Es indudable que ese jazmín crece para recordarnos que la belleza es aún posible
Dentro de pocos días sus flores perfumarán
la intimidad de esta habitación donde consumo mis horas
en busca de un tesoro que no encuentro y que no sé si existe
El pasajero
Como en la película de Antonioni
ser otro pero sin pasado un hombre nuevo con una identidad verdadera
clandestino por Almería o Barcelona o La Plata
en otro país en otra ciudad en otro lugar
en otra cama
José María Pallaoro Nació en La Plata el 28 de febrero de 1959. Dirigió la revista de poesía "El espiniyo". Es editor de Libros de la talita dorada. Escribió en poesía, entre otros títulos éditos e inéditos: Pájaros cubiertos de ceniza (1982-1990), Breve cielo (1982-1985), Latidos (1982-1990), Cuando llueve el mundo es otro (1985-1990), En medio de la lluvia (1983-1991), Es hora de volver a Jimmy Hendrix (1994), El mago (1998-1999), El bostezo del viento (1998-2000), Andante tren (2001), El estado de las cosas (2001-2002), El vino del azar (2001-2004), Son dos los que danzan (2005), Setenta y 4 (2008) y Basuritas (2010). Desde siempre reside en City Bell, donde coordina un taller de escritura y el Espacio Cultural Taller-Encuentro La Poesía.
“Al principio yo dudaba porque era negra” Jack Kerouac
La amante de Mao Tse Tung era negra. Había llegado de lejos / tan lejos como el deseo de Mao. Dos veces al año bajaba del silencio hasta Pekín. Era negra / tan negra como esos agujeros secretos. Era negra y el pelo rojo tan de acuerdo al régimen precoz y a los blasones que adornaban el cuarto de Mao Tse Tung. Ella untaba su cuerpo con óleos mágicos enviados desde la India. Olores extremos / sabrosos / carnales. En ese instante el brillo iluminaba los cielos y las estrellas / desterraba los males y encendía las furias más intensamente guardadas en la inmensidad del apetito. Cuando el viento aullaba entre las columnas / Lin Biao convocaba a la amante a penetrar en los bosques amables de una habitación casi en las sombras sombras humeantes de intrigas y aromas. Ella / cual hechicera / hurgaba sigilosa los silencios envueltos en una bandera roja. Mao la esperaba al borde de una gran cama dorada / entonces comenzaba su tarea. Suave y delicadamente decía en el oído de Mao: Zedong / Zedong. Y le otorgaba al líder la bondad y la delicia. Fraseaba en su cuerpo los acordes sublimes de una melodía llegada desde un horizonte en llamas. Ella entendía los buenos secretos del amor y sus laberintos / del himen esparcido en la angustia de una guerra sin final / del dolor de ser el oculto placer de la revolución. La amante negra de Mao viajaba por las geografías y pensamientos de un Mao destronado / perpetrado / condenado. Ella repetía: Zedong / Zedong. El callaba y gemía. Abría sus ojos al espacio y destinaba babas al destino. Mientras ese cántaro de ébano y carne encendido alzaba ecos de lenguas sobre lenguas y los espíritus del placer se esparcían por las ventanas de una ciudad que siempre estaba dormida en sus propios prismas. Y otra vez / la mujer sobre las muecas del líder / y otra vez: Zedong / Zedong y la lluvia llevándose los rituales de un dragón arrojado en los roperos de una revolución que sigue agitándose más allá de la ventisca. Zedong / Zedong y el penúltimo sabor de una amante negra preparando la secuencia del beso inesperado entre los arcos de la muerte.
La amante de Mao Tse Tung era negra y una tarde de tan poco sol partió tan lejos / tan lejos como parten el adiós o la soledad / los suicidas de rojo / los pájaros de plumas de fuego y algunas revoluciones.
