Estación Quilmes: 2013

  Julián Axat

31 de diciembre de 2013



El derecho a las estrellas para 2014


Hace pocos días visité un centro de encierro de adolescentes de la provincia de Buenos Aires, una de las actividades fue escribir en secreto, en un papel que les di, algún deseo para 2014. Antes de irme me los entregaron y los leí en voz alta, pero sin identificar a sus autores. La mayoría pidió un 2014 en libertad, otros, cosas más simples o sencillas, como “me gustaría sentir la lluvia en el cuerpo” o “poder mirar la noche estrellada más seguido”. Estos últimos deseos me llevaron a escribir lo que sigue.

No hay ningún artículo de ninguna constitución, convención, tratado o ley que establezca el derecho a contemplar el cielo estrellado dentro de las cárceles del planeta. Nuestra civilización viaja lentamente hacia la matriz de Guantánamo, confinamiento en jaulas bajo techo donde la diferencia entre noche y día se pierde. Donde el infierno se impone sobre el cielo.

Ni a Juan Bautista Alberdi ni a ningún constitucionalista de los nuestros se les hubiera pasado por la cabeza la idea de un derecho al cielo en los lugares de encierro. Es cierto que existiendo en la Argentina actual déficit de alimentación, higiene, salud, como altos niveles de violencia dentro de las cárceles, pensar el derecho a contemplar el cielo estrellado o a sentir la lluvia sobre el cuerpo puede sonar inocente, extravagante, romántico o hasta canallesco. Pero no, decimos que nada es incompatible en el contexto carcelario que sea, y para toda persona presa (aun en el dantesco infierno de todos los círculos y las crueldades), el derecho a contemplar la bóveda celeste es una necesidad humana de los encerrados, como lo es el deseo de absoluto y el rezo en la celda. Y ya no como parte del derecho a tener una abertura en la celda para proyectar la mirada, sino como parte del esparcimiento. En el cielo, la proyección de la libertad de quien está solo y espera, estar con alguien.

La eternidad a través de los astros es el libro que escribió en 1871 Louis-Auguste Blanqui, encerrado en una celda como consecuencia de su actuación en la Comuna de París. “Me refugio en los astros donde uno puede pasearse sin límites... y sentir que todo ser humano es eterno en cada uno de los segundos de su existencia. Esto que escribo en este momento en una celda del fuerte de Taureau, lo he escrito y lo escribiré durante la eternidad, sobre una mesa, con una pluma, con vestimentas, en circunstancias semejantes.” El amparo estelar de Blanqui es el derecho o la forma de comunicarse con lo absoluto que tienen todos los confinados. Blanqui es el padre del derecho a las estrellas.

La Convención Internacional de los Derechos del Niño de 1989, en el artículo 40, refiere al derecho al esparcimiento y a la dignidad que tiene la infancia encerrada por motivos penales. El derecho a la recreación en lugares abiertos choca de plano con los lugares con barrotes y muros que cada vez caracteriza más a los centros de encierro juvenil de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, hace poco conocí la experiencia de un conjunto de egresados de la Facultad de Astronomía de La Plata, seguramente ellos incentivaron a deseos de estrellas que yo luego recogí en mi visita. El proyecto se llama: “Derecho al cielo nocturno” y está a cargo de los docentes Mara Inés Fasciolo, María Cecilia Scalia, Federico García, Ignacio Gargiulo. Los talleres se dictaron en horario nocturno durante 2013. Una evaluación final sostiene: “...en general, las actividades realizadas durante estos siete encuentros consistieron tanto en observación del cielo nocturno a simple vista, utilizando también binoculares y telescopios, como en talleres áulicos con los que abordamos contenidos como el reconocimiento de los puntos cardinales, movimiento diurno, fases de la Luna y planetas, el origen de los meteoritos, etc. En todos los encuentros, llevamos cartas celestes que repartimos entre los jóvenes, las cuales fueron recibidas con mucho entusiasmo. Pudimos observar a los chicos muy entusiasmados en la tarea de hacer un reconocimiento del cielo a simple vista, que en su gran mayoría no habían podido ver desde antes de ingresar al Instituto, ya que las ventanas de las celdas no les permiten ver el cielo...”

En la obra de teatro de Albert Camus, Calígula, el emperador en decadencia lo tenía todo pero le faltaba algo, “quiero la luna” vociferaba. A los presos de nuestro país les falta todo o demasiado, pero aun así pueden “querer las estrellas”. El derecho al cielo es mucho más que el deseo de un preso, puede ser el de cualquier ciudadano de este país que no levanta la cabeza y sueña. En esa proyección, en ese olvido del desasosegado, el derecho a las estrellas como deseo para el año que viene.

* Defensor juvenil.


Julian Axat

(1976) La Plata

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Obra: Mujer, pájaro, estrellas  -  Joan Miró


  Emma Barrandéguy

29 de diciembre de 2013




El Cuerpo

¿Por qué no es posible el amor?,
me preguntas.
Somos viejos, respondo.
Y que pases tu mano
por mi pierna,
me da cierta vergüenza.
Tonterías, dice el amigo
y cediendo
me tiendo a su lado como cuando era joven
y lo ignoraba.
Pienso en todos los viejos
que desde un banco al sol
miran transcurrir las muchachas.
En mi padre y sus esquelas victorianas
a las niñas de los mandados.
Pienso en mi madre pulcra
cubriendo sus desnudos en un último gesto.
Pienso que los viejos son como todos
y apetecen sin pausa
si no han sido saciados.
El cuerpo gira ante sus ojos
con el gusto de lo prohibido,
como siempre.
Se los instala en la sabiduría
y no la tienen;
codician como jóvenes,
tienen pequeñas ternuras
como mi amigo,
tienen lascivas preferencias
que no les cuentan a los otros,
tienen derecho al amor
aun a costa del ridículo.
Y si pasan tomados de la mano
o se encierran en su mundo
con las persianas bajas,
tendríamos que mirarlos sin asombro
como a lentos vagabundos
o discretos amantes que renuevan caricias.




Emma Barrandéguy
Argentina (1914 – 2006)



De: Camino hecho, 1996 - En : Poesías completas, Ed. Del  Copista - 2009

  Graciela Cros

24 de diciembre de 2013




La poesía no es una declaración jurada
La poesía no se escribe en formularios


   La poesía está hecha de muerte.
Tiene prohibida la entrada en las casas bien puestas:
sucede que el jugo de sus cadáveres estropea las alfombras.
   La poesía está hecha de vida.
Tiene prohibida la entrada en los edificios:
sucede que el olor a sangre, sexo y sudor
altera el ánimo quebradizo de los señores consorcistas.
   La poesía está hecha de sueños.
Tiene prohibida la entrada en las oficinas:
sucede que su viento desordena los papeles,
su lluvia los deshace y su fuego los quema.
   La poesía no es un hobby de domingo y ni siquiera
sirve para eludir la intemperie.
   La poesía no es un juego de salón:
arruina las fiestas, los almuerzos de trabajo, las cenas íntimas.
Especialmente complica el día si se la lee al amanecer.
   Mi poesía -en particular-  es mejor que la de algunos hombres
pero debo mandarla a la tintorería a que le quiten
las manchas de menstruación.
Mi poesía -en particular-  tiene prohibidos los balcones
                         y también las cornisas:
sucede que siente atracción por el vacío y, sobre todo,
                         sucede que ama el riesgo.

