Estación Quilmes

  Roberto Diaz

3 de abril de 2010




La muerte en Kosovo

Una dama de chal negro revuelve con un palito.
La tierra se calcina por efecto de la explosión.
Hay sirenas que suenan por todas partes
y gente que corre, aterrada, con niños en los brazos

La dama sonríe y trata de borrar toda huella.
Saca un celular de entre sus ropas y se comunica
con el cuartel central.
«Misión cumplida» -dice. «Hemos logrado el objetivo».

Del otro lado, dan vítores. Se prenden medallas
en sus uniformes. Descorchan botellas de champaña.
El objetivo ha sido logrado, es decir han matado
la proporción justa, la cantidad razonable,
ni un niño de más o de menos, han conseguido un terror medido,
los destrozos correctos, las bajas que señalaban
las computadoras como políticamenete viables.

Han conseguido que el mundo globalizado
no se desglobalice demasiado.
Y que la muerte coma, pero no se indigeste.



Roberto Diaz
nació en Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, en 1938. Poeta, periodista, traductor de lengua inglesa.
Pertenece a la generación del '60
integró el grupo "El pan duro".

  Gustavo Caso Rosendi

2 de abril de 2010



Cuando cayó el soldado Vojkovic
dejó de vivir el papá de Vojkovic
y la mamá de Vojkovic y la hermana
También la novia que tejía
y destejía desolaciones de lana
y los hijos que nunca
llegaron a tener
Los tíos los abuelos los primos
los primos segundos
y el cuñado y los sobrinos
a los que Vojkovic regalaba chocolates
y algunos vecinos y unos pocos
amigos de Vojkovic y Colita el perro
y un compañero de la primaria
que Vojkovic tenía medio olvidado
y hasta el almacenero
a quien Vojkovic
le compraba la yerba
cuando estaba de guardia

Cuando cayó el soldado Vojkovic
cayeron todas las hojas de la cuadra
todos los gorriones todas las persianas



Bombardeo

Caían los barriletes
regresaban todos juntos
envueltos en llamas
con sus colas de trapo
de sábanas del cielo
desde donde alguna vez
abrazados a un oso
nos besaron la frente
y susurraron al oído

buenas noches
hijo
que descanses

Caía la noche vidrio roto
desde una muy alta claraboya
y caía el sol de mayo
entre la sangrienta melena
de ese roble
también la lombriz
en el territorio de aquel bagre
y la espera en vano
el vano regreso
la tarde colgando del anzuelo
y entre las manos un tazón
con leche hirviendo y miel
sobre una tostada casi negra
y ese tufo entre las uñas
a lata a tierra a humo
a pez ausente
y aparecían de pronto
los perros de la infancia
para echarse al lado nuestro
y nos olían el miedo y nos lamían
y luego por fin el silencio
al fin el silencio poder dormir
dormir un poco o para siempre

(Buenas noches
compañeros
buenas noches)




Bolero del náufrago

A veces la ausencia
se nos instala en la orilla
cargada de gestos
facciones y nombres
que ya no pueden juntarse
Un pedazo de pan
una lata vacía
una carta trunca
una birome agujereada
restos de yerba
una fotografía carcomida

A veces la ausencia
es una sirena que canta



Con los ojos bien abiertos

Cuando uno está por matar
es cuando más quiere la vida

Se corre se saltan cuerpos
mientras se escucha:
¡Oh! ¡Dios! ¡Ah!
como cuando se hace el amor

Corremos vaya a saber
por qué para qué para dónde
(gritos de parto gritos que parten
hacia el silencio absoluto)
y corremos como la sangre
hacia la oscuridad
sin cordón umbilical
huyendo de las vinchucas rojas
que buscan picarnos la frente

Cuando uno está por matar
puede llegar a hacerlo
o elegir esquivar el silbido
y alejarse a la orden de repliegue
o simplemente morir

Adiós soldados adiós
Ya no se debe mirar hacia atrás
Pero se mira



Gustavo Caso Rosendi
nació en Esquel (Chubut) en 1962. Reside en la ciudad de La Plata. Publicó: elegía común (1987); bufón fúnebre (Último Reino, 1995) y Soldados (Ministerio de Educación de la Nación, 2009). Sus poemas figuran en varias antologías: el viento también recuerda (de ex combatientes de Malvinas, Último Reino, 1996); 8 Poetas Regionales, (Vinciguerra, 1997); Poesía 36 autores (La Comuna, 1999); Naranjos de fascinante música (Libros de la talita dorada, 2003) y Poesía en El Círculo (Rosario, Editorial Ciudad Gótica, 2008). Grabó, junto a Martín Raninqueo, el CD Poemas (2000).

