Marcelo Marcolin : Estación Quilmes Estación Quilmes:   Marcelo Marcolin

  Marcelo Marcolin

3 de mayo de 2011




Mientras la lluvia lo dice

“Si tu forma de lluvia me mojara”
Roberto Santoro


Todo lo arrastra esta maldita lluvia
lluvia sin color sobre el horizonte y los pecados.
Todo lo lleva y todo lo trae
mensajes de aquel lado del día que viaja sobre los pies
y se queda con todo mi equipaje.
Mirá la pieza del hombre rojo / la secreta estadía del recuerdo
se aferra en sus paredes de tiempo sin forma
y ahí están las supremas cosas que resisten a las tempestades / a los olvidos / las traiciones
y allá, de aquel lado
mi cajita / mi cajita con fotos / estampas/ con la moneda de Canadá / un diente /
con siete semillas de manzana envueltas en papel celeste para la suerte,
cajita cargada de viento que en las mejores siestas
bailó de marihuana por el barrio
y todos decíamos revolución / Guevara / revolución
y todos fuimos declarados inmortales en las leyendas / las secuencias
en los bolsillos de la memoria.
Lluvia alguna vez dije / habitaciones en secreto de aquel otoño en Budapest
y tus ojos guatemaltecos hablando de la lluvia / de la deliciosa humedad
que brota de tu cuerpo / de tu cuerpo en estado de espuma celestial /
y ojos guatemaltecos / espuma negra penetrando sigilosa como fantasmas
en una noche de Budapest y nuestras manos necesitando regresar al sitio imperfecto
que nunca estuvimos / para otra vez partir / partir digo sobre la tarde
y los ojos guatemaltecos / partir de Budapest y la cajita
volver pienso / muchas veces lo pienso
pero han dado vuelta este mapa y las rutas
toman el otro rumbo y yo sigo esperando / casi solo y perdido /
aquel estrepitoso ómnibus azul parado frente a una shell
y Susi / Susi la de las caderas soñadas dice yoin / yoin / se quita sus ropas
me muestra su cuerpo en la tarde vagabunda y alucinada
mientras leemos a Castaneda en un departamento satisfecho y desolado de sábado de abril
yoin / yoin / y esas marcadas grietas de furia en mi cuerpo
y este cansancio que hace que pierda el sombrero y gire en la esquina
como buscando el esquivo sonido de los pájaros en tus pechos de luz.
Entonces abro la puerta y enfrento a los malvones y las hortensias /
dejo mi valija en el costado de la vida / percibo el aroma a cedrón
y le sugiero un té a mi abuela Josefina / ella asiente
con sus ojos atravesando la eternidad.
Ha dejado de llover en este barrio, así, así lo dice la lluvia.



Marcelo Marcolin
Fue miembro de la llamada Generación Subterránea argentina; editor y parte de diferentes publicaciones, entre ellas: Artemisa, Antimitomanía, El ojo de la Ballena, Río de la Plata. Colaborador en medios gráficos y radiales como columnista. Premio Zargazazú 1986. Ha editado: La coronación del príncipe mudo, Matecocido, La primera letra, Angeles clandestinos, Siestas de Wincofón y Otros elefantes de regreso a la constelación de Orión.

Audio: IV Festival Internacional de Poesía, en la Feria del Libro.

2 comentarios :

Pato dijo...

¡Cómo me gustó este poema!

¿Dónde puedo comprar siestas de wincofón?

Graciela dijo...

Maravilloso este poema Marcelo,simplemente...maravilloso