30 de marzo de 2011
Lluvia – Mawün
las mujeres y la lluvia
cuando niñas vamos sueltas por el patio
y el sol nos persigue de a caballo
pero la luna implacable nos va dejando sus mareas
hasta que nos desvela
y esa noche encontramos
un cántaro
en lugar de la cintura
aprendices de machi las mujeres
nacemos así al rocío
listas para mirar los barcos que se pierden
descalzas a la neblina antes de que amanezca
nervaduras de lluvia nuestras manos
levantadas al cielo
te salpicará el amor
parirás sin amarras
y recibirás con ojos arrasados
la visita intermitente de la risa
permanecerá la llovizna en tu vientre
porque no te atreverás a ser la madre
de todos los desamparos
que andan por la calle
caudal desubicado te desarmará
en pájaros que no saben hablar
a borbotones no podrás decir
lo que quisieras
mejor dejarlo que se derrame despacio
decir
permiso tengo lluvia y alejarse
a una altura al mar al cielo
hasta que vuelvan a apretarse los musgos
en las profundidades
yo conozco mujeres que nunca se alejan
le abren la compuerta a sus gorriones
y lloran
enjuagan el trapo mojado lo estrujan
limpian con él la tabla
pican cebollas
igual hacen las camas
barren la casa peinan a los chicos
igual lavan
dónde aprendieron
hay otras que se pasan la vida domesticando
a sus pájaros
porque no quieren que irrumpan sin aviso
y los beba el enemigo
guardan su sangre su ausencia quietos en el fondo
y apuntan con palabras nítidas de cuarzo
que van a dar al blanco
yo a las palabras las pienso
y las rescato del moho que me enturbia
cada vez puedo salvar menos
y las protejo
son la leña prendida de Atahualpa
que quisiera entregar a esas mujeres
las derramadas las que atan sus pájaros
una vez en febrero yo estaba ahí
en el campo
y se llovía todo
parecía la furia de cai cai sobre nosotros
el agua estaba helada
las ancianas prosiguieron el ritual
y tuve que quedarme
hasta cuándo aguantaremos
pará la lluvia dios es demasiada
no la bebe la tierra se atraganta
y somos casi nada
trazos de tiza borrados por el agua
después de unos siglos el sol abrió las nubes
la voz gastada de meridiana epulef
levantó el taill del cauelo
pensé que dios podía ser ese arco iris
o los caballos en fila
moro zaino pangaré tostado bayo
saludando al horizonte despejado
huele tan bien la tierra después del aguacero
Liliana Ancalao
Argentina – 1961
De "mamihlapinatapai" Poesía de mujeres mapuche, selknam y yámana -
Compilador: Cristian Aliaga
Ed. Desde la gente - 2010
Poeta, escritora y educadora nacida en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut. Profesora de Letras, integra el grupo universitario de investigación de mapuzungun -idioma originario mapuche- y da talleres de enseñanza del mismo. Integra la comunidad mapuche-tehuelche Ñankulawen. Coordinadora de talleres literarios, también es organizadora de recitales de música y poesía con el grupo Arte Popular en los Barrios. Su poética, de un profundo conocimiento del alma mapuche, es una voz reinvidicativa de la lucha de los pueblos originarios.
Es autora del poemario: "Tejido con lana cruda" (2001) e “Inchiú” (2006, Campaña Nacional de Lectura). Su obra ha sido incluida en las antologías: “Taller de escritores: lenguas indígenas de América” (1997, Temuco, Chile) y “La memoria iluminada. Poesía mapuche contemporánea” (2007, Málaga, España)
3 comentarios :
bellísimo poema
gracias Gabriela por comentar. Una grande Liliana Ancalao.
Valeria - Fernando
impecable! y bellísimo poema.
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