18 de febrero de 2019
Último limón para el té
Muy alto el último limón mojado por la llovizna,
vos no lo viste ni me viste, luché por él,
hasta que rendido rodó al pie del árbol.
valió el esfuerzo, limón para el té y tus labios
besando algo más que un té con limón,
algo más que borde de pocillo azul.
Te bebiste mi esfuerzo por bajar un astro,
el último de un árbol exhausto, que como se sabe,
así son estas historias, se ha secado.
Estaba yo en tu beso de media tarde aclarando
todo lo que en mí tiende a cerrarse en lo oscuro.
Mi hija sube a la escalera
Subida a la escalera ella proclama:
¡Estoy en la cima del mundo!
Y uno quisiera estar
junto a ella encaramado,
entonces, desde el llano, manifiesta:
¡Es cierto, es cierto, es cierto!
Y el resto se lo calla.
¿El resto qué diría, si decir se pudiera?:
Saludos de mi parte al nudo de los vientos,
a la inocencia, al horno de las nubes,
al sitio en donde caen las estrellas,
a los ángeles,
y a todo lo que ves y yo no veo.
Y a todo lo que ves y yo veía.
Roberto Malatesta
Argentino – 1961
De: “La estrella roja y otros poemas”
Ed. leviatán - 2014
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