Estación Quilmes: 15 jun 2010

  Dardo Dorronzoro

15 de junio de 2010



Mientras me matan

Comenzaron a matarme de a uno hace muchos siglos,
después de a setenta, después de a quinientos,
hay que ver cómo me matan ahora de a miles en cada esquina,
en cada feriado,
cómo fabrican sueldos y galones con los huesos que me quedan,
cómo fabrican calabozos para poner algún rincón de mis pantalones,
y cómo se turnan entre gordo y gordo para
ver de qué ojo muero primero,
pero resulta
que cada vez soy más uno de los otros,
uno de los que nacen y renacen y vuelven a nacer entre los fuegos,
que cada vez tengo más luz, más pájaros, más flores en la puntería,
que cada vez
me soporto más elegantemente entre los fierros y los veranos,
y hay veces que me pregunto —me digo para mí— si ellos
no harían mejor en cambiar de uñas y de cuentas,
de andar de peldaño en peldaño hacia abajo de las luces,
o en comprarse una sangre nueva, una sangre más limpia
para usar en feriados y domingos.


Dardo Dorronzoro
Nació en San Andrés de Giles en 1913, provincia de Buenos Aires, Argentina, en el seno de una numerosa familia socialista que termina instalándose en Luján a causa de las presiones por sus ideas políticas. De oficio herrero, trabajaba en su taller todas las mañanas y por la tarde se dedicaba a la poesía. Recibió menciones y premios en diferentes concursos nacionales. Fue secuestrado el 25 de junio de 1976 y permanece desaparecido.
Obra: “La nave encabritada” (premio de novela Emecé, 1964); En poesía: “Una sangre para el día” (1975); “Llanto americano” (aparecido ocho años después de su desaparición, en 1984). Trabajos inéditos: “La grieta”; “Para no morir” ; “Quien heredará nuestra sangre”; “Fusiles al amanecer”; “La porción del diablo” (cuentos).