Master coiffeur, estilista Marí José Colorista José Marí depilación, manos, uñas esculpidas, cama solar, reflejos, nutriciones, brushing, hidratación, planchita, iluminación, modelado, planchados
Unisex (toque timbre al lado)
lavandinas, desodorantes, detergente nacarado
Unos llegaban a hacerse las gomas. Otros, las arrugas de los guardabarros o una planchita al capot (no a la capota). Hidrataban el carburador, acentuaban la iluminación. Depilaban de paisajes el espejito retroscópico (los tiraban con sus caminos y las malas palabras –tics– del lenguaje dialecto-vocabulario del buen conductor). El coiffeur o peinador estaba con impecable mameluco engrasado y las uñas negras y rojas de grasa y litio tenaz. Los clientes entraban a la fosa para hacerse la base y luego la tintura. Salían a los días, al mes, al tiempo o hasta que llegara un familiar enojado a reclamar. Pasaban noches enteras en la cama solar o en el secador contándose cosas. Prometían encontrarse y volver a la COSMÉTICA DEL AUTOMOTOR porque Marí José y José Marí son de absoluta confianza. No eran careros y su taller de belleza unisex (camionetas 4x4 y coches –todos los tamaños y modelos–) recibían un toque inigualable con detergente nacarado
pasado a cepillo cerda-anden o rastra-francés
y al final la especialidad del shampoo siliconado.
Nació en Laborde, Córdoba, en 1928, y residió desde 1951 en Jujuy. Falleció en mayo 2011. Fue maestro de grado, bibliotecario, periodista y editor, y estuvo entre los fundadores de Tarja (1955-1960), una de las revistas más importantes en la historia literaria argentina. Su obra incluye, entre otros títulos, Taller de muestras (1954), Indio de carga (1958), En el tiempo labrador (1966), Carta terrestre y catálogo de estrellas fugaces (1973), Almanaque de notas (1978), Obrador (1988), Abacería (1991), Libro de Ondas con abrecaminos y final de pálidas (2000) y ocho tomos de Anuarios del tiempo (1998-2007). Además de poesía, tiene un libro de memorias: Este Otoño (2006).
Extraído de: www.la infanciadelprocedimiento.blogspot.com
que no sepa en qué se convirtieron los ladridos de perros los pantanos el recuento de horas las plegarias
que no sepa en qué tierra cavé los orificios para ocultar la danza de flamencos rosados
si algún badajo cimbra en metal o en madera y desbanda gorriones si los cascos de diez caballos ciegos atraviesan mi pecho en cada despertar
que no sepa
María Pugliese Argentina – 1957
De: “Vigías en la noche” Ed. Último Reino – 2007
Nació en Vicente López Pcia. de Bs. As. en 1957. Editó los siguientes poemarios: “De uno y otro lado” Ed. Filofalsía, 1988; “Esquirlas”. Ed. La rama dorada, 1990; “Voces como furias” Ed. Último Reino, 1996. Tiene inéditos: “A paso hombre”, 1985; “Cavernas”, 1990; “Cripta de amor”, 2004 y “Ejecuciones”, 2005.
Quisiera ver la nueva casa llenarse de colores y que ella, la que jamás supo de soledad de gente, se sintiera acompañada. Ahora sabe de esa soledad, pero no de aquella que supo pegársele de niña: con sombra, con juegos, con amargos vientos en las piernas, se creía acompañada, pero era nada más la rojiza caricia del sol en la siesta de la chacra. Da pena el solo pensarlo. Ahora anda por esos cuartos nuevos y pone cosas aquí y allá, como si esas cosas no fueran ella. Como si fuéramos algo más allá de los objetos: ese sillón arañado de gatos, las ropas colgando desoladas en el aire del patio, el balde de plástico abandono.
Se le llena la cabeza de las voces del miedo, por eso apela a los juegos con animales que le saltan y ensucian, ríe fuerte, alto, piensa en comidas que hará, en llamar a la radio por quejas de todos, hace y rehace la cama que ocupa sola.
Mientras pela redondas papas sucias de tierra, piensa en cómo, de pronto, todo se volvió cercano, accesible, incluso la finitud. Más tarde, come a solas lo que a solas concibió.
¿Será así? ¿desde ahora todo hacia abajo si abajo es resignación y vacío y muerte?
Las luces de patios vecinos se han apagado, ahora ellos, esposos, amantes, niños, duermen acunados, vigilados por el insomnio intermitente de quien teme.
Toda quien es madre espera no estar sola un día, esto no desmiente las noches en vela, la vida entregada, el aturullamiento de los sueños.
Ahora, las plantas son hijos.
