Estación Quilmes: 15 oct 2011

  María del Carmen Colombo

15 de octubre de 2011




Al paso de la Madre, el helecho, única planta de la
casa, despliega sus hojas como si quisiera abanicar-
la. Es una extraña reverencia la que transforma esos
penachos de plumero en grandiosas alas de organza y
plumetí.
Ave, ave, hace la planta frente a la gran emperatriz
del patio.
Mientras cree escuchar lo que no escucha, la madre
vuela hacia aquel jardín de la infancia. Y una som-
bra indefensa la inunda. Ante el sol imperial esas
lejanas flores de pestañas tiritaban: aleteo de los ta.
llos, íntimo parpadear. “Sus sombreros antiguos in-
clinaban”, recuerda la madre, casi en voz alta, como
damas ante el candil de los eclipses.
Al regresar de su tierra natal, la emperatriz comprobó,
con gran alivio, que los plebeyos abanicos del ave
se agitan todavía en su honor. Sintió las suaves aspas
del presente continuo desatando en su cara la alegría.



María del Carmen Colombo
Argentina – 1950


De: “La familia china”
Ed. Hilos – 2011