  Dylan Thomas

1 de abril de 2010


Plegaria

Vuelvo la esquina de la plegaria y ardo
en una bendición del repentino sol
en nombre de los condenados
me volvería o correría
a la escondida tierra
pero el sonoro sol
purifica
el cielo
Alguien
me encuentra
Oh dejadlo
que me abrase y me ahogue
dentro de su herida terrena
Su relámpago contesta mi llanto
mi voz arde en su mano
ahora estoy perdido en Aquel que enceguece
y al fin de la plegaria se oye el clamor del sol




Versión de Elizabeth Azcona Cranwell

Poeta galés nacido en Swansea, en octubre de 1914.
Heredó de su padre, un profesor y frustrado poeta inglés, la capacidad intelectual y literaria.
Poco tiempo después de terminar estudios básicos se casó, y con el fin de sostener su familia, alternó la actividad literaria con trabajos diversos como actor, reportero, guionista y periodista radial.
Su primera colección poética "Dieciocho poemas", data de 1934. Siguieron luego, "Veinticinco poemas" en 1936, y "Mapa de amor" en 1939. Después de la Segunda Guerra mundial se dio a conocer como brillante poeta y dramaturgo, mientras ocupaba una plaza en la BBC de Londres. A partir de 1950 realizó varias giras de recitales poéticos por los Estados Unidos. "Muertes y entradas" en 1946, "En el sueño campestre" en 1951 y "Bajo el bosque lácteo", publicada después de
su muerte, constituyen la parte más importante de su obra.
Su vida licenciosa y dedicada al alcohol, lo condujo a la muerte, ocurrida en Nueva York, en noviembre de 1953.

  © Dios, el orgasmo, eso



















Mandó Dios llamar a su secretario ángel, el más atrevido y ocioso y sabio. Como supuso que la charla iba a ser más larga que un instante, le ofreció:
–¿Té, café, mate, Villavicencio con gas o sin gas?
–Vino. Cabernet sauvignon –pidió el secretario ángel sin parpadear.
–Te hice venir para hacerte unas preguntas. Sobre el gol.
–Tema complejo como todos los temas sencillos –dijo el ángel. Y aleteó
presuntuoso.
–Dejémonos de literatura. Concretamente quiero que me digas cómo es un gol.
–Un gol es cuando la pelota entra por un rectáng...
–No no no... quiero saber qué sienten los que gritan gol. Qué les pasa en
el cuerpo, en la cabeza, en el alma.
–Mi Dios, cómo explicarle.
–Anímate.
–Es que... mi Dios, usted sabe, para explicárselo bien necesitaría acudir a
ciertas palabras que aquí, arriba de los altos cielos, no son bien oídas.
–Te autorizo a decir lo que sea.
–Lo que se experimenta con el gol es... es...
–¿Es?
–Mi Dios, ¡un orgasmo!
–¡Mide tus palabras!
–Usted me autorizó.
–Es verdad. Sigue. Y sin tantas vueltas. Nadie nos escucha. Estamos solos
en el continente de esta nube. Y entre hombres. Habla.
–¿Usted es hombre?
–Bueno, es una manera de decir. Al grano: ¿Así que gritar un gol es como un orgasmo?
–Ni más ni menos. Un orgasmo que pueden compartir diez, veinte, treinta millones de personas. Imagínese, mi Dios: por un gol, países enteros acabando a la vez.
–¡Mide tus palabras!
–Usted me autorizó.
–Es verdad. Y ya que estamos, ¿te parece que, en llegado el caso, yo podría gritar un gol?
–Mi Dios, ¿usted quiere decir si puede tener un orgasmo?
–Sí. Un orgasmo de ésos. Gritando gol.
–No, mi Dios. Usted no puede.
–¿Qué pretendes insinuar? ¡¿Por qué no podré?!
–Porque para ser Dios hay que pagar un precio. Usted nunca podrá gritar gol. Ése es Su precio por ser Dios.
–Debo confesarlo: cambiaría mi D por una d con tal de poder gritar gol...