Macky Corbalán Argentina – 1963
De: “Como mil flores” Ed. Hipólita – 2007
Licenciada en Servicio Social, Periodista y Poeta. Nacida en Cutral-Co en 1963. En 1986, recibió el primer premio en el Tercer Concurso Nacional de Poesía "Raúl González Tuñón" Jurados: Jorge Boccanera, Hamlet Lima Quintana y Juano Villafañe. En 1987, poemas publicados en la antología Voces a Mano / Antología poética de Neuquén (Ediciones Culturales Neuquinas). Única antología que existe hasta la actualidad, de poesía neuquina contemporánea. En 1995, seleccionada para la antología Poesía en la Fisura, realizada por Daniel Freidemberg (Ediciones del Dock) que incluye a poetas de los ’90. En 2006, participación en Antología de Poetas de la Patagonia, a cargo de la española Concha García. Centro de ediciones de la Diputación de Málaga. Seleccionada para participar “Poetas Argentinas (1961-1980)”, Ediciones del Dock. 2010: Participación en la “Antología. La poesía del Siglo XX en Argentina” - Casa de América en Madrid (Visor).
Poemarios: "La Pasajera de Arena". Ed.Tierra Firme, 1992; "Inferno". Ed. Tierra Firme, 1999; Como mil flores”, Hipólita Ediciones (Editorial de mujeres escritoras), 2007;
Los poetas trabajan de noche cuando el tiempo no les urge, cuando se calla el ruido de la multitud y termina el linchamiento de las horas. Los poetas trabajan en la oscuridad como halcones nocturnos o ruiseñores de canto dulcísimo Y TEMEN OFENDER A DIOS. Pero los poetas, en su silencio, hacen mucho más ruido aaaaaaaque una dorada cúpula de estrellas.
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I poeti lavorano di notte
I poeti lavorano di notte quando il tempo non urge su di loro quando tace il rumore della folla e termina il linciaggio delle ore. I poeti lavorano nel buio come falchi notturni od usignoli dal dolcissimo canto. E TEMONO DI OFFENDERE IDDIO. Ma i poeti, nel loro silenzio, fanno ben più rumore aaaaaadi una dorata cupola di stelle.
Alda Merini Italia (1931 – 2009)
De: Destinati a morire (“Destinados a morir”) 1980. Trad. de Roberto Martínez Bachrich
Ha publicado, entre muchos otros títulos: La presenza di Orfeo (1953), Paura di Dio (1955), Nozze romane (1955), Tu sei Pietro (1962), Destinati a morire (1980), La Terra Santa (1983), Le satire della Ripa (1983), Le rime petrose (1983), Fogli bianchi (1987), Testamento (1988), Vuoto d’amore (1991), La vita facile (1992), Aforismi (1996), Un’anima indocile (1996). Falleció en 2009.
Me gusta estar a un lado del camino fumando el humo mientras todo pasa me gusta abrir los ojos y estar vivo tener que vérmelas con la resaca entonces navegar se hace preciso en barcos que se estrellen en la nada vivir atormentado de sentido creo que ésta, sí, es la parte mas pesada en tiempos donde nadie escucha a nadie en tiempos donde todos contra todos en tiempos egoístas y mezquinos en tiempos donde siempre estamos solos habrá que declararse incompetente en todas las materias de mercado habrá que declararse un inocente o habrá que ser abyecto y desalmado yo ya no pertenezco a ningún istmo me considero vivo y enterrado yo puse las canciones en tu walkman el tiempo a mi me puso en otro lado tendré que hacer lo que es y no debido tendré que hacer el bien y hacer el daño no olvides que el perdón es lo divino y errar a veces suele ser humano no es bueno hacerse de enemigos que no estén a la altura del conflicto que piensan que hacen una guerra y se hacen pis encima como chicos que rondan por siniestros ministerios haciendo la parodia del artista que todo lo que brilla en este mundo tan sólo les da caspa y les da envidia yo era un pibe triste y encantado de Beatles, caña Legui y maravillas los libros, las canciones y los pianos el cine, las traiciones, los enigmas mi padre, la cerveza, las pastillas los misterios el whiskymalo los óleos, el amor, los escenarios el hambre, el frío, el crimen, el dinero y mis 10 tías me hicieron este hombre enreverado si alguna vez me cruzas por la calle regálame tu beso y no te aflijas si ves que