2 de abril de 2021
Epitafio para la tumba del poeta desconocido
Fue un poeta de su vida y de la vida.
Porque además de diálogo del hombre con su época
la poesía es un estado de ánimo,
fue siempre el suyo un vago armar
y sentir y esperar no se sabe qué cosas:
y no pudo escribir ni un solo verso.
La muerte, la inquerida "Tía de las muchachas",
se lo llevo una tarde de azul desprevenido.
Murió de inanición, como Meg Merrillies,
la que en vez de cenar contemplaba
fijamente la luna sobre el bosque:
Tanta es su soledad que el el olvido se toca.
François Villon
Un nuevo acento, una manera, un modo de tutear a Dios
y el primer contacto que tuvo la poesía con el hombre.
Salvó su alma por el canto quien amaba a la Grosse Margot.
Atrás quedaron cárcel, hambre, hijas de los largos inviernos.
Cuando murió las catedrales y las tabernas le lloraron
y un trabuco, una rosa, una estrella, bajo su blusa se encontró.
Marqués de Villamediana
Pronto partió dejando poco escrito
(No fué, exactamente, Oliveretto.)
Pero hubo amor intriga duelo muerte
y un soneto.
"Silencio en tu sepulcro deposito."
Shelley
Amaba todo aquello que era digno de amar:
el amor, la poesía, el hombre, el vino viejo,
la desgarrada túnica de la libertad.
Por tan puro, a él lo amó la naturaleza
y el amor lo transformó en algo "raro y triste".
El flotante jardín de los Sargazos
perfuma hoy su espectro sin medida.
Carlos Marx lo admiraba.
Puskin
Nadie recuerda al General de entonces
ni al ministro ni al zar a cuya estatua
únicamente acuden las palomas.
mas hoy se dice: "El tiempo de Puskin",
"La Rusia de Tolstoi" ...Mucha nieve
cayó sobre las islas y los años
sin cubrir su memoria.
Hölderlin
Preguntaba adónde se fueron
el sueño y las islas fragantes.
Un día la niebla pobló su mirada
y entonces vio, pero fue después
cuando supo que el hombre vale más.
Victor Hugo
y la batalla precursora; una selva
poblada de jardines y futuro:
"Los miserables" son un vrai poeme,
la simbiosis realista-romántica, la actitud,
desde Galdos a García Lorca
y desde Gorki a Vasco Pratolini
alentó a tanta gente que aún cree en el hombre...
Bécquer
Todo habrá terminado, señores, un buen día,
en nuestra andante y derramada tierra.
La veleta, los pinos, la baraja, el oporto,
la Secretaría de Cultura, el crepúsculo:
Callarán las cigarras de todos los veranos
y el grillo del hogar de todos los inviernos
y él va a sobrevivir a los helados mundos
porque siempre, "siempre habrá poesía".
De "Demanda contra el viento" - Ediciones La Rosa Blindada (2006)
Comenzó su carrera literaria publicando en revistas como Caras y Caretas, Proa y Martín Fierro. Publicó su primer libro El violín del diablo, en 1926, y el segundo, Miércoles de Cenizas, en 1928.