Estación Quilmes

  Yacaré Manso

23 de febrero de 2020



Poesía Musicoambiental - MARTÍN FIERRO



Yacaré Manso
Nació en Santo Tomé, provincia de Corrientes, el 14 de octubre de 1982.

A los 9 años da sus primeros pasos en la música en el Coro Polifónico Infantil de Santo Tomé. Durante toda su etapa escolar estudia canto con la profesora Posadeña, Dora Collman, para luego continuar con Ana María Lavalle profesora de música de la Escuela Normal.

  Fernando Pessoa

3 de febrero de 2020




POEMAS INCONJUNTOS



No basta abrir la ventana
para ver los campos y el río.
No es bastante no ser ciego
para ver los árboles y flores.
También es necesario no tener filosofía.
Con filosofía no hay árboles: hay sólo ideas.
Hay sólo cada uno de nosotros, como un sótano.
Hay sólo una ventana cerrada, y todo el mundo afuera;
y un sueño de lo que se podría ver si la ventana se abriera,
que nunca es lo que se ve cuando se abre la ventana.



* * *



Hablas de civilización y de no deber ser,
o de no deber ser así.
Dices que todos sufren o la mayor parte,
con las cosas humanas puestas de esta forma;
dices que si fueran diferentes sufrirían menos.
Dices que si fuera como tú quieres sería mejor.
Escucho sin oírte.
¿Para qué querría oírte?
Oyéndote, terminaría sin saber nada.
Si las cosas fueran diferentes, serían diferentes: eso es todo.
Si las cosas fueran como tú quieres, serían sólo como tú quieres.
¡Ay de ti y de todos que pasan la vida
queriendo inventar la máquina de hacer felicidad!



* * *



Entre lo que veo de un campo y lo que veo de otro campo
pasa un momento una figura de hombre.
Sus pasos van con «él» en la misma realidad,
pero yo reparo en él y en ellos, y son dos cosas:
El «hombre» va andando con sus ideas, falso y extranjero,
y los pasos van con el sistema antiguo que hace andar las piernas.
Lo miro de lejos sin opinión ninguna.
Qué perfecto que es en él lo que él es: su cuerpo,
su verdadera realidad que no tiene deseos ni esperanzas
sino músculos y la forma cierta e impersonal de usarlos.



* * *



Niño desconocido y sucio jugando en mi puerta,
no te pregunto si me traes un recado de los símbolos.
Me haces gracia por nunca haberte visto antes
y, naturalmente, si pudieras estar limpio serías otro niño,
y no vendrías aquí.
¡Juega en el polvo, juega!
Aprecio tu presencia sólo con los ojos.
Vale más la pena ver una cosa siempre por primera vez que conocerla,
porque conocer es como no haber visto nunca por primera vez,
y no haber visto nunca por primera vez es sólo haber oído contar.
El modo en que este niño está sucio es diferente del modo en que otros están sucios.
¡Juega! Al coger una piedra que te cabe en la mano
sabes que te cabe en la mano.
¿Qué filosofía es la que llega a mayor certeza?
Ninguna, y ninguna puede venir a jugar nunca a mi puerta.



* * *



Verdad, mentira, certeza, incerteza…
Aquel ciego del camino conoce también estas palabras.
Estoy sentado en un alto escalón y tengo las apretadas manos
sobre lo más alto de las rodillas cruzadas.
Bien: verdad, mentira, certeza, incerteza ¿qué son?
El ciego para en el camino,
solté las manos de encima de las rodillas.
Verdad, mentira, certeza, incerteza, ¿son las mismas?
Algo mudó en una parte de la realidad: mis rodillas y mis manos.
¿Cuál es la ciencia que tiene conocimiento para esto?
El ciego continúa su camino y yo no hago más gestos.
Ya no es la misma hora, ni la misma gente, ni nada igual.
Ser real es esto.



* * *



Una carcajada de muchacha suena con el aire del camino.
Rió de lo que dijo quien no veo.
Me acuerdo ya que oí.
Pero si me hablasen ahora de una carcajada de muchacha del camino.
diré: no, los montes, las tierras al sol, el sol, la casa aquí,
y yo, que sólo oigo el ruido callado de la sangre que hay en mi vida a los dos lados de la cabeza.



* * *



Noche de San Juan más allá del muro de mi patio.
De este lado, yo sin noche de San Juan.
Porque hay San Juan donde lo festejan.
Para mí hay una sombra de luz de hogueras en la noche,
un ruido de carcajadas, los golpes de los saltos.
Y un grito casual de quien no sabe que existo.