estoy pensando en otra cosa no es nada malo, es que pasó una brisa la brisa de la muerte enamorada que ronda como un ángel asesino mas no te asustes siempre se me pasa es solo la intuición de mi destino me gusta estar a un lado del camino fumando el humo mientras todo pasa me gusta regresarme del olvido para acordarme en sueños de mi casa del chico que jugaba a la pelota del 49585 nadie nos prometió un jardín de rosas hablamos del peligro de estar vivo no vine a divertir a tu familia mientras el mundo se cae a pedazos me gusta estar al lado del camino me gusta sentirte a mi lado me gusta estar al lado del camino dormirte cada noche entre mis brazos al lado del camino al lado del camino al lado del camino es mas entretenido y mas barato al lado del camino al lado del camino
Fito Páez Nació en Rosario, Argentina, el 13 de marzo de 1963 y formó Staff, su primera banda, cuando tenía 13 años. Ya en 1977 tocaba en El Banquete, junto a Rubén Goldín y Jorge Llonch. A partir del año siguiente se presentó como solista en varios pubs locales. Cuando Juan Carlos Baglietto formó su banda, lo incluyó como tecladista y como arreglador, junto a Goldín, quien también tocaba la guitarra. En esa banda militaban Silvina Garré y Sergio Sáenz. Para fines de 1983 ya cantaba "Del '63" solo con su piano, en medio del show de Baglietto.
En ciertas ocasiones la vida nos demanda mezquindad
Es -pareciera decirnos- un acto de justicia una manera sana de respirar en medio del fastidio de no ofrecer la otra mejilla
Pero ¿qué tal si optamos por la benevolencia por ir limpios y ufanos celestiales?
Innobles son los tratos que la vida propone
Escoge -nos ladra la muy perra- entre tu bilis negra y tu soberbia.
Piedad Bonett De “Las herencias”
Poeta, dramaturga y traductora colombiana nacida en Amalfi, Antioquia, en 1951. Es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de los Andes, donde ocupa la cátedra de Literatura desde 1981. En poesía ha publicado De círculo y ceniza (1989), Nadie en casa (1994), El hilo de los días (1995), Ese animal triste (1996), Todos los amantes son guerreros (1997), Tretas del débil (2004) y Las herencias (2008).
Con su permiso voy a dentrar aunque no soy convidado pero en mi pago un asao no es de naides y es de todos yo voy a cantar a mi modo después que haya churrasqueado.
Yo sé que muchos dirán que peco de atrevimiento si largo mi pensamiento pal rumbo que ya elegí Pero siempre ha sido así galopiador contra el viento.
La sangre tiene razones que hacen engordar las venas Penas sobre pena y penas hacen que uno pegue el grito La arena es un puñadito, pero hay montañas de arena.
No se si mi canto es lindo o si saldrá medio triste nunca fui zorzal ni existe plumaje más ordinario yo soy pájaro corsario que no conoce el alpiste.
Vuelo porque no me arrastro que el arrastrarse es la ruina anido en árbol de espina lo mesmo que en cordillera sin escuchar las zonceras del que vuela a lo gallina.
No me arrimo así nomás a los jardines floridos sin querer vivo advertido pa' no pisar el palito hay pájaros que solitos se entrampan por presumidos.
Aunque mucho he traqueteado no me engrilla la prudencia es una falsa experiencia vivir temblándole a todo cada cual tiene su modo la rebelión es mi ciencia.
Yo soy de los del montón no soy flor de invernadero igual que el trébol campero crezco sin hacer barullo me apreto contra los yuyos y así lo aguanto al pampero.
Acostumbrado a las sierras yo nunca me se marear y si me siento alabar me voy yendo despacito pero aquel que es compadrito paga pa' hacerse nombrar.
Si me dicen señor; agradezco el homenaje mas soy gaucho entre el gauchaje y soy nadie entre los sabios y son para mi los agravios que le hagan al paisanaje.
La vanidad es yuyo malo que envenena toda huerta es preciso estar alerta manejando el asadón pero no falta el varón que la riega hasta en su puerta.
El trabajo es cosa buena es lo mejor de la vida pero la vida es perdida trabajando en campo ajeno unos trabajan de trueno y es parotros la llovida.
