Estación Quilmes

  Enrique Santos Discépolo

25 de junio de 2010





Chorra

Por ser bueno,
me pusiste a la miseria,
me dejaste en la palmera,
me afanaste hasta el color.
En seis meses
me comiste el mercadito,
la casiya de la feria,
la ganchera, el mostrador...
¡Chorra!...
Me robaste hasta el amor...
Ahura,
tanto me asusta una mina,
que si en la calle me afila
me pongo al lao del botón.

¡Lo que más bronca me da,
es haber sido tan gil!

Si hace un mes me desayuno
con lo qu' he sabido ayer,
no er'a mí que me cachaban
tus rebusques de mujer...
Hoy me entero que tu mama
"noble viuda de un guerrero",
¡es la chorra de más fama
que ha pisao la treinta y tres!
Y he sabido que el "guerrero"
que murió lleno de honor,
ni murió ni fue guerrero
como m'engrupiste vos.
¡Está en cana prontuariado
como agente 'e la camorra,
profesor de cachiporra,
malandrín y estafador!

Entre todos
me pelaron con la cero,
tu silueta fue el anzuelo
donde yo me fui a ensartar.
Se tragaron
vos, "la viuda" y "el guerrero"
lo que me costó diez años
de paciencia y de yugar...

¡Chorros!
Vos, tu vieja y tu papá,
¡Guarda!
Cuidensé porque anda suelta,
si los cacha los da vuelta,
no les da tiempo a rajar.

¡Lo que más bronca me da,
es haber estao tan gil!


Enrique Santos Discépolo

Argentino - Nació el 27 de marzo de 1901 y falleció el 23 de diciembre de 1951.
Poeta, compositor, actor y autor teatral de vastísima y reconocida trayectoria.

  Juan Fernando García

24 de junio de 2010



Paseo. Día 1

En medio de la tarde,
cuando ya nada
del recorrido por la casa
queda
viene Morón con su felicidad a cuestas,
me ve teclear,
leer en la pantalla,
hojear los libros que en la mesita
de la derecha esperan
y posa sus patas en la silla
para acercarse a un brazo
extiende su cuello
y quiere darme besos.
Puede que esa postura erguida
la mantenga varios segundos.
Después se arroja al piso
aguardando mi mano
confirmando que es hora
de una nueva salida.


Paseo. Día 6


De antiguas formas, aún guarda secretos el perro:
todo territorio urbano una planicie.
Ni calles ni veredas ni árboles que rechazar.
Avanza, mira a su paso a niños y ancianos
que le devuelven con gentileza una sonrisa.
Sociable, íntegro en estas geografías.
La casa también es la morada perfecta.

Algunas noches, pide un lugar en la cama estrecha.


Juan Fernando García
De “Morón” (inédito)
Mención FNA 2009

Nació en Necochea en 1969. Publicó “La arenita” (2000); “Todo” (2004); “Ramos generales” (2006). Participó de las ediciones Suscripción (poesía + fotografía, 2000); Álbum Sentime (figuritas y poemas, 2002); Proyecto 04, agenda de artistas (2004). En 2003 participó de la Residencia para Artistas en el Banff Centre for the Arts en Canadá, gracias a una beca otorgada por la Fundación Antorchas. Es jefe de redacción de Canecalón, revista de arte y medios. Docente de nivel medio. Dicta talleres de escritura y lectura.

  Diana Bellessi

23 de junio de 2010



Love story

Estábamos
tomando mate en su rancho
bajo un mediodía de oro
en las riberas, San Pedro
era y ella
doña Aurorita López
Iban y venían tramos
de vida con el amargo
Los vecinos,
la miseria, el que está
en el río come, dijo,
Dios y Evita y qué ojos tiene
m'hijita
hasta que el relato ancló
en su hombre escuchando manso

mientras hacía el estofado
Supe ser
buenamoza dijo y aquí
amarró su barco un hijo
del gringo Ford. Me propuso
matrimonio
Consulté a mi padre y él
que sabía yo esperaba
al que hoy es mi marido

sirviendo
de soldado allá en el sur,
me miró de frente y dijo:
"Sepa usted y para siempre,
el corazón es una achura
que no se vende"


Diana Bellessi
Argentina - 1946

Obra: Juan Arancio

  Diana Bellessi

22 de junio de 2010



La canción resuena siempre

El destino común
es aquello que vuelve,
a veces es la fe

quien va adelante o es

filo de la razón

que hiere pero otorga
un soberbio estado
de claridad que aquieta,

controla horror y sueño

mas su destino es caer

tocada por su propio
filo y el desorden
que nunca es presa, es
trampa el orden, su ingenua
intención de encerrar
en un vaso el océano
Si se dieran lugar
cediendo como la voz
a la lengua y ésta
al misterio aunque alce

ladrillitos, casa o

nido de intimidad
donde se entienden, uno
a otro así debidos
lo pequeño y lo infinito
La balanza siempre está

a la vista, allí,

en la risa de un niño
o en el llanto o trino
de lo que muere y nace
y sobre todo ¡buen
día! aquí, en la mano

tendida. Intentamos
con la ley poner coto,
afán desmesurado
de ser donde perdemos

nuestro ser por jerarquía
Está bien, si imantada
por la fe nos uniera
la vara de esta ley
que separa y ordena,
sostenidos por otro
nos ponemos de pie,
no es la propia boca
aquello que queremos,

sino la intuición
de que lo propio vuelve

sólo desde lo ajeno
La mañana de invierno
acuna, la palabra

saciada en el silencio

habla, pero no si antes
no pasa por el trueque:
¡lindo el día!, ¿un mate?,
hasta la vuelta, siempre