   Mi poesía, en particular, se pudre en los floreros:
sucede que trabaja sin descanso en su propia destrucción.
                         Se niega a ser adorno.
                         Mi poesía me hace quedar mal.
                         Es agresiva. Es contradictoria.
                         Mi poesía no está sana.
Respira, cruje. Hace ruidos molestos.
Sabe hablar de la duda y sus tropiezos.
Mi poesía miente porque miente la vida.
Mi poesía sufre desilusión. Mi poesía está desesperada.
Porque está hecha de preguntas y no encuentra respuestas
                         no avanza, no progresa.
                         Está desesperada.
Ha perdido la fe. Quiere ser piedra.
¡Pobre mi poesía! ¡Tanto tiembla!
                          Dice tenerme a mí
                                                       y eso
                                                               es muy poco.




Graciela Cros
Argentina - 1945 -  De: Flor azteca.  Ed. del Dock - 1991.

Nació en Carlos Casares, provincia de Buenos Aires, y vive en Bariloche desde 1971. Publicó: "Pares Partes",1985; "Flor Azteca",1991; "Decimos",1992; "La escena imperfecta", 1996; "URCA", 1999; "Cordelia en Guatemala", 2001; "Libro de Boock", 2004; “La cuna de Newton”, 2007; “Hacer la de Elvis”, 2009; “Mansilla”, 2010-.Los cuentos "Sin venganza no hay madera", (comp.), 1991; y la novela "Muere más tarde", 2004. Como antóloga preparó en 1995 "Marcas en el tránsito. Antología de poetas jóvenes de Bariloche" (Selección y prólogo).


Obra: Cena navideña  -  Juan Echenique  (Perú)
Fotografía: fcp.org.ar


  Idea Vilariño

21 de diciembre de 2013




Un verano


Hago muecas a veces
para no tener cara de tristeza
para olvidarme
amor
para ahuyentar mis duros
mis crueles pensamientos.
Cómo he de hacer
amor
para vivir aún
para sufrir aún
este verano.
Pesa mucho
me pesa como si el mar pesara
con su bloque tremendo
sobre mi espalda
me hunde
en la más negra tierra del dolor
y me deja
ahí deshecha
amor
sola ahí
tu abandono.




Idea Vilariño
Uruguay (1920 – 2009)



En: Poesía Completa  - Ed. Cal y Canto – 2010

Obra: http://limacallao.olx.com.pe

  César Cantoni

17 de diciembre de 2013



22.01.06


Bajo el sol de la siesta, los muchachos
juegan al fútbol en la rambla.
Con el torso desnudo y la frente sudorosa,
corren desordenadamente de un extremo a otro.
Corren no formulan preguntas,
no sacan conclusiones, no hacen una mística de lo arcano.
Para ellos la vida es tan simple e incuestionable
como la esfera de cuero que patean.
Si hay alguna verdad, una instancia absoluta,
es el momento en que la pelota se introduce en el arco.
Eso... Y las chicas que cruzan la rambla mientras juegan
y tiran de la cuerda de sus sueños.


(Bajo el sol de la siesta)



04.02.06


La calle nos mira a través de la ventana.
Los árboles parecen centinelas en la oscuridad.
Con el aire caliente del verano,
entra la noche y se mete en la conversación.
La luna desciende hasta el mantel.
Nunca hemos sido demasiado líricos
(no sería ético que lo fuéramos),
pero a veces el mundo nos ofrece un pacto
y sentimos que todo cabe en una metáfora.
Incluso nosotros.


(La calle nos mira)



César Cantoni
De "Diario de paso"   -  Editorial Espérides  (2008)



Nació en La Plata en 1951.

  Norma Etcheverry

13 de diciembre de 2013



nunca se sabe cuándo
acaba la tormenta
el silbido de los pinos sobre el techo
el ruido
de los truenos
sobre la faz de la tierra
el olor del olvido que la madre quema
mientras afuera el vendaval
los que se acurrucan
fuera del sueño
exilio abrupto
paraíso interrumpido por el miedo
por la noche
por la madre sola bajo la tormenta
sola en la casa
sola en la vida.




de todas las formas posibles
le he declarado mi amor
y ella simplemente viene y luego se va
y cada vez que viene yo apoyo mi cabeza
en la almohada y sueño
y cada vez que se va
me levanto a maldecirla.


(a L. K.)



Norma Etcheverry
De "Aspaldiko"  - Editorial Universitaria de La Plata

Nació en Gral. Paz, Ranchos, Bs. As. 1963
Reside en La Plata


Obra:  La gente detrás de las paredes  -  Banksy

  Francisco Castellano

11 de diciembre de 2013



Bien adentro


Ahora sé
que mi camino
es único irrepetible
como los ciclos del tiempo.
Mi Dios es mío
y sus palabras
grabadas en zafiro
esperan a ser leídas
por ojos ciegos y marchitos.
Amanece.
Cronos que devora insaciable
me deja como postre preferido.




Oda a la lengua


Hay un cuerpo
dentro de otro cuerpo
en el que me pierdo,
que esta fuera de mí
y muchas veces dentro.
Cuerpo oculto
carnes movedizas,
del hondo abismo que te precede
salen margaritas y venenos.
Ese cuerpo
es el primero y el último
que camino
que recorro
que frecuento
después de las escondidas
en junglas ensabanadas.
Mové tu cuerpo rosado mujer
abrí la boca de la ceremonia
y dame tu mejor beso.



Francisco Castellano
Nació en 1984, Wilde, Avellaneda, Provincia de Buenos Aires.

Editó en forma de plaqueta su primer poemario llamado "Los otros trenes"

Obra: Birthday  -   Marc Chagall

  Juan Manuel Roca

8 de diciembre de 2013



Poética


Tras escribir en el papel la palabra coyote
Hay que vigilar que ese vocablo carnicero
No se apodere de la página,
Que no logre esconderse
Detrás de la palabra jacarandá
A esperar a que pase la palabra liebre y destrozarla.
Para evitarlo,
Para dar voces de alerta
Al momento en que el coyote
Prepara con sigilo su emboscada,
Algunos viejos maestros
Que conocen los conjuros del lenguaje
Aconsejan trazar la palabra cerilla,
Rastrillarla en la palabra piedra
Y prender la palabra hoguera
para alejarlo.
No hay coyote ni chacal, no hay hiena ni jaguar,
No hay puma ni lobo que no huyan
Cuando el fuego conversa con el aire.



