Estación Quilmes

  Carlos Patiño

13 de febrero de 2013



















TARDE BLUES



Íbamos en aquel tren azul
rumbo a ninguna parte.
Mirábamos  por las ventanillas
por más que a ninguno importara el paisaje.
Era una tarde repleta de nubes que nos perseguían
o acaso no eran nubes
sino pájaros, elefantes, ballenas, cormoranes
o abuelas con pañuelos grises en la cabeza.

Si alguien nos oteara a los ojos nada vería
salvo campo y cielo, hartazgo y abatimiento.

Cuando tu mano rozó la mía ni siquiera lo sentimos:
en nuestro andar desgajado ya todo estaba dicho...





Carlos Patiño
(Inédito) de su próximo libro "Caderas Lejanías y Diagonales"

Argentino 1936. Integrante del grupo "El barrilete"


Obra: Caminates de lluvia - Kay Gale

  Victor Jara

8 de febrero de 2013











Cuando voy al trabajo


Cuando voy al trabajo
pienso en ti,
por las calles del barrio
pienso en ti,
cuando miro los rostros
tras el vidrio empañado
sin saber quienes son, donde van.
Pienso en ti,
mi vida, pienso en ti.
En ti, compañera de mis días
y del porvenir
de las horas amargas
y la dicha de poder vivir,
laborando el comienzo de una historia
sin saber el fin.

Cuando el turno termina
y la tarde va
estirando su sombra
por el tijeral
y al volver de la obra
discutiendo entre amigos
razonando cuestiones
de este tiempo y destino,
pienso en ti
mi vida, pienso en ti.
En ti, compañera de mis días
y del porvenir
de las horas amargas
y la dicha de poder vivir,
laborando el comienzo de una historia
sin saber el fin.

Cuando llego a la casa
estas ahí,
y amarramos los sueños...
Laborando el comienzo de una historia
sin saber el fin.




Victor Jara

Chile (1932 – 1973)

Nació en San Ignacio, 28 de septiembre de 1932 y fue asesinado en Santiago el 16 de septiembre de 1973. Fue músico, cantautor y director de teatro chileno.


Imagen: www.futuro.cl

  Francisco Urondo

4 de febrero de 2013


















De las parejas bien constituidas


Su amor era un cariño
agrandado por la proximidad: el sol
lo cuarteó finalmente.
Nada tienen que ver, basta
de palabras dulces o prudentes; a reventar
se ha dicho, a enfrentar solos, la soledad.
Ya son grandecitos para
temblar de miedo. Un cobarde
viejo, no es un joven enamorado.




Francisco Urondo
Argentino ( 1930 – 1976)

De: Obra poética
Ed. Adriana Hidalgo - 2006


Obra: Several Circles – Kandinsky (Rusia)


  Jorge Boccanera

31 de enero de 2013





Intimidad



La tarde giraba como un barco
con voluntad de pan
y empuñadura de juguete nuevo

él llegó con su ración de pájaro en la frente
y aquella vieja moto

ella traía un sol empecinado en su cintura
y una canción de pólvora en los brazos

se encontraron en el instante justo
en que los pueblos arrojan sus muelles a temblar

él se quitó la intemperie
y un pantalón que alguna vez fue azul

ella apoyó sus rodillas en el suelo de tierra
y con sumo cuidado
desató su cabello de los dedos del aire
después
en un lugar
dolido de humedad y otras barbaridades
los dos cuerpos pusieron los ojos a cantar.





Jorge Boccanera
Argentino - 1952

De: “Contraseña” (1976)


Obra: Antropofagia – Tarsila do Amaral (Brasil)

  Rodolfo Fogwill

27 de enero de 2013











XXXII



Nada basta para armar un hombre
y el poema es falso. Es falsa
la canción de paz. No hay
paz en los recuerdos acotados, no hay
más que imágenes
tratando de nombrar
al todo
de la memoria
que se escapa. Sí queda
el trazo de días por venir, una calle
cavada en el tiempo,
hacia adelante: una nueva estación
buscando repetirse.





Rodolfo Fogwill
Argentino (1941 – 2011)


Imagen: zonaliteratura.com

  Vicente Gerbasi

23 de enero de 2013





















Los huesos de mi padre


Los huesos de mi padre se perdieron
en el osario común
de Canoabo. Valle de grandes hojas lluviosas,
de insectos que vuelan como abanicos
y montañas que le dan la vuelta al día
y a la noche de los astros.
Los huesos de mi padre
se perdieron en el osario del Universo,
entre las piedras preciosas de Dios
vistas desde la selva mágica
hasta la aurora
que reinventa todos los colores
y el vuelo de las aves
abriendo sus ojos
en el sueño del paraíso.
Los huesos de mi padre suenan
con su color marfil
y se van pareciendo a mis propios huesos
hechos de silencio eterno.





Vicente Gerbasi
Venezuela (1913-1992)

En: 24 poetas latinoamericanos
Ed. Aique – 2011

Fue escritor, poeta, político y diplomático venezolano, considerado el poeta contemporáneo venezolano más representativo y uno de los más brillantes exponentes de la lírica vanguardista, además de ser de los escritores más influyentes del siglo XX en Venezuela, así como de los más reconocidos.
Miembro del Grupo Viernes, uno de los más notorias sociedades poéticas de Venezuela, Gerbasi no sólo lograría convertirse en su máximo exponente, sino que además se desenvolvería en una extraordinaria carrera política y diplomático, siendo miembro fundador del Partido Democrático Nacional junto con Rómulo Betancourt, Agregado Cultural de la embajada Venezolana en Bogotá, Cónsul de Venezuela en la Habana y Ginebra, Consejero Cultural de la Embajada Venezolana en Chile y Embajador de Venezuela en Haití, Israel, Dinamarca, Noruega y Polonia.
Ganó el Premio Nacional de Literatura de su país en 1968.
Obra poética:  Vigilia del náufrago, 1937; Bosque doliente, 1940; Liras, 1943;  Poemas de la noche y de la tierra, 1943; Mi padre, el inmigrante, 1945;  Tres nocturnos, 1947; Poemas, 1947;  Los espacios cálidos, 1952;  Círculos del trueno, 1953;  La rama del relámpago, 1953;  Tirano de sombra y fuego, 1955;  Por arte del sol, 1958; Olivos de eternidad, 1961; Retumba como un sótano del cielo, 1977;  Edades perdidas, 1981;  Los colores ocultos, 1985; Un día muy distante, 1987;  El solitario viento de las hojas, 1990;  Iniciación a la intemperie, 1990



  Liliana Ancalao

19 de enero de 2013













caleuche

Hay personas con expectativas tan altas que nunca
terminan de encontrar su lugar en la sociedad. A esos
seres, a veces, se los margina y se los considera locos.
Para los mapuches existe un barco: Caleuche, que
surca el cielo de noche. La tripulación de este barco
sube a bordo a estos seres marginados.



son semillas verdes y redondas

que ya no pueden con el espacio

que se les agranda en el centro

cuando miran el cielo

se salen de la vaina

por asomar los ojos

y desgranadas en un puño

se enfurecen se escurren

hasta salirse del surco



la tierra se sacude estos pellejos

y sus almas friccionadas

refriegan luz   y gritan luz



............



fugitivos náufragos flotan en la noche

y brillan con luz propia



desde arriba los vemos

acercamos la nave  hay sitio para todos

y nos vamos

               a navegar el cielo



estos locos son apenas

arvejas

con vocación de estrellas




Liliana Ancalao
Argentina – 1961






De: “Tejido con lana cruda”
Ed. El surí porfiado – 2010


Imagen: radiochiloe.cl