19 de enero de 2017
Detrás del tiempo
Ahí no hay nada: ni lluvia ni moneda ni yo ¿ni alguien como yo?, que lo detenga: va y va.
Sabe, como las hojas copiosas de mi árbol (hojas que entran a los cuartos, a la mesa, y hacen volar las sombras mías con su viento). Cada estación la misma severa insistencia. Ese árbol me acaricia con el ímpetu colosal del hombre que estrecha cuerpos sin memoria.
Pero cuando ese hombre y yo ¿o alguien como yo?, nos miramos a través de la historia, y arden las voces sin descanso y no es tan fácil hallar del árbol su frescor y el desprecio de los ojos hace algún recuerdo y el camino se vuelve piedra y él me agradece la compañía, ¿la mía o la de alguien como yo? –pedacitos vagan, se fatigan bajo un cielo que salpica nuestras cabezas, “dan en hueso las almas”-, seguiremos sin saber dónde ponernos y, encima de todo, ¿dónde poner lo más perdido?
Susana Szwarc
Argentina – 1954
De: Bárbara dice: Ed. Alción – 2005
Foto extraída de: tatuajes.com - s/dato de autor.
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