del libro: De Fútbol Somos

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  A los 27 minutos  



del libro: De Futbol Somos
en la voz: Alejandro Apo

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 "La vida, nos haga lo que nos haga, no está para perdérsela"  

Rodolfo Braceli
nació en 1940, en Luján de Cuyo, Mendoza. Poeta, ensayista, narrador, dramaturgo, periodista.
Varios de sus libros fueron traducidos al inglés, francés e italiano. Sus reportajes latinoamericanos fueron publicados en 23 países. Ganó el premio Pléyade a la Mejor Nota del Año 1996. Para el cine escribió y dirigió Nicolino Intocable Locche. Obtuvo el Primer Premio Municipal de Teatro (Buenos Aires, 1990-1991). Su vasta producción supera la veintena de libros. Narrativa: Padres nuestros que están en los cielos -borgesperón- (1994); Julio Bocca. Yo, príncipe y mendigo (1995). Teatro: Federico García viene a nacer (1986);Ensayo Fuera de contexto 1991); Don San Martín, a usted qué le parece (1992); Caras, caritas y caretas (1996); Borges-Bioy. Confesiones,
confesiones (1997); Don Borges, saque su cuchillo porque.... (1979 y 1998). Poesía: Pautas eneras (prohibido y quemado, 1962); El último padre (1974); La conversación de los cuerpos (1982); Cuerpos abrasados (1984); La Misa humana (1998).

  © Te cuento que el otro día...



Carta de Osvaldo Soriano a Eduardo Galeano

en la voz: Alejandro Apo



Querido Eduardo:

Te cuento que el otro día estuve en el supermercado "Carrefour", donde antes estaba la cancha de San Lorenzo. Fui con José Sanfilippo, el héroe de mi infancia, que fue goleador de San Lorenzo cuatro temporadas seguidas. Caminamos entre las góndolas, rodeados de cacerolas, quesos y ristras de chorizos. De pronto, mientras nos acercamos a las cajas, Sanfilippo abre los brazos y me dice: "Pensar que acá se la clavé de sobrepique a Roma, en aquel partido contra Boca". Se cruza delante de una gorda que arrastra un carrito lleno de latas, bifes y verduras y dice: "Fue el gol más rápido de la historia".
Concentrado, como esperando un córner, me cuenta: "Le dije al cinco, que debutaba: no bien empiece el partido, me mandás un pelotazo al área. No te calentés que no te voy a hacer quedar mal. Yo era mayor y el chico, Capdevila se llamaba, se asustó, pensó: a ver si no cumplo". Y ahí nomás Sanfilippo me señala la fila de frascos de mayonesa y grita: "¡Acá la puso!". La gente nos mira, azorada. "La pelota me cayó atrás de los centrales, atropellé pero se me fue un poco hasta ahí, donde está el arroz, ¿ve?" –me señala el estante de abajo, y de golpe como un conejo a pesar del traje azul y los zapatos
lustrados-: "La dejé picar y ¡plum!". Tira el zurdazo. Todos nos damos vuelta para mirar hacia la caja, donde estaba el arco hace treinta y tantos años, y a todos nos parece que la pelota se mete arriba, justo donde están las pilas para radio y las hojitas de afeitar.
Sanfilippo levanta los brazos para festejar. Los clientes y las cajeras se rompen las manos de tanto aplaudir. Casi me pongo a llorar. El Nene Sanfilippo había hecho de nuevo aquel gol de 1962, nada más que para que yo pudiera verlo.



Osvaldo Soriano
nació en Mar del Plata en enero de 1943. En 1973 publicó su primera novela Triste, solitario y final, traducida a doce idiomas. En 1976, después del golpe de Estado, Soriano se trasladó a Bélgica y luego vivió en París hasta 1984, año en que regresó a Buenos Aires. En 1983 se conoció en Buenos Aires No habra mas penas ni olvido, llevada al cine por Héctor Olivera, que ganó el Oso de Plata en el festival de cine de Berlín. En 1983 se publicaron seis ediciones de Cuarteles de invierno, ya considerada la mejor novela extranjera de 1981 en Italia, y llevada dos veces al cine. En 1984 apareció Artistas, locos y criminales , y en 1988 Rebeldes, soñadores y fugitivos, colecciones de textos e historias de vidas.