Juan Manuel Roca
Colombia – 1946


En: Poesía latinoamaricana hoy. 20 Países, 50 poetas.
Ed. Fósforo / Ed Hermosillo / Ed. Arandurá / Poesía Barataria
Argentina – México – Paraguay – 2011


Fotografía: http://www.ecocorneyana.com/la-noche-de-san-juan/hoguera/

  Edwin Madrid

4 de diciembre de 2013



Se habla español


Mi mujer,
es loca,
loquísima, no se anda por las ramas.
va directo por media vía del árbol;
y nunca se detiene a mirar el bosque
devastado que deja a su paso.
Pero también es una preciosa
que me mata de risa,
cuando se pasea por el dormitorio
hablándome en argentino:
Che, no seas pelotudo, fijate en la mina que tenés,
o en mexicano: Órale güey, que no estaré aquí para
acompañarte toda tu pinche vida.
Preciosa, linda, bella mi mujer;
sacando su personaje español:
Joder tío, joder que no te das cuenta de la moza que tenés alao.
Yo me río de su recorrido por la lengua chilena, brasileña.
Mi mujer: fuckiu condenado Edwin, te sacaste la lotería.
Y es verdad.




Postal urbana de Quito con yo en el fondo


Montañas irrumpiendo en el cielo de la noche, calles locas que suben
y bajan, campanarios, más campanarios, autos que patinan
al doblar la esquina, jóvenes que se dirigen a las discotecas
pateando latas de cerveza, parejas que se besan mientras los
semáforos cambian. Música fugándose entre las piernas de
una minifalda y los tacones obscenos de un muchacho que
da los primeros pasos en su verdadero mundo. Niñas
de fantasía perdiéndose sobre el rechinar de la motos.
Y allí voy yo, casi sin poder pararme, abrazado de una
mujer que como bandera me agita por los bares y hoteluchos.



Edwin Madrid
Ecuador – 1961

En: Poesía latinoamaricana hoy. 20 Países, 50 poetas.
Ed. Fósforo / Ed Hermosillo / Ed. Arandurá / Poesía Barataria
Argentina – México – Paraguay – 2011

  Xabier Cordal Fustes

30 de noviembre de 2013



Memoria de la noche


Madrugada, el puerto empieza a dormir, amor,
la luna se balancea sobre las olas
piso espejos antes de que salga el sol
en la noche guardé tu memoria.

Perderé otra vez la vida
cuando rompa la luz en las rocas,
perderé el día que aprendí a besar
palabras de tus ojos sobre el mar,
perderé el día que aprendí a besar
palabras de tus ojos sobre el mar.

Vino el luto antes de venir el rumor,
lo llevó la marea bajo la sombra.
Barcos negros surcan la mañana sin voz,
las redes vacias, sin gaviotas.

Y dirán, contarán mentiras
para ofrecerselas al Patrón:
querrán cerrar con unas monedas, quizás,
tus ojos abiertos sobre el mar,
querrán cerrar con unas monedas, quizás,
tus ojos abiertos sobre el mar.

Madrugada, el puerto despertó, amor,
el reloj del bar quedó varado
en la costera muda de la desolación.
No vamos a olvidar, ni perdonarlo.

Volveré, volveré a la vida
cuando rompa la luz en las rocas
porque nosotros arrancamos todo el orgullo del mar,
no nos hundiremos nunca más
que en tu memoria ya no hay vuelta atrás:
no nos humillareis NUNCA MÁS.



Memoria da Noite


Madrugada, o porto adormeceu, amor,
a lúa abanea sobre as ondas
piso espellos antes de que saia o sol
na noite gardei a túa memoria.

Perderei outra vez a vida
cando rompa a luz nos cons,
perderei o día que aprendín a bicar
palabras dos teus ollos sobre o mar,
perderei o día que aprendín a bicar
palabras dos teus ollos sobre o mar.

Veu o loito antes de vir o rumor,
levouno a marea baixo a sombra.
Barcos negros sulcan a mañá sen voz,
as redes baleiras, sen gaivotas.


E dirán, contarán mentiras
para ofrecerllas ao Patrón:
quererán pechar cunhas moedas, quizais,
os teus ollos abertos sobre o mar,
quererán pechar cunhas moedas, quizais,
os teus ollos abertos sobre o mar.

Madrugada, o porto despertou, amor,
o reloxo do bar quedou varado
na costeira muda da desolación.
Non imos esquecer, nin perdoalo.

Volverei, volverei á vida
cando rompa a luz nos cons
porque nós arrancamos todo o orgullo do mar,
non nos afundiremos nunca máis
que na túa memoria xa non hai volta atrás:
non nos humillaredes NUNCA MÁIS.


Xabier Cordal Fustes 
Nació en La Coruña, España. (1965), Escritor, poeta, Lic en Filoloxía.

Grupo musical: Luar: Na: Lubre


Música: Bieito Romero

Desastre del Prestige: se produjo cuando un buque petrolero monocasco resultó accidentado el 13 de noviembre de 2002, mientras transitaba cargado con 77.000 toneladas de petróleo, frente a la costa de la Muerte, en el noroeste de España, y tras varios días de maniobra para su alejamiento de la costa gallega, acabó hundido a unos 250 km de la misma. La marea negra provocada por el vertido resultante causó una de las catástrofes medioambientales más grandes de la historia de la navegación, tanto por la cantidad de contaminantes liberados como por la extensión del área afectada, una zona comprendida desde el norte de Portugal hasta las Landas de Francia. El episodio tuvo una especial incidencia en Galicia, donde causó además una crisis política y una importante controversia en la opinión pública.

El derrame de petróleo del Prestige ha sido considerado el tercer accidente más costoso de la historia; la limpieza del vertido y el sellado del buque tuvieron un coste de 12.000 millones de dólares, según algunos documentos, el doble que la explosión del Challenger pero por detrás de la desintegración del Columbia y el accidente nuclear de Chernoby.

Info: http://es.wikipedia.org/wiki/Desastre_del_Prestige

  Dana Gelinas

28 de noviembre de 2013



Lápida para una mujer liberada


Como Diana, primero una flecha
al centro de un hombre;
como Penélope,
tejer la tela de araña;
caminar siempre un paso atrás,
como Eurídice;
salir del baño, como Afrodita;
leer de noche, como Minerva;
amar a una bestia, como Pasífae;
cultivar en exclusiva la tierra de tu casa,
como Gea;
predecir la infidelidad, como Casandra;
vengar al marido, como Hera;
memorizar uno a uno los rasgos de Narciso,
como Eco;
todo para morir en tu país
sin que te lapiden...

como a una extranjera.



Dana Gelinas
México – 1962


En: Poesía latinoamaricana hoy. 20 Países, 50 poetas.
Ed. Fósforo / Ed Hermosillo / Ed. Arandurá / Poesía Barataria
Argentina – México – Paraguay – 2011

Obra: Las habladoras – Camille Claudel (Francia – 1864/1943)

  Ana Emilia Lahitte

25 de noviembre de 2013



10


Cada cual lleva en sí / tras de su máscara / las
huellas invisibles / de su rostro secreto.


11


Dentro del marco fijo / del espejo /
buscamos parecernos a lo que ya no somos /
y quizá nunca fuimos.


12


Nos han habilitado para el hurto / de una
escenografía temeraria / donde fingimos ser /
hasta creérnoslo.


13


¿Lloran las lágrimas o nos utilizan para deshabitarse
del dolor?


