Estación Quilmes

  Fernando Noy

21 de julio de 2011



Baires Tremens


Organizar sistemáticamente la escritura en los subterráneos
Tratar de invisibilizarse ocultando antiguos ostentados talismanes
Llegar a desoír y que no infiera ni corte la absurda
campanilla entre el impulso que salta con aromas
de jabón promocionado

Mientras
las automáticas locutoras taladradas de rojo
advierten
para no descender jamás en una estación u otra
Nadie puede bajar del mismo tren en círculos

Pasillo advenedizo pero mío
Sombrío y mío
En la escalera mecánica parece que no hay nadie
Sólo dos o sea nadie
Desnudos con su propio misterio.



Fernando Noy
Argentino – 1951


De: “200 años de Poesía Argentina”
Ed. Alfaguara – 2010


Nació en Río Negro, reside en Bs. As. Obra poética: “El poder de nombrar” 1985; “Dentellada” 1990; “La orquesta invisible” 2006; Hebra incompleta (antología), 2006. Es dramaturgo, actor y letrista de rock y pop.

Imagen tomada de: estilario.blogspot.com

  Amalia Pérez

19 de julio de 2011




DOS

No se que hago acá
que lamentable papel de margarita
maquillada como afiche
en chancletas y arremangada

Nací cuando ya era tarde
desteñida longipietra al decir de mi vieja
longipietra como botella vacía
flotando en lo zángano de mi alma
esa minúscula rendija en mi mundo joven

¿te acordás?
humano de carne y hueso
humano de culpas y escarmientos
humano de avasallar lo que no te pervertía
un sudor humano de vos que mojara tu entrepierna
que no tuvieras retaguardia ni trasero

que tu viejo fuera como el mío
de carne y hueso pretendía

¿te acordás?
cuando me alcé sin raíces y sin sombra
hacia el confín de tu cielo
y vos?
descarnado muñeco
espiando por aquella claraboya
cuando un maniquí a tu semejanza
lastimó mi cuerpo con esas manos de no tocar
y asoló mi alma con los ojos que nunca te animaste

a vos te inventamos nosotros
te parimos después del trueno
te fingimos
por la bestialidad de nuestros cuerpos
por la cruel manera de merodear el cielo
para salvarnos del colmillo de nuestro padre

fuimos nosotros
antes de la batalla
aterrados al borde de la cama
conjurando búfalos al vibrar de las tripas
parados en retiro a las siete de la tarde
bajando a los socavones

porque antes no existías
antes que ella cantando madam baterflai
antes que leonardo o el polaco
antes que las sombras del fuego no existías
ni antes que el tren del sur
con el humille nuestro de cada día
entre sobacos y codos

¿acaso sabés lo que vino después de la cruz?
el deseo de retozar tirado a las brazas
las uñas de las ratas subiendo al pescuezo de las brujas
la contorción de los tendones por el relámpago y el hierro

aca en la tierra tu cadáver huele a podrido
los océanos se arrojan sobre la tortuga cuando un solo niño
nada de vos cuando es la carne la que escarba
y la libertad de dar a luz a un muerto es solo un pasatiempo

¿sabés?
la fruta de tu huerto no se clavó en nuestra boca
teníamos el dado en la zurda y vos no lo sabías



TRES

Quiero darte cornadas
asestarte un puntazo de buey encabronado
quiero cargar tu costal con mi buitre apestoso

decís que mandaste tu hijo a mi casa
que acudieron ángeles y guardianes
no es así
solo luciferes merodean mi calle

decís que vino a salvarme
y sus príncipes cavaron sótanos debajo de mi mesa

decís que soy libre
y cargaste de piedras mis pulmones

mirás arder mi lámpara
y te confunde mi sombra en la pared

es así
los dos lloramos por este desencuentro
yo cargo con lo que até a mis cadenas
vos sos nomás un voyerista



Amalia Pérez
De "Sapo que no se traga" (Monólogos) Ediciones El Mono Armado 2011
Argentina, nació en Lomas de Zamora.


