día que viaja sobre los pies
y se queda con todo mi equipaje.
Mirá la pieza del hombre rojo / la secreta estadía del recuerdo
se aferra en sus paredes de tiempo sin forma
y ahí están las supremas cosas que resisten a las tempestades / a los olvidos / las traiciones
y allá, de aquel lado
mi cajita / mi cajita con fotos / estampas/ con la moneda de Canadá / un diente /
con siete semillas de manzana envueltas en papel celeste para la suerte,
cajita cargada de viento que en las mejores siestas
bailó de marihuana por el barrio
y todos decíamos revolución / Guevara / revolución
y todos fuimos declarados inmortales en las leyendas / las secuencias
en los bolsillos de la memoria.
Lluvia alguna vez dije / habitaciones en secreto de aquel otoño en Budapest
y tus ojos guatemaltecos hablando de la lluvia / de la deliciosa humedad
que brota de tu cuerpo / de tu cuerpo en estado de espuma celestial /
y ojos guatemaltecos / espuma negra penetrando sigilosa como fantasmas
en una noche de Budapest y nuestras manos necesitando regresar al sitio imperfecto
que nunca estuvimos / para otra vez partir / partir digo sobre la tarde
y los ojos guatemaltecos / partir de Budapest y la cajita
volver pienso / muchas veces lo pienso
pero han dado vuelta este mapa y las rutas
toman el otro rumbo y yo sigo esperando / casi solo y perdido /
aquel estrepitoso ómnibus azul parado frente a una shell
y Susi / Susi la de las caderas soñadas dice yoin / yoin / se quita sus ropas
me muestra su cuerpo en la tarde vagabunda y alucinada
mientras leemos a Castaneda en un departamento satisfecho y desolado de sábado de abril
yoin / yoin / y esas marcadas grietas de furia en mi cuerpo
y este cansancio que hace que pierda el sombrero y gire en la esquina
como buscando el esquivo sonido de los pájaros en tus pechos de luz.
Entonces abro la puerta y enfrento a los malvones y las hortensias /
dejo mi valija en el costado de la vida / percibo el aroma a cedrón
y le sugiero un té a mi abuela Josefina / ella asiente
con sus ojos atravesando la eternidad.
Ha dejado de llover en este barrio, así, así lo dice la lluvia.



Marcelo Marcolin
Fue miembro de la llamada Generación Subterránea argentina; editor y parte de diferentes publicaciones, entre ellas: Artemisa, Antimitomanía, El ojo de la Ballena, Río de la Plata. Colaborador en medios gráficos y radiales como columnista. Premio Zargazazú 1986. Ha editado: La coronación del príncipe mudo, Matecocido, La primera letra, Angeles clandestinos, Siestas de Wincofón y Otros elefantes de regreso a la constelación de Orión.

Audio: IV Festival Internacional de Poesía, en la Feria del Libro.

  Joseph Brodsky

2 de mayo de 2011




Centauros IV

El paisaje en forma de empeine, la sombra de una bota,
sin nada que se mueva.
El número de serie del siglo se equipara al canto del gallo.
Al atardecer, mutantes moteados acuden desde campos
lejanos mugiendo,
un grueso tropel de unicornios.
Sólo las estaciones del año parecen conocer cómo
aprovechar un consejo.
Persiguiendo el resbaladizo jabón, un ama de casa
derrama una lágrima
sobre el fracaso de su marido por coger la empuñadura
de su espada que se transforma en la reja de un arado.
Sin embargo, una acuarela enmarcada representa una
tormenta;
en una novela, la segunda letra es la viva imagen nuestra.
Cerca del cine los jóvenes callejean
como envases de esperma helado fuertemente tapados con
corchos.
El cielo vespertino ofrece poco para la esperanza, y aún
menos para
la acción. Y sólo un veterano de guerra puede aún recordar
el término
extranjero de una trinchera donde una estrella
ha caído al escapar del telescopio.




Joseph Brodsky
Rusia (1940 – 1995)

Poeta ruso-estadounidense, que nació en Leningrado y falleció en Nueva York.
De su trabajo inicial cabe destacar los libros Versos y poemas (1965) y Parada en el desierto (1970), que aparecieron publicados por primera vez en Nueva York. Se vio obligado a emigrar de Rusia en 1972. Tras una corta temporada en Europa, se trasladó a Estados Unidos, cuya ciudadanía adquirió en 1977. Su conocimiento de la poesía inglesa, y su enraizado sentido del aislamiento y la melancolía, le llevaron a cultivar una poesía de meditación nocturna, como el largo poema Elegy to John Donne (1967). Otras de sus obras: “El fin de la bella época” (1976); “Parte de la oración” (1977); “En Inglaterra” (1977); “Nuevas estancias a Augusta” (1983); “Urania” (1987) y “Paisaje con inundación” (1996). Su poética, obsesionada con las contradicciones entre el espacio, el tiempo y los sentidos, es una de las más relevantes del siglo XX, y le hizo merecedor del premio Nobel de Literatura en 1987.

Obra: Centauro con Eros sobre su lomo - Museo del Louvre.