  © Mujer que dice chau


Eduardo Galeano



Mujer que dice chau

Me llevo un paquete vacío y arrugado de cigarrillos Replubicana y una revista vieja que dejaste aquí. Me llevo los dos boletos últimos del ferrocarril. Me llevo una servilleta de papel con una cara mía que habías dibujado, de mi boca sale un globito con palabras, las palabras dicen cosas cómicas. También llevo una hoja de acacia recogida en la calle, la otra noche, cuando caminábamos separados por la gente. Y otra hoja, petrificada, blanca, que tiene un agujerito como ventana, y la ventana estaba velada por el agua y yo soplé y te vi y ese fue el día en que empezó la suerte.
Me llevo el gusto del vino en la boca. (Por todas las cosas buenas decíamos, todas las cosas cada vez mejores que nos van a pasar).
No me llevo ni una sola gota de veneno. Me llevo los besos cuando te ibas (no estaba nunca dormida, nunca). Y un asombro por todo esto que ninguna carta, ninguna explicación, puede decir a nadie lo que ha sido.



Eduardo Germán Hughes Galeano, nace en Montevideo el 3 de septiembre de 1940. En él conviven el periodismo, el ensayo y la narrativa, siendo ante todo un cronista de su tiempo, certero y valiente, que ha retratado con agudeza la sociedad contemporánea, penetrando en sus lacras y en sus fantasmas cotidianos.

Obra: erin CURRIER/técnica mixta

  © El derecho de soñar

Eduardo Galeano



El derecho de soñar

Vaya uno a saber como será el mundo mas allá del año 2000.
Tenemos una única certeza , si todavía estamos ahí ya seremos gente del siglo pasado.
Peor todavía, seremos gente del pasado milenio.
Pero aunque no podemos adivinar el mundo que será,
Bien podemos imaginar el mundo que queremos que sea.
El derecho de soñar no figura entre los 30 derechos humanos que las naciones unidas proclamaron a fines de 1948.
Pero si no fuera por el, por el derecho de soñar, y por las aguas que da de beber, los demás se morirían de sed .
Así que vamos a delirar, deliremos por un ratito ,
el mundo que esta patas para arriba, se pondrá sobre sus pies.
En las calles los automóviles serán pisados por los perros
El aire estará limpio de los venenos de las maquinas y no tendrá mas contaminación que la que emana de los miedos humanos y de las humanas pasiones.
La gente no será manejada por los automóviles,
Ni será programada por la computadora,
Ni será contemplada por el televisor.
El televisor dejará de ser un miembro más de la familia y será tratado como la plancha o el lavarropa.
La gente trabajará para vivir , en lugar de vivir parea trabajar,
En ningún país irán presos los muchachos que se niegan a hacer el servicio militar, sino los que quieran hacerlo.
Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo,
Ni llamará calidad de vida a la cantidad de cosas.
Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas.
Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos.
Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas.
El mundo ya no estará en guerra contra los pobres sino contra la pobreza.
Y la industria militar so tendrá más remedio que declararse en quiebra por siempre jamás.
Nadie morirá de hambre porque nadie morirá de indigestión.
Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura porque no habrá niños de la calle.
Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero porque no habrá niños ricos.
La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla,
Ni la policía será la maldición de quienes no puedan comprarla.
La justicia y la libertad , hermanas siamesas, condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda.
Una mujer negra será presidente del brasil,
Y otra mujer negra será presidenta de los estados unidos,
Y una mujer india gobernará Guatemala
Y otra Perú.
Y en argentina , las locas de plaza de mayo , serán un ejemplo de salud mental , porque ellas se negaron a olvidar , en los tiempos de amnesia obligatoria.
La santa madre iglesia corregirá algunas erratas de las piedras de Moisés.
El sexto mandamiento ordenará: festejarás el cuerpo.
El noveno , que desconfía del deseo, lo declarará sagrado.
La iglesia también dictará un décimo mandamiento que se le había olvidado al Señor :Amarás a la naturaleza de la que formas parte.
Todos los penitentes serán celebrantes
Y no habrá noche que no sea vivida como si fuera la última,
Ni día que no sea vivido como si fuera el primero.


Eduardo Galeano