11 de junio de 2012
Itaipú
Ahora viene un joven que no sabe
cómo se hizo la represa.
Viene a estudiar el río prisionero,
el diseño, la roca, la construcción.
En este caso, la historia le interesa
porque el hombre pudo más que el río.
Más que las muchas boas de ciego
en el abrazo de sus remolinos.
Más que su irresistible,
divina fuerza resistida.
Un dios de agua y olvido;
un río, el Paraná,
apenas por un tiempo desviado
y alzado para siempre a nuevas alturas.
Ya vive el río lejos de la selva.
Y el joven mira lejos,
pero no puede oír una queja distante.
Además, nadie sabe
si ella viene de un hombre,
de un tapir, de un tucán.
Jacobo Rauskin
Paraguay – 1941
De: “La calle del violín allá lejos”
Ed. Arandurá – 1996
Foto: Jorge Sáenz – 2011
Extraída de: lacabraediciones.com
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