30 de octubre de 2012
Sólo hombres
Cada hombre es su porción de cielo e infierno. De tiempo suspendido
e iluminado barro. De situaciones donde el predominio de la muerte
aniquila la historia. Cada hombre es el eco oscuro de lo que el sueño
ha destruido. Instantes varios donde fue sepultando esperanzas.
Donde fue encadenando cobardía y venganza. Oscuras pasiones que
hacen insondable la vida. Cada hombre es la suma de sus ausentes.
De su desnudez imperturbable de llanto y silencio. De su no sostener
la rosa del pensamiento. Cada hombre es la oveja negra de sí mismo.
Accesorio moribundo donde queda corroída la morada de los dioses.
Cada hombre es flagelo sangre árbol caído enamorada sombra de lo
adverso. Cada hombre es el peligroso amante de la muerte.
Reflejo
Si por primera vez retuviera la claridad
Confortadora de mi conciencia
Si mis rodillas bucearan la intimidad del árbol
Y al correr se desprendieran
Piedras con criaturas vivientes
Si pudiera decir yo
Sorprendiendo ese universo
Que hasta el fin ignoramos…
Angela Hernández
Poeta, narradora y ensayista. Nació en Jarabacoa, República Dominicana, en 1954. Ha obtenido los Premios Nacional de Poesía