El estanciero presume de gauchismo y arrogancia el cree que es estravagancia que su pión viva mejor mas no sabe ese señor que por su pión tiene estancia.
EL que tenga sus reales hace muy bien en cuidarlos pero si quiere aumentarlos que a la ley no se haga el sordo que en todo los pucheros gordos los choclos se vuelven margos
Yo vengo de muy abajo y muy arriba no estoy al pobre mi canto doy así lo paso contento porque estoy en mi elemento y ahí valgo por lo que soy.
Cantor que cante a los pobres ni muerto se ha de callar pues ande vaya a parar el canto de ese cristiano no ha de faltar el paisano que lo haga resucitar
Si alguna vuelta he cantado ante panzudos patrones he picaneado las razones profundas del pobrerío yo no traiciono a los míos por palmas ni patacones.
Si uno canta coplas de amor de potros de domador del cielo y las estrellas dicen que cosa más bella si canta que es un primor; pero si uno como Fierro por ahí se larga opinando el pobre se va acercando con las orejas alertas y el rico bicha la puerta y se aleja reculando
Tal vez, alguien haya rodado tanto como rodé yo pero le juro, créamelo que vi tanta pobreza que yo pensé con tristeza Dios por aquí y no paso.
Nadie podrá señalarme que canto por amargao Si he pasado las que he pasado quiero servir de alvertencia el rodar no será cencia pero tampoco es pecado
Amigos voy a dejarlos está mi parte cumplida es la forma preferida de una milonga pampeana canté de manera llana ciertas cosas de la vida.
Ahora me voy no se a donde pa mi todo rumbo es bueno los campos con ser ajenos los cruzo de un galopito guarida no necesito yo se dormir al sereno.
Y aunque me quiten la vida o engrillen mi libertad o aunque chamusquen quizá mi guitarra en los fogones han de vivir mis canciones en el alma de los demás.
No me nuembren que es pecao y no comenten mis trinos yo me voy con mi destino pal lao donde sol se pierde tal vez alguno se acuerde que aquí canto un argentino.
Letra y Música: Atahualpa Yupanqui (1908 – 1992) Intérprete: Jorge Cafrune (1937 – 1978)
En: Los maravillosos años de la canción social. (Vol. II) Music Colombia – 2000
Cuando la Taciturna llegue y decapite los tulipanes, ¿Quién saldrá ganando? ¿Quién saldrá perdiendo? ¿Quién se asomará a la ventana? ¿Quién pronunciará primero su nombre? Alguien que es portador de mis cabellos. Los lleva como se lleva a los muertos en las manos. Los lleva como llevó el cielo mis cabellos aquel año en que amé. Los lleva así por vanidad. Ese saldrá ganando. No saldrá perdiendo. No se asomará a la ventana. No pronunciará su nombre. Es alguien que está en posesión de mis ojos. Los tiene desde que se cierran los portones. Los lleva en los dedos, como anillos. Los lleva como añicos de fruición y zafiro: era ya mi hermano en otoño; y ya cuenta los días y las noches. Ese saldrá ganando. No saldrá perdiendo. No se asomará a la ventana. Pronunciará su nombre el último. Es alguien que tiene lo que dije. Lo lleva bajo el brazo, como un bulto. Lo lleva como el reloj su peor hora. Lo lleva de umbral en umbral, mas no lo arroja. Ese no saldrá ganando. Saldrá perdiendo. Se asomará a la ventana. Pronunciará su nombre el primero. Será decapitado con los tulipanes.