Pintura: El viaje - Fernando Maldonado

  César Cantoni

17 de julio de 2011




En cada puerta que tocan


Domingo a la mañana. Los pastores
recorren las calles de la villa vecina,
llevando la salvación a domicilio.
En cada puerta que tocan, dejan
publicaciones con la geografía del cielo
y fórmulas para orar y alivianar las culpas,
mientras los perros ponen a prueba su fe predicadora.
(Ellos son la verdad de las Escrituras
en este suburbio del planeta
donde la pobreza es una penitencia diaria.)
Luego, con la tranquilidad de haber servido a Dios,
se alejan entre anuncios de alguna catástrofe inminente
y ladridos que no garantizan su regreso.

16.04.06



César Cantoni
De "Diario de paso" (2008)


Obra: Grupo cultural, murales y talleres gratuitos en villas de emergencia
www.grupocultural-cruzdelsur.blogspot.com

  Gabriela Wiener

15 de julio de 2011




Mi primera casa


llegamos a la hendidura
que llamamos Casa
un escenario de material noble
yo abrí una maleta y extraje una piedra de océano
como un gigantesco diente
la coloqué en el baño
la vi crecer cada mañana
tú en cambio desempacaste un juego de manos que no conocía
eran de más de trescientos tipos de manos
una me tocó allí donde no había existido el frío
otra fue triste al acomodar algo que caída de mí
la última que recuerdo no tenía dedos

nos gustaba salir y ver el floripondio del jardín
su vida al margen del agua
pero sus flores tenían una manera de morir tan desagradable
húmedas como lenguas blanquecinas
algo debía estar secándose en el fondo
fue cuando me dio la vergüenza
esa lamentable parentela
mirar un nuevo mito derritiéndose en la sombra

a nadie le interesa eso
me dijiste
toma esta alambrada
aprende a leer sus púas indefensas
hay más dignidad en la pulcritud de estos lugares
donde te sientes vencida

Pero la tristeza no era más
esa vela oscura deslizándose en la mañana
como si nadie la llevara entre las manos

Al acostarte junto a mí ya estabas tan callado
para no despertar el corazón
yo hacía tanto ruido
y lo encerraba en una caja perforada con agujas punta roma
ese fue mi animalito
tan limeño
nada feroz
ni hambriento
ni cariñoso
mi caja voluntariosa y dócil que hablaba de tan pocas cosas

una mañana te vi abrazado a ésta
la arrullabas con tu mano sin dedos
entonces todo fue bruma
sólo esa mañana
me agaché para alcanzar la hendidura
que dejamos de llamar casa
nuestro gato entró con un pichón en la boca
que no pensaba devorar
para ese momento habíamos entendido poco del juego
pero mucho de la muerte
el mar de madrugada
expulsando sus peores peces sobre nosotros
cubriéndonos las orejas

hoy el pichón ha volado lejos del juego y yo del agua



Gabriela Wiener
(Lima, 1975)



Periodista y poeta. Sus crónicas y reportajes pueden leerse en la revista peruana Etiqueta Negra, de la que es corresponsal en Barcelona.
Es Licenciada en Lingüística y Literatura. Vive desde el 2003 en Barcelona.

  Gastón Bernstein

13 de julio de 2011




Obsolescencia programada


Paciencia,
tus límites los definen aquellos
que el limbo castigó por avaros.
Los años encerrados en la sangre,
ahora se comparten.
Mutuo, simultáneo como el placer y la angustia,
sentirse nuevo entre semillas obsoletas.
¿Qué nos queda salvo lo que no tenemos?
No hay figura que nos acompañe desde ninguna parte,
ni en el cielo ni bajo tierra,
ni hay pasado que no envalentone,
en el deber de los que nos dejaron sus semillas.
Semillas rotas,
cae el embrión hacia el abismo,
un abismo oscuro y enorme.
Y qué sentís, mirándote a ti mismo
prematuro desde la misma muerte
que implantaron en tu carne plástica.
Ya nunca serás uno de nosotros.
Pero quizás nosotros
nos convirtamos en uno de los tuyos.
Silva un poco,
atrae el limbo y el recuerdo,
de cómo pasaste de ser piel,
a ser hueso, a ser madera,
a ser roca, a ser metal,
a ser plástico, a ser ¿qué?.
Eres obsoleto,
conocemos bien tu tiempo útil,
tu fin en esta sociedad,
que tan pronto te dio vida,
fijó la fecha de tu muerte,
para que seas una máquina más
en el basurero del mundo.