* * *



Ayer el predicador de sus verdades
habló de nuevo conmigo.
Habló del sufrimiento de las clases que trabajan
(no de las personas que sufren, que es, al fin, quien sufre).
Habló de la injusticia de que unos tengan dinero
y otros tengan hambre, que no sé si es hambre de comer
o si es sólo hambre del postre ajeno.
Habló de todo lo que pudiera hacerle molestarse.
¡Qué feliz debe ser quien puede pensar en la infelicidad de los demás!
¡Qué estúpido si no sabe que la infelicidad de los demás es de ellos
y no se cura por fuera,
porque sufrir no es tener falta de pintura
o que el ataúd no tenga aros de hierro!
Que haya injusticia es como que haya muerte.
Yo nunca daría un paso para alterar
aquello que llaman la injusticia del mundo.
Mil pasos que diera para eso
serían sólo mil pasos.
Acepto la injusticia como acepto que una piedra no sea redondeada,
y que un alcornoque no haya nacido pino o roble.
Corté la naranja en dos, y las dos partes no podían quedar iguales.
¿Para cuál fui injusto, yo, que voy a comerlas ambas?
Tú, místico, ves una significación en cada cosa.
Para ti todo tiene un sentido velado.
Hay algo oculto en cada cosa que ves.
Lo que ves lo ves siempre para ver otra cosa.
Yo, gracias a tener ojos sólo para ver,
veo ausencia de significación en cada cosa;
lo veo y me amo porque ser una cosa es no significar nada.
Ser una cosa es no ser susceptible de interpretación.




Fernando Pessoa
"Poemas de Alberto Caeiro" - Ediciones Continente (2012)


Alberto Caeiro, uno de los heterónimos en los que Pessoa se desdobla en su obra.
(Lisboa,1888-1935)


  León Felipe

19 de enero de 2020





LA TANGENTE


¿Y la tangente, señor Arcipreste?...
¿El radio de la esfera que se quiebra y se fuga?
¿La mula ciega de la noria, que un día, enloquecida, se liberta del estribillo rutinario?...
¿La correa cerrada de la honda, que se suelta de pronto para que salga la furia del guijarro?...
¿Esa línea de fuego tangencial que se escapa del círculo y luego se convierte en un disparo? Porque el cielo... Señor Arcipreste, ¿sabe usted?,
No hay arriba ni abajo...
y la estrella del hombre es la que ese disparo va buscando, ese cohete místico o suicida, rebelde, escapado...
De la noria del Tiempo como el dardo, como el rayo, como el salmo.
Dios hizo la bola y el reloj: la noria dando vueltas y vueltas sin cesar, y el péndulo contándole las vueltas, monótono y exacto...
El juguete del niño, señor Arcipreste, ¡el maravilloso regalo!
Pero un día el niño se cansa del juguete y se le saca las tripas y el secreto como a un caballito mecánico, como a un caballito de serrín y de trapo.
Es cuando el niño inventa la tangente, Señor Arcipreste, la puerta mística de los caballeros del milagro, de los grandes aventureros de la luz, de los divinos cruzados de la luz, de los poetas suicidas, de los enloquecidos y los santos que se escapan en el viento en busca de Dios para decirle que ya estamos cansados todos, terriblemente cansados de la noria y del reloj, del hipo violáceo del tirano, de las barbas y las arrugas eternas, de los inmóviles pecados, de este empalagoso juguete del mundo, de este monstruoso, sombrío y estúpido regalo, de esta mecánica fatal, donde lo que ha sido es lo que será y lo que ayer hicimos, lo que mañana hagamos.



León Felipe (España 1884 - 1968)


Pintura: Marco Melgrati

  Thomas Hardy

4 de enero de 2020







LOS BUEYES


Nochebuena. Las doce en el reloj.
"Ahora se arrodillan", decía un viejo
cuando estábamos todos sentados, apiñados
al amor de la lumbre.
E imaginábamos
a las mansas criaturas apacibles
en su cuadra de paja
y a nadie le pasaba por la mente dudar
que entonces se pusieran de rodillas.

Pocos podrían urdir tan bella fantasía
en estos años. Sin embargo, siento
que si alguien nos dijera en Nochebuena: "Ven
a ver cómo los bueyes se arrodillan
en el corral a solas, junto a aquel
valle que nuestra infancia frecuentaba",
yo me iría con él en la penumbra
con la esperanza de poderlos ver.



Thomas Hardy
Higher Bockhampton, (1840) - Dorchester, (1928). Novelista y poeta inglés.

Traducción: Miguel d'Ors, en "Poesía inglesa del siglo XX" (Colección Universos, 1993)

Música: Jonathan Rathbone

Intérprete: Voces8  

  María Wérnicke

15 de diciembre de 2019



  La avenida de los tilos


    Ayer he caminado más que sola,
    ayer he caminado sin vos,
    y estaba la avenida de los tilos
    tan largamente triste, que pensé:
    ¿en qué país estoy? Si estoy sin vos,
    ¿en qué país, hecho de desamor?

    Ayer he caminado más que sola,
    ayer he caminado sin vos,
    y estaba la avenida como un río
    de otro país tan pobremente frío,
    tan largamente triste, que pensé
    que el otoño es igual que el desamor.

