Estación Quilmes: 22 ago 2018

  Julio Cortázar

22 de agosto de 2018





Instrucciones para llorar


Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de
llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que
insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u
ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido
espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el
llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le
resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo
exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del
estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos
con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la
cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto,
tres minutos.




Haga como si estuviera en casa


Una esperanza se hizo una casa y le puso una baldosa que decía:
"Bienvenidos los que llegan a este hogar". Un fama se hizo una casa y no le
puso mayormente baldosas. Un cronopio se hizo una casa y siguiendo la
costumbre puso en el porche diversas baldosas que compró o hizo fabricar.
Las baldosas estaban colocadas de manera que se las pudiera leer en orden.
La primera decía: Bienvenidos los que llegan a este hogar. La segunda decía:
La casa es chica, pero el corazón es grande. La tercera decía: La presencia
del huésped es suave como el césped. La cuarta decía: Somos pobres de
verdad, pero no de voluntad. La quinta decía: Este cartel anula todos los
anteriores. Rajá, perro.




Julio Cortázar
Argentino (1914 – 1984)


Fotografía:  Sara Facio