Gastón Bernstein
Quilmes (1993)



Realizó talleres literarios infantiles y juveniles en la "Biblioteca Mariano Moreno de Bernal".
Primer premio concurso Intercolegial Nacional, Homenaje a Julio Cortázar (2006)

  Rolando Revagliatti

11 de julio de 2011




Mírenlo

Mírenlo en la pantalla:
una línea
horizontal

Óiganlo:
un pitido

Se
nos
fue.



¡As!

La suprema
eficacia
de sus lavajes
supremos
de cerebro

cada sociedad
admite que es suya
¡As del detergente
y refregado!



Amigos

A unos amigos que tengo
por los poros les brota la felicidad
las ansias de vivir
el entusiasmo

A otros amigos
un puñado de palomas les brota por los poros
también la esquizofrenia
la burla
la insatisfacción.


De “Habría de abrir”
© Ediciones Recitador Argentino (2010)




Levanto mi copa


Aprovechando que el 2000
nos encontró dominados
y revolcados en ominoso merengue
el 2001

levanto mi copa de plástico
hasta el borde con el blanquecino
alimento líquido en base a soja y mandarina
y propongo un brindis global:

¡por los mercados!
que mercan el fin
del mundo.



Rolando Revagliatti nació en la ciudad de Buenos Aires en 1945.
En soporte papel (entre 1988 y 2009): Obras completas en verso hasta acá, De mi mayor estigma (si mal no me equivoco):, Trompifai, Fundido encadenado, Picado contrapicado, Tomavistas, Propaga, Ardua, Pictórica, Desecho e izquierdo, Sopita, Leo y escribo, Del franelero popular, Ripio, Corona de calor (poesía); Las piezas de un teatro (dramaturgia); Historietas del amor, Muestra en prosa (cuentos y relatos); El Revagliastés (antología poética personal), Revagliatti – Antología Poética (con selección y prólogo de Eduardo Dalter). Excepto Historietas del amor, cuentan con ediciones electrónicas, así como también sus dos poemarios inéditos en soporte papel: “Ojalá que te pise un tranvía llamado Deseo” e “Infamélica”, disponibles gratuitamente para su lectura o impresión en

http://www.revagliatti.com.ar o

http://www.revagliatti.net

BLOG: http://rolandorevagliatti.blogspot.com

Ilustración: Andrés Casciani

  Alicia Grinbank

9 de julio de 2011




No doy el asiento en el colectivo
ni a anciana ni a embarazada.
La una vivió hasta ahora
- lo cual es mucho -
la otra va a criar: toda una misión.
Yo en cambio
exigua de poderes maternales y cercada de vejez
debo mirar por la ventanilla.
Digerir la turgencia de ese vientre
y el pavor del blanco rostro suplicante.


* * *


¿Buscás a tu madre, Alicia?
Habrás de aceptar que fue enterrada viva.
Se llevó allí abajo lo que todavía era de ambas:
ese vientre que te sació de agua mansa
sus dedos peinándote
cuidados y maltratos
su voz reclamante.

En la paz de ese jardín
ahora la acunan
voces profanas de una capilla ajena
o el trino de pájaros migrantes.

Y un cuidador – de tanto en tanto –
atiende el césped de su tumba.


* * *


Tomó del jazmín un ala
y lo llevó a mi lugar de más abajo.
Sorbió luego el deleite del bocado
mientras yo gemía absorta
en mi viaje de hembra florida.




Alicia Grinbank
Argentina – 1949



De: “Pulmón de Manzana”
Ed. El Mono Armado – 2010

Escritora, coordinadora de talleres literarios, profesora de francés.
Obra Publicada: BRUMA Y VERDOR poemas 1987 Ed. Botella al Mar
CURANTO poemas 1992 Ed. Tierra Firme
LA BALSA DE LA MEDUSA 2002
NOCHE CERRADA 2005

Integra antologías de cuento y poesía argentina