14


Nos laceran / palabras soñadas por los muertos. / Y no
Las escuchamos. / Silenciamos silencios.


15


No sé por qué insisto / en renovar el mito /
del rostro en el espejo / si soy yo quien espeja /
los rostros del vacío.



Ana Emilia Lahitte
De "Insurrecciones"  -   Ed. Nuevo hacer – 2003

Argentina (1921 – 2013)

Obra: Eco y Narciso – John W. Waterhouse (Inglaterra 1849/ 1917)



  Leonardo Martínez

21 de noviembre de 2013




Padre hacia la vida


Renunció mi padre
un día
al tremolar de la emoción ardiente
renunció
bagual de sombras
al corral enronquecido
por gritos montaraces
se fue escalando
tos a tos
una altura de pájaros radiantes

Se fue
como quien dice:
firmo con luz la selva oscura
arrojo los nombres de las cosas
y en el gran vientre de la noche
salgo a trepar mi vida.



Leonardo Martínez 
De "Ojo de brasa"  -  Cuadernos de Sudestada – 1990

Argentino – 1937

Obra: Un rincón Tucui – Juan Grela (Argentino – 1914 – 1992)

Foto: sadetucuman.blogspot.com


  Raúl Feroglio

18 de noviembre de 2013



La Palabra


La palabra colibrí
alberga una idea de suspiro
contiene
aire moviéndose en el aire
la luz de un vilano derivando en la tarde.
La palabra mundo
retumba al romper
se cae del equilibrio
tajea memorias de hambre
y estalla, salpica, hunde…
Habría que hallar una poesía
breve, simple, clara,
donde mundo se diga colibrí.




El pozo


Ahora
que el tiempo sobre el tiempo
escribió con su verdor de humo
tanta página.
Ahora
que estás acá con tus banderas
y preguntás
-“¿Cuánto dolía de piel a hueso aquella pena?”
Recién ahora
puedo sentir que el aire
sonaba como la tarde en que cavé con pala
un hueco mudo en la tierra de mi patio
para enterrar, muerto, a mi perro.
Luego de mirarlo largamente fue
echarme en ese pozo
caer en una ausencia sin futuro ni ruido
y encontrarme a la vez
condenado a permanecer en el borde, parado,
baldío de toda sensación,
mirándome allá abajo.
Sin tener siquiera la triste compañía
del cadáver de mi pobre perro.




Agua 25


De mis abuelas, una se lavaba el cabello con agua de lluvia.
La otra escribía poesías casi secretas.
Aunque se conocían, apenas se trataban.
Las dos me amaron y yo a ellas.
Escribo poemas con el rolar de la sangre.
Algún día
comenzaré a lavarme la esperanza
con el agua de lluvia.




Raúl Feroglio
Argentino – 1960

De: Sueño de agua  -  Ed. El Mono Armado – 2013

Comienza a escribir en la década del 70, y forma parte del grupo de rock local “Fuego Fatuo”.
En 1982 funda, junto a otros escritores “Barlovento”, revista alternativa donde publica poesía y artículos periodísticos.
En En 1989, 90 y 91 organiza en Las Parejas, los “Encuentros de Poetas”, experiencias colectivas de creación y difusión de la poesía, con participación de escritores de diversos puntos del país. Nace allí la Cooperativa Editorial “No Muerden”, que logra editar 10 libros de poetas inéditos de Rosario y su zona.
En 1989 realiza, junto a Pablo Gavazza, la obra poético musical “Hay historia”, para difundir la historia de la ciudad de Las Parejas.
En 1990 publica el poemario “Del pájaro y la Lágrima”, en Ediciones No Muerden. Rosario.
Publica parte de su obra en su blog poesiadelinteriorargentina.blogspot.com.ar


Foto: ngm.nationalgeographic.com



  Miguel Ángel Morelli

13 de noviembre de 2013



EL OTRO, ESA ACECHANZA


Ante un nuevo aniversario del fallecimiento del marido, la esposa va al cementerio con un ramo de flores, para depositarlas al pie de su tumba. En eso está cuando advierte que al lado suyo hay otra viuda, pero de aspecto oriental, poniéndole a su difunto un plato con arroz. La mujer la observa, carraspea como para aclarar la garganta y finalmente pregunta:
-Disculpe mi impertinencia, pero ¿por ventura cree que su esposo se levantará para comer el arroz?
-Oh, claro que sí -responde la otra-. Cuando el suyo se levante para oler las flores.
Somos distintos y a casi todos se nos da por creer en cosas que para los demás por lo general resultan insólitas, ya sean flores o un plato con arroz. Claro que no es culpa nuestra: condenados como estamos a observar el mundo desde la altura de nuestros propios ojos, rara vez nos las ingeniamos para averiguar cómo se lo ve desde más arriba, o desde más lejos. Uno de los reproches más escuchados hoy es en día es que ya nadie pareciera capaz de ponerse en el lugar del otro. ¿Habrá sido posible alguna vez? Lo dudo. El Otro es siempre una incomodidad, la acechanza, el problema a resolver. El Otro es un espacio que, al ocuparse, invariablemente nos resta nuestro espacio.
Se ha dicho que el Otro es quien nos complementa con su mirada y nos carga de sentido. Puede ser. Pero estoy seguro que también nos delimita y nos carga de angustia. Porque, insisto, el Otro es siempre lo distinto, la alteridad, lo inabordable por definición.
Hace poco observé por televisión cierta experiencia que se llevó adelante en la biblioteca de una universidad norteamericana, con la asistencia de una simple filmadora. El lugar de lectura (una mesa de regular tamaño) está vacío. Llega un estudiante, pide un libro y se instala; despreocupado, sobre la mesa desparrama una mochila, otros libros, un abrigo. Al rato llega otro estudiante, que sin decir palabra le reclama con un gesto su derecho a ocupar al menos la mitad de la mesa. El primero no logra disimular su fastidio, pero accede.
Pasado cierto tiempo, arriba un tercer joven. Automáticamente los dos primeros se intercambian miradas, complicidades. "Estábamos tan cómodos y tenía que llegar este" -parecen decirse. A medida que al lugar van llegando más estudiantes, se comienza a registrar la formación de dos grupos, dos bandos. Los viejos contra los recién llegados. Los originarios  contra los forasteros. Es la menos cuestionadas de las guerras: la lucha por el espacio vital.
Frecuento con gran asiduidad las redes sociales, especialmente Facebook. He notado que el asunto aquí también se significa en un sentido más o menos parecido. Claro que aquí los grupos se arman en torno a afinidades puntuales (especialmente políticas) y no espaciales, por lo que cualquiera que llegue de afuera será bienvenido siempre y cuando no aporte una voz disonante. Si su opinión difiere con la del conjunto corre el albur de ser deportado a los gritos. Es decir, aquí también, y entre gente que se conoce apenas de manera virtual, se tejen las mismas tramas que en la familia, el trabajo o el club: la solidaridad entre pares, la defensa casi a ultranza de aquello que se haya elegido de antemano como "común" para todo el grupo.
Sospecho que no existe especie sobre la tierra que no está dispuesta a luchar por un territorio cauado lo siente invadido. Si los seres humanos hemos ido perdiendo los colmillos, ha sido simplemente porque fuimos capaces de inventar otras herramientas para deshacernos  de lo extraño. Lo que no quiere decir que llegado el momento, si hiciera falta, no nos vuelvan a crecer.