Paul Celan Rumania - Alemania (1920 – 1970) De "Amapola y memoria" 1952 Versión de Felipe Boso
Poeta alemán de origen judío rumano y habla alemana, considerado por la crítica el más grande lírico en alemán de la segunda posguerra. Su nombre era Paul Pésaj Antschel o Ancel (Celan es anagrama de Ancel, su apellido en rumano), judío asquenazí; nacido en Czernowitz (o Cernovitsi o Cernauti), en la región de Bucovina, entonces parte de Rumanía. En 1938 marchó a estudiar medicina en Tours, Francia, pero retornó a Chernivtsi para estudiar literatura y lenguas románicas. En 1941 las tropas nazis ocuparon la región y reagruparon a los judíos en guetos, de forma que en 1942, mientras estudiaba en la universidad de su ciudad natal, sus padres fueron deportados a campos de exterminio; su padre pereció de tifus y su madre asesinada, mientras que él fue recluido en un campo de trabajo en Moldavia. Tradujo del francés, el ruso, el inglés, el portugués, el italiano y el hebreo; sus obras más importantes en este campo fueron la versión al alemán de las obras de Arthur Rimbaud, Ósip Mandelstam, Paul Valéry, Shakespeare, Emily Dickinson, René Char y Emil Cioran. Su primer poemario, Amapola y memoria (1952), incluye su poema más famoso, «Todesfugue», traducido como «Muerte en fuga» o «Fuga de la muerte» (1948), una descripción del campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau que calca la estructura musical de la fuga. Son también cimas importantes de su lírica los libros La rosa de Nadie (1963), Giro de aliento (1967) y Soles de hilo (1968). Se suicidó arrojándose al río Sena desde el puente Mirabeau (París) en la noche del 19-20 de abril de 1970. Obra: “Der Sand aus den Urnen” (1948) (La arena de las urnas); “Mohn und Gedächtnis” (1952) (Adormidera y memoria // Amapola y memoria); “Von Schwelle zu Schwelle” (1955) (De umbral en umbral); “Sprachgitter” (1959) (Rejas de lenguaje // Reja de locutorio); “Gespräch im Gebirg” (texto poetológico sobre el desencuentro con Adorno) (1959) (Conversación en la montaña); “Der Meridian” (discurso pronunciado al recibir el premio Georg Büchner en 1960, impreso en 1961) (El Meridiano); “Die Niemandsrose” (1963) (La rosa de Nadie); “Atemwende” (1967) (Giro del aliento // Cambio de aliento); “Fadensonnen” (1968) (Soles de hilo // Soles-filamentos); “Lichtzwang” (póstumo, 1970) (Compulsión de luz // Luz a la fuerza); “Schneepart” (póstumo, 1971) (Parte de la nieve // Particela de nieve); “Zeitgehöft” (póstumo, 1976) (Patios de tiempo // Granja de tiempo); “Das Frühwerk” (obra de juventud, 1989); “Die Gedichte” (obra poética completa, anotada por Barbara Wiedemann, 2003)
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen tiempo para perder el tiempo.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no tienen silencio ni pueden comprarlo.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen piernas que se han olvidado de caminar, como las alas de las gallinas se han olvidado de volar.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que comen basura y pagan por ella como si fuese comida.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que tienen el derecho de respirar mierda, como si fuera aire, sin pagar nada por ella.
Pobres, lo que se dice pobres son los que no tienen más libertad de elegir entre uno y otro canal de televisión.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que viven dramas pasionales con las máquinas.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que son siempre muchos y están siempre solos.
Pobres, lo que se dice pobres, son los que no saben que son pobres.
Eduardo Galeano Uruguay – 1940
Eduardo Germán María Hughes Galeano, conocido como Eduardo Galeano, es un periodista y escritor uruguayo, ganador del premio Stig Dagerman. Es considerado uno de los más destacados escritores de la literatura latinoamericana. Sus libros más conocidos, Memoria del fuego (1986) y Las venas abiertas de América Latina (1971), han sido traducidos a veinte idiomas. Sus trabajos trascienden géneros ortodoxos, combinando documental, ficción, periodismo, análisis político e historia. Niega ser un historiador: Obra editada: 1963 – “Los días siguientes”; 1964 – “China”; 1967 – “Guatemala, país ocupado”; 1967 – “Reportajes”; 1967 – “Los fantasmas del día del león y otros relatos”; 1968 – “Su majestad el fútbol”; 1971 – “Las venas abiertas de América Latina”; 1971 – “Siete imágenes