                Ayer he caminado sin vos,
                y todo lo que he visto no lo he visto;
                apenas he mirado, porque tuve
                mucho miedo aquí en el corazón.

    Ayer he caminado más que sola,
    ayer he caminado sin vos,
    y estaba la avenida de los tilos
    tan largamente triste, que pensé:
    ¿en que país estoy, de este color,
    de este color de caminar sin vos?


María Wérnicke

(1930-2013) Fue una poetisa y escritora argentina. También escribió canciones (algunas de ellas de gran popularidad, como Avenida de los Tilos) y obras teatrales. Fue conductora de programas radiales de gran audiencia. En 1954 se radicó en Mar del Plata, donde falleció a los 83 años.




1970: Los poemas del último año. Buenos Aires: Fundación Argentina para la Poesía.
1972: Figuras. Buenos Aires: Alberto Burnichon.
1987: Antología de poesía contemporánea (tomo 1). Bs As. Fundación Argentina para la Poesía.
1987: Estoy pensando en uvas. Buenos Aires: Rafael de Armas.
1997: La torre del homenaje. Mar del Plata: Universidad Nacional de Mar del Plata.
1999: Canciones de ida y vuelta, con la cantante Inés Rinaldi.
2004: Relicario latino. Mar del Plata: Funalfa.
2006: La palabra desnuda (audiolibro). Mar del Plata: Alsina.

El poema, convertido en canción por Marquitos Montoya (Carlos Rodriguez) e interpretado por la cantante Luciana fue un éxito en Argentina y latinoamerica. Pero en 1976 la dictadura prohibió su difusión en Argentina, al considerar que ofrecía una imagen negativa del país y deslizaba embozadas referencias sobre desaparecidos.

En realidad, el poema fue motivado por la tristeza de María ante la ida de su hija a España. La poetisa lo dijo en varios reportajes cuando retornó el tiempo de poder hablar.

La censura no pudo, sin embargo, impedir que aquella canción siga resonando en la memoria de los jóvenes de entonces. Ni que algunos sigamos llamando «Avenida de los Tilos» a la Diagonal Pueyrredon.-

Nota extraía del facebook de Gustavo Visciarelli


  Fernando Delgado

10 de diciembre de 2019




Estamos

Estamos aquí cantando para salvar la alegría
Estamos aquí soñando cómo será el nuevo día
Para abrigar la esperanza, llevaremos una flor
Iremos sembrando estrellas donde se acuna la luz del sol

Estamos aquí cantando debajo del mismo cielo
Estamos aquí soñando, son nuestros mismos desvelos
Haremos que nuestras manos, unidas con otras más,
señalen nuestro camino, destino donde encontrar la paz
                         
Descubramos hoy el día
y esta ilusión
Que el viento no se detenga, tendremos siempre una canción
Que el viento no nos detenga, tendremos siempre esta pasión

Desde esta tierra al Sur
puedo comenzar
Ir, es volver a empezar. Y
por eso estoy aquí, cantando, cantando, cantando…

Estamos aquí cantando para salvar la alegría
Estamos aquí soñando cómo será el nuevo día
Para abrigar la esperanza, llevaremos una flor
Iremos sembrando estrellas donde se acuna la luz del sol



Fernando Delgado
(1954) Nacido en Wilde, Avellaneda. Poeta y letrista



Ensayo Coral de Avellaneda
Dir. Esteban Tozzi

Música y arreglo: Esteban Tozzi

Olavarría - 7/ 12 / 2019



  Rodolfo Alonso

1 de diciembre de 2019




Libres libres


yo los invito
a pasear el amor entre los indiferentes
su color sin moral su altar en armas
su identidad feroz que inauguran los niños

en asamblea previenen esta cena
ellos los esperados




Octubre 4


sueles morir de amor de noche al ver la noche
para vivir hay que saber
y es a pesar de todo el gran milagro

de juventud de rabia de bisiesto
hasta cubrir la muerte con tu fiebre

vestido desarraigas la capital del eco
el rigor de tu infancia que te bebe las palmas

has aprendido a ganar el día sin paciencia
dejas al fin tus viejas manos tu reloj
y te sientas en el barco al lado de los jóvenes

hoy manejas tu apéndice ilusorio
en el límite
jugándote el cerebro a sólo un as y con todas tus trampas
y descubres la vida al pie de tu percance




La cintura del mundo


la muerte ha de morir
sabemos lo que amamos
sobre qué piedra sobre que raíz
habrán que aventurarse

resiste su virtud
lo que nos queda en pago
la condición el ojo triste la palabra
que habrán de compartirse con los hombres

tú confirmas la vida con tu voz
dejas caer tu aroma y te desvistes
en todos los que parten




Rodolfo Alonso
De: "Salud o nada", en Antología consultada de la Joven Poesía argentina - Compañía general Fabril Editora S. A.

Argentino, nació en Buenos Aires en 1934. Poeta, traductor y ensayista.


Fotografía extraída: http://www.prensachica.com.ar/