Miguel Ángel Morelli
Extraído de "Agenda Cultural del Sur"  -   XV Nº 148 - Año 2013

Poeta nacido en Cnel. Suarez, Pcia. de Buenos Aires, (1955). Reside en Quilmes.

  Marcos Silber

11 de noviembre de 2013



La muerte


Si todo el sol, toda
la luz sobre el pleno día;
si toda la claridad toda
sobre el radiante espacio;
si la vida total colmando
cada punto cada lugar;
por donde penetra la canalla,
la cesadora por dónde?



*******************************************



Entre fatiga y fatiga,
algunos se detienen
a meditar el destino, los ruidos
mayores y menores, los sueños,
las ternuras, las malas y buenas maneras;
uno, como de regreso,
ordena la mesa del pan justo
y del preciso vino,
la serena la plácida mesa
del festivo trabajo y el amor cierto;
ordena la vajilla más alegre
mientras sonríe con cierto dejo de piedad.




Marcos Silber
Argentino – 1934

De: "Cono de sombra y casa de pan" - Poemas 1976 - 1982
Ed. Setiembre literario - 1985

Argentino (1934)


Obra: Borrasca en azul – Osvaldo Guayasamín (Ecuador)


  Amalia Pérez

8 de noviembre de 2013





locos de luna


al barrio lo agarró desprevenido

tres locos de luna
de hace treinta años
le dieron en la base
pisaron la vereda en pura dinamita no toda humedecida
apuntaron en la noche del abasto
revocaron la mole irrespetuosa

borrachos que no han comido vidrio
un tiro al hombro los hizo como sabios
mecha que habían guardado en el bolsillo
estruendo sorprendente en los cimientos

nadie se enteró de nada
nadie se quiso hacer cargo de esa noche

los locos que no comen vidrio
sólo tienen un resto de bala entre sus cosas
algún testigo bienvenido
una ondulante certeza que resiste




me caíste a contra sol

al pibe que me puso un revolver en la cabeza
aquella siesta, en un barrio de San Martín


me caíste a contra sol estrellado entre mis ojos
sentí escapada a los dos
la suerte contra el portón
cuando me hiciste un dibujo en la mitad de la frente
bajorrelieve fatal de gatillo despertando
frío tu susto y el mío
milonga nuestra de apuro

abrasados por la bronca
me dolió la mueca de tu cuello
tu bicicleta perdida sin remedio
mate cocido porteño
atrapado por las luces de una mesa tendida para otros

te estas creciendo sólo y lo sabés
solas tus uñas con vos
con tu revolver pesado

desaparecido desde antes de la cuna
me morís y no me importa
y me quedo de este lado
y no soporto mis pájaros cuervo en tus ojos cuenco
me morís y no me importa
y me quedo de este lado
y no soporto mis pájaros cuervo en tus ojos cuenco



Amalia Pérez
Argentina, nació en Lomas de Zamora

De "Algo de la historia de ésta historia" (El libro segundo: Paisajes alentadores y otras yerbas)

  Mariel Manrique

4 de noviembre de 2013



X


La mayoría de la gente no ha visto ni verá
el Moisés esculpido por Miguel Angel.
La mayoría de la gente vive sujeta a una ley.
En la Florencia gobernada por los Médici,
aquellos sanguinarios de buen gusto,
el arte renacentista se exhibía y los gitanos
se hacinaban, como ratas, extramuros.
En Florencia había más gitanos que esculturas.
La mayoría de la gente no ha leído ni leerá
a Baudelaire. Nunca leerá un poema.
La mayoría de la gente sube a los trenes a olvidar.
El pueblo francés no leía a Balzac,
No hay un Rafael africano en los museos.
Y ella tiene una manera tan dulce
de quitarse el pelo de la cara.
Él se suena la nariz sin hacer ruido.
Ella le roza el cuello al ponerle la bufanda.
Lo harán un número limitado de veces.
Ignoran cuántas veces.
La civilización es un gesto inconsciente,
la suma de tus gestos es la luna
en su cuarto menguante.




Mariel Manrique
Argentina – 1968

De: Flores en la boca
Ed. Paradiso – 2013

Fotografía: El beso – R. Doisneau (Francia)


  María del Carmen Colombo

1 de noviembre de 2013



Museo de ciencias naturales


Ceniza de seso
bajo el parque centenario dicen
de vos derrota
un esqueleto fuera
de la lluvia somos
rapada respiración aquellos
preguntando sin desterrar
o convenir con quién buscamos qué
se puede sino cuerpo persona perderse
acaso queda
de nosotros
borracho telón la circunstancia
no propicia para pensar lo
bien
que andamos con las certezas
óseas para seguir
así al descubierto



María del Carmen Colombo
Argentina – 1950

De: Blues del amasijo y otros poemas
Ed. mar blanco – 1992



  Lou Reed

29 de octubre de 2013



Camina por el lado salvaje


Holly llegó de Miami Florida
Se atravesó todo E.E.U.U a dedo
Se depiló las cejas en el camino
Se afeitó las piernas y entonces se hizo ella
Y dice, hey bebe, date una vuelta por el lado salvaje
Dice, hey dulce, date una vuelta por el lado salvaje.

Candy llegó de Island
En la pieza de atrás era la querida de todos
Pero nunca perdió la cabeza
Ni siquiera cuando la chupaba
Dice, hey bebe, date una vuelta por el lado salvaje
Dice el bebe, date una vuelta por el lado salvaje
Y las chicas de color dicen, du,du,du,du...

El pequeño Joe nunca la regalaba
Todo el mundo tenía que pagar y pagar,
Un polvo acá, un polvo allá
La ciudad de Nueva York es donde se dice
Hey bebe, date una vuelta por el lado salvaje
Y yo digo, hey Joe, date una vuelta por el lado salvaje.

Sugar Plum Fairy llegó y salió a la calle
Buscando comida para el alma, y un lugar donde comer
Fue al Apollo
Deberías haberla visto, bailar
Ellos decían, hey Sugar, date una vuelta por el lado salvaje
Y yo decía, hey dulce, date una vuelta por el lado salvaje.

Jackie iba colgado de anfetas
Se creyó era James Dean por un día
Después se pegó un palo
Creo que el Valium le habría ayudado a bajar
Ella dijo, hey bebe, date una vuelta por el lado salvaje
Y yo dije, hey dulce date una vuelta por el lado salvaje

Y las chicas de color decían, du du du du...