de Bolivia”; 1971 – “Violencia y enajenación”; 1972 – “Crónicas latinoamericanas”; 1973 – “Vagamundo”; 1980 - “La canción de nosotros” 1977 - “Conversaciones con Raimón”; 1978 – “Días y noches de amor y de guerra”; 1980 – “La piedra arde”; 1981 – “Voces de nuestro tiempo”; 1982 - 1986 “Memoria del fuego”; 1984 – “Aventuras de los jóvenes dioses”; 1985 – “Ventana sobre Sandino”; 1985 – “Contraseña”; 1986 - “La encrucijada de la biodiversidad colombiana”; 1986 – “El descubrimiento de América que todavía no fue y otros escritos”; 1988 - 2002 – “El tigre azul y otros artículos” ; 1962 - 1987 – “ Entrevistas y artículos Ediciones Del Chanchito”; 1989 – “El libro de los abrazos”; 1989 – “Nosotros decimos no”; 1990 –“América Latina para entenderte mejor”; 1990 – “Palabras: antología personal”; 1992 – “Ser como ellos y otros artículos”; 1993 – “Amares”; 1993 – “Las palabras andantes”; 1994 – “Úselo y tírelo”; 1995 - “El fútbol a sol y sombra”; 1998 – “Patas arriba: Escuela del mundo al revés”;1999 – “Carta al ciudadano 6.000 millones”; 2004 – “Bocas del Tiempo”; 2006 – “El Viaje”; 2007 – “Carta al señor futuro”; 2008 – “Patas arriba, la escuela del mundo al revés”; 2008 – “Espejos. Una historia casi universal”
La luna se ha hecho la difunta para los hombres, pero está viva y radiante para los perros. Desde su alzada distancia los conmueve, los hechiza, les promete que en cada uno de sus cráteres, escarbando apenas, una yacimiento de huesos tibios y robustos los aguarda. El día que la invadan, es decir, que sea poseída por los perros, estos ya no serán más los mejores amigos del hombre. Defenderán el paraíso alcanzado contra toda intrusión terrestre, formando huestes de jaurías, veloces y libres como el polvo en el viento e invencibles como este. Perderán el don humano, indecoroso y servil de la melancolía, y no habrá perdón, sino condena para los reminiscentes que persistan en aullar a una luz en la noche. Y en especial recordarán las pedradas en la pelambre, los terrores de la escarcha en los baldíos, el estruendo del mar en las playas desoladas, el amor medroso que idearon a cambio de un hueso sin alma roído bajo las mesas sobre las cuales el festín humeante no tenía término; recordarán el instinto castrado, los puntapiés, los gritos, la cadena. Y después de recordarlo todo, se reunirán, porque los perros -como los dioses imaginados- no olvidan la desdicha; a ciertas horas irreprimibles de cada día, se reunirán, apretujados como en una conjura, e irán descargando la lluvia de sus orines dorados sobre la tierra, que desde entonces tendrá para ellos la apariencia de un árbol. Por eso la luna se ha hecho la difunta para los hombres, y se deja aullar por los perros, mientras fríamente los espera.
Eugenio Mandrini Argentino – 1936 De: “Conejos en la Nieve” Ed. Colihue – 2009
Poeta, ensayista y guionista de historietas. Fue fundador e integrante de La Sociedad de los Poetas Vivos y es director de la revista "Buenos Aires Tango y lo demás". En 2008 obtuvo el Primer Premio de Poesía "Olga Orozco" por su libro "Conejos en la nieve". Poemarios: "Criaturas de los bosques de papel" (que también incluye cuentos), "Antes que el viento se apague" y "Campo de apariciones".
Con la menopausia engordó y en camisón parece una matrona. Sentada en la cama después de la siesta le gusta recordar. Viejos amores viejas lecturas. Vive de eso ahora que los amantes se han ido y los libros nuevos le niegan el paso.
Recuerda consciente de que algo olvida. “Hay una línea de Verlaine que no volveré a recordar” - se dice - O algún hermoso muchacho de veinte años allá por los años 70 70 y tantos… - se dice – temblando por las pérdidas la mujer sola que parece una matrona.
Estela Figueroa Argentina – 1946 De: “La forastera” Ed. Recovecos – 2007
Nacida en 1946 en Santa Fe, ciudad donde reside, ha publicado los libros de poemas “Máscaras sueltas” (1986, traducido al italiano) y “A capella” (1991). “La forastera
Vengo desde la sed desnuda agua desconocida en las entrañas. Cisne desgajado a la deriva con la boca granada injustamente abierta muda apoyada al pelaje cauteloso hombro del diluvio. Evitando por ansia la mueca de morirme desdichada en la rabia de tantos funerales. Vengo de dormir la ciudad quebrada donde faltan uñas está encendida tu caricia acentuando hermoso lo lejano, hospedada al recorrido entrelazada al abrazo de perderte segura que las marcas eran llamas.