Diana Bellessi

Nació en Zavalla, provincia de Santa Fe, en 1946. Estudió la carrera de filosofía en la Universidad Nacional del Litoral. A finales de los años sesenta recorrió a pie toda América, a lo largo de más de seis años.
Es autora de los libros de poesía "Destino y propagaciones", "Crucero ecuatorial", "Tributo del mudo", "Danzante de doble máscara", "Eroica", "El jardín", "Mate cocido" y "La edad dorada", entre otros. Publicó también el ensayo "Lo propio y lo ajeno", y el libro de textos "Paloma de contrabando" que recoge la experiencia de coordinación de talleres de escritura en distintas cárceles de Buenos Aires. Recibió las becas Guggenheim (1993) y Antorchas (1996), y el Premio Konex Diploma al Mérito (2004).
En 2009 se publica “Tener lo que se tiene”, Obra reunida, por A.H. editora.

  María del Carmen Colombo

21 de junio de 2010



Carta a papá

miserable estratagema
para tenerte: parecerme
a vos
ser en espejada lejanía
lo que brilla por ausencia
una estrella
¿sabías? ausencia es ese algo
de nada que hace falta
en el mar
como los muertos
en corazón sensible
no me llames ilusa, no me mires
con cara de víctima
nerviosa, estoy arriba
reina de la nada
ardiendo en mis heridas
soy tu pequeño espejismo
qué peor atadura
ah, si quisieras llegar hasta aquí
y entraras en esta luz vacía
en todo caso, si así fuera, querido mío
la luz hiere, la luz es realidad


María del Carmen Colombo
Nació en Buenos Aires, Argentina, en 1950.

Ha publicado: “La edad necesaria” (Ediciones Buenos Aires Sur, 1979); “Blues del amasijo” (Ediciones El Tintero, 1985); “Blues del amasijo y otros poemas” (Ediciones Mar Blanco, 1992, reedit. por Alicia Gallegos Editora en 1998); “La muda encarnación” (Ultimo Reino, 1993) y “La familiar china” (Ediciones Tierra Firme, 1999). Recibió, entre otros, el “Primer Gran Premio de Poesía V Centenario”, organizado por el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires (1992), y Mención Especial del Premio Nacional de Poesía, Producción 1996-1999. Sus poemas han sido incluidos en diversas antologías de poetas argentinos publicados en el país y en el extranjero. Colabora, además, en diarios y revistas del país y del extranjero y tiene su blog de poesía : blogdelamasijo.blogspot.com

  Marcos Silber

20 de junio de 2010



1911

Lo veo.
Desde la borda del poema lo veo.
Catorce años tiene el que va a ser mi padre.
Viene en el “Arlanza”. No me ve.
No tiene rostro la tierra que lo espera.
Avanza la nave que muerde aguas de extraños idiomas.
No lee ni escribe el que va a ser mi padre.
Helado trae el dibujo de la letra.
Oigo el naufragio de sus vapores adentro
Y su silencio me da garrotazos por la cabeza.
Grandotas tinieblas le bailan alrededor.
Duele el frío sobre la cubierta.
El muchachito no me ve pero me dicta:
“congoja”, apunte la palabra “congoja”, hijo,
y apunte “susto”, y no deje de apuntar “soledad”.
Una palabra de lana vuela hasta su cuello,
otra de abrigo desciende sobre sus hombros.
No lee ni escribe el que va a ser mi padre.
Respira un verde aire de consuelo
cuando me sueña escribiendo
en su sueño de más felicidad.
Y detiene el que será su forzado carro de labor
Para dictarme: apunte, hijo,
la palabra “trabajo” y “techo” y “cama” apunte
y también “sopa de pollo
con sus flotantes monedas de oro”.
Lo veo. No me ve.
Le oigo: “tome mi mano, hijo,
guíela,
escribamos”.


Marcos Silber
Argentino – 1934
De “Bajo continuo”
Ed. El Mono Armado - 2009

  Javier Villafañe

19 de junio de 2010



El día y la noche

Hay que tener mucho cuidado
cuando se cierran los ojos
y sobre todo de noche
El día es la luz
el apogeo que despierta el gallo
La noche el primer miedo del hombre
la que borró el espejo de las rocas
donde el bisonte iba a caer atrapado
la que inventó el radar de los murciélagos
el rocío que envuelve las uvas
esas gotas de vino
que bebe la tierra
Todas las noches no sabemos
si será el día siguiente.

Javier Villafañe
Argentino (1909)
Historiacuentopoema
Ed. Colihue 1992