Walk on the wild side

Holly came from Miami, F.L.A.
Hitch-hiked her way across the U.S.A.
Plucked her eyebrows on the way
Shaved her legs and then he was a she
She says, "Hey babe, take a walk on the wild side"
He said, "Hey honey, take a walk on the wild side"
Candy came from out on the island
In the backroom she was everybody's darlin'
But she never lost her head
Even when she was giving head
She says, "Hey babe, take a walk on the wild side"
He said, "Hey babe, take a walk on the wild side"
And the colored girls go
Doo do doo, doo do doo, doo do doo
Little Joe never once gave it away
Everybody had to pay and pay
A hustle here and a hustle there
New York City's the place where they said
"Hey babe, take a walk on the wild side"
I said, "Hey Joe, take a walk on the wild side"
Sugar plum fairy came and hit the streets
Lookin' for soul food and a place to eat
Went to the Apollo, you should've seen 'em go go go
They said, "Hey sugar, take a walk on the wild side"
I said, "Hey babe, take a walk on the wild side"
Alright, huh
Jackie is just speeding away
Thought she was James Dean for a day
Then I guess she had to crash
Valium would have helped that bash
She said, "Hey babe, take a walk on the wild side"
I said, "Hey honey, take a walk on the wild side"
And the colored girls say
Doo do doo, doo do doo, doo do doo



Lou Reed
EEUU (1942 – 2013)

Lewis Allen "Lou" Reed , fue un cantante y compositor de rock, considerado el padre del rock alternativo, primero como líder del grupo The Velvet Underground y luego en solitario.
Enormemente influyente en el arte pop desde la década de 1960, sus principales discos son Berlin, Transformer, Rock'n'Roll Animal, Take No Prisoners, New York y, para un primer acercamiento, el soberbio concierto que ofreció en el Meltdown Festival: Perfect Night Live in London. Vivía en Nueva York y estaba casado con la cantante Laurie Anderson

  Beatriz Piedras

26 de octubre de 2013


Mujer tomando sopa


Me digo:
sube y baja la cuchara
plena - vacía
traza su órbita
carga-descarga
arriba-abajo

Todo se come, digo
en el fondo del plato,
se agrandan,
se contraen órbitas desmesuradas,
en el vaivén,
en el límite del oleaje,
la boca urge entreabierta
y
trago…
Esto no va a acabar, me digo
sopa interminable.
Trago filos de cuchillos
tallos cercenados
trigo golpeado, resbaladizo
Salpica
cae desde el borde lo incontenido
sube el vapor
las lágrimas saladas no hacen ruido,
en el estómago
la pleamar ahoga
Un esfuerzo más, me digo
la mano mecánica oye,
ejecuta hasta dar con el fondo

Qué buena niña, dicen
en tanto Dios sigue atizando el fuego
la gran olla borbotea
ciénaga donde todo cabe
Sólo quiero tirar el mantel
Sólo quiero tirar el mantel
desbaratar el rito

En tanto sigue la mesa sosteniéndose
sobre las cuatro patas de su historia


Beatriz Piedras
Argentina – 1934
Poeta quilmeña. Ha participado  en el Encuentro Nacional de Poesía Quilmes 2004. Ha publicado Haiku I y II, Edic. Botella al Mar - 2008.

Extraído del Fb de Miguel Angel Morelli

Ilustración: Mafalda - Quino

  Rodolfo Luis González

23 de octubre de 2013



El ángel de los perdedores

Apretando bien el paquete apuraste ese vaso
saliste corriendo a la calle, él te estaba llamando.
La puta que feo que fue sin la margarita
las sirenas están sonando y yo sin agua bendita.

La noche que rompe la copa vendiendo ilusiones,
dejándote retazos de sueños por los rincones,
pero nena, tu risa es la magia de los rocanroles
tatuada llevo la marca de tus aguijones.

Curaste todas tus heridas con agua podrida
le mentiste al diablo tres veces vendiéndole flores,
y te llevaste en andas al ángel de los perdedores.

Escondiste todos tus recuerdos en una guarida,
jurando que nunca dirías alguna mentira
pero vienes de esos callejones que funden alcoholes,
donde solo campeonan los peones.

Curaste todas tus heridas con agua podrida
le mentiste al diablo tres veces vendiéndole flores,
y te llevaste en andas al ángel de los perdedores,
y te llevaste en andas al ángel de los perdedores.


Rodolfo Luis González
“El Soldado”

Del álbum “Tren de fugitivos” (1997)

Voces: El Soldado y El Indio Solari


El soldado, ex plomo de Los Redonditos de Ricota.
Inaugura su carrera solista con el disco “Tren de fugitivos” (1997) al que luego le siguen: Alas rotas (1999); De Cardo y clavel (2000); De catálogo (2004); Visiones de un rompecabezas (2006); En marcha (EP) (2008); Luna en el espejo (EP) (2009.


  Pier Paolo Pasolini

20 de octubre de 2013













Súplica a mi madre


Es difícil decirle esto con palabras de hijo
a quien muy poco me parezco en el corazón.

Tú eres la única en el mundo que de mi corazón
sabe lo que hubo siempre, antes de todo amor.

Por eso debo decirte que es horrible saber:
es dentro de tu gracia que nace mi angustia.

Eres insustituible. Por eso está condenada
a la soledad la vida que me has dado.

Y no quiero estar solo. Es infinita mi hambre
de amor, del amor de cuerpos sin alma.

Porque el alma está en ti, eres tú, pero tú
eres mi madre y tu amor es mi esclavitud:

He pasado la infancia esclavo de este sentido
alto, irremediable, de un compromiso inmenso.

Era el único modo de sentir la vida,
el único color, la única forma: ahora se acabó.

Sobrevivimos: y es la confusión
de una vida renacida fuera de la razón.

Te suplico, ah, te suplico: no te mueras.
estoy aquí, solo, contigo, en un futuro abril…



Pier Paolo Pasolini 
Italia (1922 – 1975)

De: Poesía en forma de rosa (1964) Extraído de: Dossier “el intérprete” de Revista Nómada.
Universidad Nacional de San Martín. - Año 1/ Número 4/ Abril 2007

Escritor, poeta y director de cine italiano. Es uno de los escritores más reconocidos de su generación, así como uno de los realizadores más venerados de la filmografía de su país.
Ha escrito teatro, poesía, ensayo y narrativa.
Poesía publicada: “Poesie a Casarsa”, Libreria Antiquaria Mario Landi, Bolonia 1942; “Poesie”, Stamperia Primon, San Vito al Tagliamento 1945; “Diarii”, Pubblicazioni dell'Academiuta, Casarsa 1945; “I pianti”, Pubblicazioni dell'Academiuta, Casarsa 1946; “Dov'è la mia patria”, con 13 disegni di G. Zigaina, Edizioni dell'Academiuta, Casarsa 1949; “Tal còur di un frut”, Edizioni di Lingua Friulana, Tricesimo 1953 (nueva edición, a cargo de Luigi Ciceri, Forum Julii, Udine 1974); “Dal diario” (1945-47), Sciascia, Caltanissetta 1954; “La meglio gioventù”, Sansoni, Florencia 1954; “Il canto popolare”, Meridiana, Milán 1954; “Le ceneri di Gramsci”, Garzanti, Milán 1957; “L'Usignolo della Chiesa Católica”, Longanesi, Milán 1958; “Roma 1950. Diario”, All'insegna del pesce d'oro (Scheiwiller), Milán 1960; “Sonetto primaverile” (1953), Scheiwiller, Milán 1960; “La religione del mio tempo”, Garzanti, Milán 1961; “Poesia in forma di rosa” (1961-1964), Garzanti, Milán 1964; “Poesie dimenticate”, al cuidado de Luigi Ciceri, Società filologica Friulana, Udine 1965; “Trasumanar e organizar”, Garzanti, Milán 1971; “La nuova gioventù. Poesie friulane 1941-1974”, Einaudi, Turín 1975; “Le poesie: Le ceneri di Gramsci, La religione del mio tempo, Poesia in forma di rosa, Trasumanar e organizar”; Garzanti, Milán1975; “Bestemmia. Tutte le poesie, 2 vols.”, a cargo de Graziella Chiarcossi y Walter Siti, Garzanti, Milán 1993 ); “Poesie suelte”, editados por Nico Naldini y Francesco Zambon, TEA, Milán 1997; “Tutte le poesie”, 2 vols., a cargo de W. Siti, Mondadori, Milán 2003.


