Estación Quilmes: 6 ene 2011

  Reynaldo Uribe

6 de enero de 2011



Arte poética

Yo no juego con la muerte.
No juego con los amigos que eligieron
esa forma solitaria del exilio
ni con mi padre o compañeros
forzados a la partida
con el engaño del regreso.
Yo llevo tranquilamente
mi alma en un plato
al almuerzo de los años futuros,
por encima de burlas y amenazas,
como hiciera Maiacovsky
cuando eligió su corazón
como último refugio.

No juego tampoco
con la locura, los gatos, los espejos,
o los sueños que vivo
con la intensidad de un sueño.
No podría jugar
con mi propio rostro en el espejo,
con la severidad con que me mira
o la sonrisa que rescata una mentira
y hunde cada pequeña traición
innecesaria.

Yo no juego con la muerte
ni con mis alucinadas reiteraciones
que frecuentan los paisajes de la locura
y llevan el territorio de lo posible
a esos abismos sin eco ni final,
sin bordes para que la mano o la razón
detengan la caída. No juego
con la muerte. No juego conmigo.

Hay horas
en que el silencio trepa los costados
de la noche y mis manos a oscuras
no encuentran el límite de mi propio
aliento. Hay horas, reconozco,
en que mi alma vaga de cuarto en cuarto
y observa mi cuerpo que duerme
ajeno a la requisa de papeles, de sueños,
de aquellos objetos que cuido no me toquen,
de esos rostros que ordenan mi memoria
y me ayudan a mentir en el recuerdo.

Reconozco también que hay horas
que transcurren sigilosas, atentas,
que caminan de sueño en sueño
de espejo en espejo, de rostro en rostro,
y recorren el vasto mundo por los techos
como gatos. Tal vez sea gato algunas horas
y la muerte me conceda ese deseo.

Pero yo no juego con la muerte que aparece
en mis sueños o mi biblioteca
las noches que comparto con la soledad y el alcohol.
Yo no juego con la muerte que me permite
visitar a mi padre y mis amigos,
que me deja hablar en sueños con los que
pronto irán de su mano, aparecerán
sin previo aviso entre poemas y papeles
o en el espejo al levantarme,
y volverán
solamente las noches que comparta
con la soledad y el alcohol.

Yo no juego con la muerte,
no podría tampoco jugar con los sueños
de antiguas amantes:
tanta ilusión guardada en la memoria
tanto amor que no cabe en la palabra amor
tanto placer que no sé cómo cabe en mi cuerpo
tantas mujeres que al fin fueron
la mujer
que comparte locura sueños abismo
espejos noches por los techos
mujer inasible y real
conformada por todas las mujeres
de las que recuerde su rostro
en el espejo.

La muerte me conoce.
Alguna vez me ha invitado
a esos dudosos paseos
de los que no se vuelve.
Pero sabe que por encima de burlas y amenazas
yo llevo tranquilamente mi alma en un plato.
Sin juegos. Cada uno en su lugar
disfruta el almuerzo
de los años futuros.



Reynaldo Uribe
Nació en Pergamino (Pcia. de Buenos Aires, Argentina) el 27 de mayo de 1951, y reside en Rosario (Pcia. de Santa Fe) desde 1970.

Resistencia (1º edic.: 1983; 2º edic.: 1988).Poesía.
Rito de la ausencia (1984). Poesía.
De espejos, poemas y suicidios (1º edic.: 1989; 2º edic.: 1992). Poesía.
Quien conspira (1993). Poesía.
Ciudad sin sueño (1996). Poesía.
Riberas del exilio (1999). Poesía. (Antología)
Palabras para Silvia (2001). Poesía.
Casa de vidrio (2002). Poesía. (Antología)
Poemas De amor en blanco y negro (2003). Poesía. (Antología)
Juegos de la memoria (2005). Poesía
Los elegidos (2007). Poesía
De los laberintos no se sale por arriba (2007). Poesía
Constelación de los días (Poemas, inédito)
Hacia una cultura de la democracia (Ensayo, inédito)
Las razones del naufragio (Novela, inédito)
El tren - Trabajo de investigación publicado en el diario La Capital de Rosario en la serie de fascículos “Historias de nuestra región”
Personajes del Siglo XX - Trabajo de investigación publicado en el diario La Capital de Rosario en la serie de fascículos “Historias de nuestra región”