Estación Quilmes: 02/01/2019 - 03/01/2019

  Luis Alberto Spinetta

20 de febrero de 2019




Maribel se durmió


Maribel se durmió
Vamos a cantarle porque se hundió
Carroussell, sensación
De que con el alma nos ve mejor
Maribel, Maribel
Dicen que no lleva ningún papel
Vamos ya, vamos ya
Vamos porque viene y porque no está
Canta, canta toda la vida
Canta con emoción
Y al partir sentirás
Una brisa inmensa de libertad
Canta, canta aunque estés distante
Canta conmigo
Canta tus penas de hoy
Maribel se durmió
Vamos a cantarle porque se hundió
Carroussell, sensación
De que con el alma nos ve mejor



Luis Alberto Spinetta
(1950-2012)

Músico y poeta - Argentino


Voz: Gabriela Fiore
Teclado y arreglos: Leo Bernstein



  Roberto Malatesta

18 de febrero de 2019





Último limón para el té


Muy alto el último limón mojado por la llovizna,
vos no lo viste ni me viste, luché por él,
hasta que rendido rodó al pie del árbol.
valió el esfuerzo, limón para el té y tus labios
besando algo más que un té con limón,
algo más que borde de pocillo azul.
Te bebiste mi esfuerzo por bajar un astro,
el último de un árbol exhausto, que como se sabe,
así son estas historias, se ha secado.
Estaba yo en tu beso de media tarde aclarando
todo lo que en mí tiende a cerrarse en lo oscuro.




Mi hija sube a la escalera


Subida a la escalera ella proclama:
¡Estoy en la cima del mundo!
Y uno quisiera estar
junto a ella encaramado,
entonces, desde el llano, manifiesta:
¡Es cierto, es cierto, es cierto!
Y el resto se lo calla.
¿El resto qué diría, si decir se pudiera?:
Saludos de mi parte al nudo de los vientos,
a la inocencia, al horno de las nubes,
al sitio en donde caen las estrellas,
a los ángeles,
y a todo lo que ves y yo no veo.
Y a todo lo que ves y yo veía.



Roberto Malatesta
Argentino – 1961




De: “La estrella roja y otros poemas”
Ed. leviatán - 2014

  Jorge Leónidas Escudero

14 de febrero de 2019





Todavía


M’ encontré nel suburbio donde vegeto
con otro vejete de los que me junto
para recordar ausencias.

E al bar de don Douglas fuimos a ver
si aún tomábamos un traguito.
Llegamos y entre salú y salú
sacamos la cuenta de los amigos muertos. 
Nombrados uno a uno fueron como cuarenta.

¿Qué divertidos no?
Hablamos de lo ayer jamás y nunca. 
Nos pusimos alegres y cuando conté un chiste
largamos toses y carcajadas a granel,
si aquicito nomás
casi en la puerta de nuestra total ausencia.




El pájaro sibilante

Iré mañana al méico ver si me arregla
el asunto e loj moco que se me descuelgan
a la garganta y silban
pa que loj saque de ahí.

Caso curioso este del aire que
entra por la nariz
y al volver del pulmón
toca en la laringe una flauta triste.
Y cuando uste’ tose
no se libra de lo ahí.

O mejor dicho éste es un sibilante
pájaro cantor que desde adentro
anuncia mi involuntario retiro
de bares, viejos amigos
y últimas ilusiones.

Es horroroso
oir en la alta noche la voz fúnebre
dese pájaro burlesco que stá organizando,
al parecer,
mi despedida final con una rechifla.



Jorge Leónidas Escudero
Argentino (1920 – 2016)

De: Dicho en mí - Ediciones en Danza – 2008

Nació y residió en la provincia de San Juan. Comenzó a publicar recién a los cincuenta años. Ha escrito más de veinticinco poemarios y fue merecedor de múltiples distinciones y homenajes. Algunos de sus títulos: “La raíz en la roca” (1970); “ le dije y me dijo” (1978); “Piedra sensible” (1984); “ Jugado” (199); “Viaje a ir” (1995); “Divisadero” (2005); “Tras la llave” (2006).

Fotografía extraída: https://adriancuassolo.blogspot.com/2013/07/jorge-leonidas-escudero.html