Foto: carrubbabiagio.blogspot.it

  Anne Michaels

16 de octubre de 2013


















Buceadores de la piel


Bajo la carpa
de las estrellas, vacas
a la deriva, sus vientres cepillando
la hierba alta, listos para un copioso
festín. Tierras bajas que centellean como mica
bajo la luna. La luz de las estrellas
nos empapa los zapatos.
La pradera de algas marinas se inclina suplicante, el mismo
campo de arpillera que en invierno cruje con la helada
es salpicado por el pincel negro
de los cuervos. Gélidos diamantes de las cintas de la reina Ana.

Porque se siente amada, la luna permite que nuestros ojos
la sigan por el sembrado, pisando
su ropa, seda reluciente
esparcida por los surcos. Sintiéndose amada, la luna desea
que la miren, nadando
toda la noche por el río.

Llama a través de los estores,
extiende una tira blanca por el pasillo a oscuras,
alcanza un vaso de la mesa.
Vigila la fortaleza del sueño.
Como la luna, quiero tocar espacios
sólo con la mirada. Contarte
cosas nuevas a las tres de la mañana, cuando nos
despierta la lluvia o una preocupación, o adelgazándonos por
los juncos del sueño, emergemos en la piel. En esta habitación
donde tantas cosas han ocurrido, donde el amor
es ese tintineo de los botones al deslizarse tu camisa
al suelo, el sonido de la calderilla;
un libro entreabierto, ropa
entreabierta. Sentimos de nuevo
cómo se transparenta la superficie
del cuerpo empujado ante la puerta
del mundo. Para leer lo que hay dentro
nos alzamos el uno al otro
hacia la luz. Recogemos
a todos los que amamos o deseamos
perder de vista, los llevamos
a cada pradera nocturna y nos sentamos con ellos
mientras las vacas se demoran como barcos
que apenas se mueven en la distancia.
La lluvia goteando desde la lona de las estrellas.

Pulido por el agua, el cuerpo recuerda
como una planicie inundada, anegado de sensibilidad,
ganando terreno en la bajamar.
Terrazas de la memoria, lisas como deltas verdes.
O arrecifes y cordilleras
plegando el mundo hasta el hueso.
La luna palpa el significado
de las cosas con sus dedos ciegos,
luego nos devuelve al cerúleo
aluminio de los amaneceres. La noche,
una carretera apuntando al este.
Su hermana, la memoria, revuelve en el armario empotrado
buscando ropa que conserve la silueta de alguien.
Se frota las manos en el delantal
manchado de infancia, un olor familiar
en el pelo; traquetea con ollas y cacerolas
en la cocina circadiana.
Mientras, en la habitación de una pradera nocturna,
la luna se desviste; su salto de cama
flora eternamente a ras de suelo.
La memoria se demora por el césped de las fincas,
se mueve lentamente por la hierba húmeda, cargada
de instantes atrapados en su red nocturna, en el éter
reluciente de su falta. El aire se aviva,
la memoria alza la cabeza y casi
desaparezco. Alzas la vista, una mirada que siento
por todas partes, la lengua de una mirada,
y el amor esta pradera nocturna, la sombra de la mañana
de nuestras voces, el papel carbón púrpura
de esta oscuridad plomiza. Pesa la memoria con la joyería
de esta lluvia, pesa su falda con los brotes de mercurio
congelados que adornan las ramas,
mientras avanza oímos el castañeteo
de esos huesos tan bellos. Entonces, el amor,
tan alejado del cuerpo, se alcanza sólo
por vía del cuerpo. El tiempo es el alambique
que transforma lo conocido
en misterio. En aire,
en la mancha púrpura de la dulzura.
El laburno, el iris silvestre, los abedules tan espesos
que resplandecen por la noche, olores que nos alcanzan
por todas partes; la alquimia que nos mantiene
tan felices tumbados en el suelo, incluso si no abarcamos
nada, nada: el evasivo
troque de los pájaros. Nunca tomaremos velocidad
de crucero, más bien nos hundiremos en el húmedo
firmamento, aprenderemos a permanecer en el fondo,
respirando por la piel.
Con membranas de plata, en ríos
color de lluvia. Bajo el agua, bajo la piel;
con arcanas aletas transparentes.

Esta noche la luna deambula descalza,
deja atrás medias de seda
como jirones de río.
Las pisadas del verano en nuestros brazos y piernas
palmeando húmedos
de lodo y algas.

Rodamos desde el borde al fondo de la pradera,
nos levantamos bajo la lluvia
de nuestra silueta en la hierba húmeda.
Nadadores nocturnos, buceadores de la piel.




Anne Michaels
De: “Buceadores de la piel”. Traducción de Jaime Priede - Bartleby Editores. – 2003

Canadá – 1958. Es una destacada escritora canadiense de la actualidad. Su primera novela, Piezas en fuga (Alfaguara, 1997), ocupó durante años la lista de los libros más vendidos en Canadá y recibió, entre otros premios, el Orange Prize, el Trillium Book Award, el Giusepe Acerbi y el Lannan Literary Award for Fiction. Fue traducida a numerosos idiomas. También es autora de libros de poesía muy celebrados: “El peso de las naranjas and miner s pond” y “Buceadores de la piel”, entre otros.


Obra: (serie) La hora de las estrellas - Miguel Carini - España


  Melba Guariglia

13 de octubre de 2013





















No corro
camino
estoy llegando
oculta en la punta del viento
con todas las piedras.
Reconozco el hoyo del zapato
ametrallado
lo que queda de mi prisa
boca escupiendo perfiles
sin aliento
el cupo zurcido de mis medias
buena memoria.
Ando puentes y zaguanes
entre amor/cigarrillos
consecuencias/resaca
color aguamarina en plazas oscuras
esa pesada melancolía
en las rodillas
ese tiempo que llega con el vino
la cólera lentamente.



Melba Guariglia
Uruguay

De "17 poetas uruguayas de hoy" - Comp. Julia Galemire
Ed. Carlos Marchesi - 1996

Poeta, asistente social y periodista.
Integra diversas antologías de poesía en Uruguay  y México, una de ellas bilingüe español-portugués, un libro colectivo de cuentos (México) y poemas suyos han sido musicalizados, editados en CD y traducidos al francés.
Es coeditora del libro La palabra entre nosotras (E. La Banda Oriental, 2005) que recoge las Memorias del I Encuentro de Literatura Uruguaya de Mujeres, del que fue co-organizadora.
Actualmente reside en Uruguay, dirige Ático Ediciones y es socia fundadora y ex Presidenta de la Casa de los Escritores del Uruguay.
Obra poética: “Pequeñas islas” Ed. Ático 2010; “Entredichas palabras” Ed. Ático, 2008;
“Sublevación del silencio” Univ. Del estado de México, 2000;
“Oficio de ciegos” E. de la Crítica, 1998; Señas del derrumbe Ed. del Mirador, 1991;
“La casa que me habita” Ed. de la banda oriental, 1986; “A medio andar”  Monte Sexto, 1987; “El sueño de siempre” Ed. Oasis, México, 1984.

Obra: Figura veneciana – Santiago Cogorno (Argentino)

  Mario Benedetti

10 de octubre de 2013



Una mujer desnuda y en lo oscuro


Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda

una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque
vibran en su rincón las telarañas
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan

una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro
una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo

una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente
una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.



Mario Benedetti
Uruguay (1920-2009)

Interpretación: Roy Brown - Puerto Rico (1954)

Obra: Luz oculta - Isabel Picasso
http://picassoisabel.blogspot.com.ar/

  Jaime Sabines

6 de octubre de 2013



Te quiero porque tienes…


Te quiero porque tienes
las partes de la mujer en el lugar preciso
y estás completa.
No te falta ni un pétalo,
ni un olor, ni una sombra.

Colocada en tu alma,
dispuesta a ser rocío en la yerba del mundo,
leche de luna en las oscuras hojas.
Quizás me ves,
tal vez, acaso un día,
en una lámpara apagada,
en un rincón del cuarto donde duermes,
soy la mancha, un punto en la pared,
alguna raya que tus ojos, sin ti,
se quedan viendo.

Quizás me reconoces
como una hora antigua
cuando a solas preguntas, te interrogas
con el cuerpo cerrado y sin respuesta.

Soy una cicatriz que ya no existe,
un beso ya lavado por el tiempo,
un amor y otro amor que ya enterraste.
Pero estás en mis manos y me tienes
y en tus manos estoy, brasa, ceniza,
para secar tus lágrimas que lloro.

¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras
me dirás que te amo? Esto es urgente
porque la eternidad se nos acaba.
Recoge mi cabeza. Guarda el brazo
con que amé tu cintura. No me dejes
en medio de tu sangre en esa toalla.



Jaime Sabines
México (1926 – 1999)

Obra: El beso de Klimt recreado en mosaico - Silvia Danelutti (Italia - 1970)


  Cristina Peri Rossi

2 de octubre de 2013













LA AMBIGÜEDAD DEL AMOR


"¿Y por qué le tendríamos miedo?
me preguntaste con falsa ingenuidad.
No hay mayor deflagración que un cuerpo.
Se teme a las palpitaciones
al exceso de sudor
a la palabras
tanto como al silencio
a la bóveda del paladar
y a la bóveda del vientre
Se teme a las piernas y a las caderas:
son visiones irresistibles,
se teme no verlas
y se teme verlas al mismo tiempo
Es mejor estar siempre vestida
Ocultemos los animales que llevamos adentro
No me enseñes el puma
y yo no te enseñaré la gacela
O vístete de palabras
y tomemos café.




RELOJES

Cuando empezamos a amarnos
me dijiste que te hubiera gustado conocerme mucho antes
Yo, que preveía lo que iba a suceder,
te contesté
que hubiera preferido que nos conociéramos cien años
después.




Cristina Peri Rossi
De "INMOVILIDAD DE LOS BARCOS" - BASSARAI POESÍA 1997

Nació en Montevideo, Uruguay el 12 de noviembre de 1941


  Zoé Valdés

30 de septiembre de 2013




















Locura y elección


De todas las muertes uno elige la suya
la de la mano incógnita
que ya jugó a alcanzar en la carrera infantil
de policías y ladrones
uno se apodera de la que te lanzará sobre un charco
debajo de las ruedas
robas la bala de oro la manzana envenenada
el gen cáncer el gen bacilo de Koch
el gen interminable que te persigue desde los ancestros
el encomendado para asesinar
La vida te la endosan
la muerte
uno tiene la sensación de elegirla
con fineza reflexivo
titubeando si no habrá otra mejor
más colorida más a la moda
el traje ilícito del sida
y registras en la prensa con confiada ufanía
ninguna se parece a tu carácter
todas son terquedad por nada
ni la muerte chic de los grandes atentados
ni los terremotos después del almuerzo
mucho menos el suicidio o el infarto indecoroso
tampoco aquellas donde se pretende dejar herencias
de todas las muertes uno selecciona con pulcritud
y a veces hasta con al irreverente certeza de aquel refrán
El hueso que está p’a uno no hay perro que se lo lleve.



Zoé Valdés
Cuba – 1959







De: Vagón para fumadores - Ed. Lumen – 1996

Escritora de narrativa y poesía, guionista y directora de cine, reside en París desde 1995 y nacionalizada española en 1996.
Estudia los primeros cursos de Filología en la Universidad de La Habana. Se traslada a París, estudiando en la Alianza Francesa, donde trabaja como documentalista en la Delegación de Cuba ante la Unesco y en la Oficina Cultural de la Misión de Cuba en París.
En 1988 vuelve a Cuba, participa en el movimiento pictórico del país, trabaja en la revista Cine cubano y colabora como guionista en el Instituto Cubano de Artes e Industria Cinematográficos.
Colabora en la prensa española y francesa. En el ámbito cinematográfico, es guionista de Vidas paralelas de Pastor Vega, Amorosa de Pilar Távora, etc.
Su obra se define por ser una visión crítica y nostálgica de la vida en Cuba. Ha sido traducida a inglés, francés, alemán, flamenco, polaco, portugués, italiano, serbio, checo, eslovaco, entre otras lenguas.

Obra: Pareja de calaveras – José Guadalupe Posadas (México)

  María Teresa Andruetto

26 de septiembre de 2013



Hamaca


Estoy en cama
      (la enfermera
       se llama Erminda)
Por la ventana que da al patio,
mi hermana pasa a bordo de una hamaca.
Pasan también las moras, el verano,
las chicharras. Ha de ser octubre,
como esta tarde, o tal vez noviembre,
y el calor agobia, porque mi padre
que llega del trabajo, se ha soltado,
cosa extraña, la corbata. Yo estoy
en cama. Y Ana que pasa alegre,
viva, a bordo de la hamaca.
Habrá sido de vidrio el aire,
como esta tarde.



María Teresa Andruetto
De "KODAK" - Ediciones Argos - 2001

Nació el 26 de enero de 1954 en Arroyo Cabral, provincia de Córdoba, Argentina.