Viene de la palabra pan
a Pani Adet
llama de pan tiene ojos crecidos desde el vientre madre canto, de toda orfandad corazón despedazado de ternura. No necesita mas adornos que las manos extendidas de los solos hacia su generosidad. En las suyas el ornamento es testimonio de justicia
Pelo coherente Colorado madera estremecida para el sueño.
Le sobran perros que saltan al sendero reconociendo asilo. Es furia de cerezo multiplicada mirando al fondo huele a sol sentimientos ajenos. Honrada busca ¿dónde andarán sus muertos? Inclinada siempre. Es la canción de la espina metida en la garganta alta su mirada silenciando todo el cementerio.
Raquel Adet De "Las bestias del arco iris"
Nació en Salta, el 9 de diciembre de 1957. Desde el año 1980 sus poemas son publicados en diarios y revistas de Salta.
Todo lo arrastra esta maldita lluvia lluvia sin color sobre el horizonte y los pecados. Todo lo lleva y todo lo trae mensajes de aquel lado del día que viaja sobre los pies y se queda con todo mi equipaje. Mirá la pieza del hombre rojo / la secreta estadía del recuerdo se aferra en sus paredes de tiempo sin forma y ahí están las supremas cosas que resisten a las tempestades / a los olvidos / las traiciones y allá, de aquel lado mi cajita / mi cajita con fotos / estampas/ con la moneda de Canadá / un diente / con siete semillas de manzana envueltas en papel celeste para la suerte, cajita cargada de viento que en las mejores siestas bailó de marihuana por el barrio y todos decíamos revolución / Guevara / revolución y todos fuimos declarados inmortales en las leyendas / las secuencias en los bolsillos de la memoria. Lluvia alguna vez dije / habitaciones en secreto de aquel otoño en Budapest y tus ojos guatemaltecos hablando de la lluvia / de la deliciosa humedad que brota de tu cuerpo / de tu cuerpo en estado de espuma celestial / y ojos guatemaltecos / espuma negra penetrando sigilosa como fantasmas en una noche de Budapest y nuestras manos necesitando regresar al sitio imperfecto que nunca estuvimos / para otra vez partir / partir digo sobre la tarde y los ojos guatemaltecos / partir de Budapest y la cajita volver pienso / muchas veces lo pienso pero han dado vuelta este mapa y las rutas toman el otro rumbo y yo sigo esperando / casi solo y perdido / aquel estrepitoso ómnibus azul parado frente a una shell y Susi / Susi la de las caderas soñadas dice yoin / yoin / se quita sus ropas me muestra su cuerpo en la tarde vagabunda y alucinada mientras leemos a Castaneda en un departamento satisfecho y desolado de sábado de abril yoin / yoin / y esas marcadas grietas de furia en mi cuerpo y este cansancio que hace que pierda el sombrero y gire en la esquina como buscando el esquivo sonido de los pájaros en tus pechos de luz. Entonces abro la puerta y enfrento a los malvones y las hortensias / dejo mi valija en el costado de la vida / percibo el aroma a cedrón y le sugiero un té a mi abuela Josefina / ella asiente con sus ojos atravesando la eternidad. Ha dejado de llover en este barrio, así, así lo dice la lluvia.
Marcelo Marcolin Fue miembro de la llamada Generación Subterránea argentina; editor y parte de diferentes publicaciones, entre ellas: Artemisa, Antimitomanía, El ojo de la Ballena, Río de la Plata. Colaborador en medios gráficos y radiales como columnista. Premio Zargazazú 1986. Ha editado: La coronación del príncipe mudo, Matecocido, La primera letra, Angeles clandestinos, Siestas de Wincofón y Otros elefantes de regreso a la constelación de Orión.
Audio: IV Festival Internacional de Poesía, en la Feria del Libro.
El paisaje en forma de empeine, la sombra de una bota, sin nada que se mueva. El número de serie del siglo se equipara al canto del gallo. Al atardecer, mutantes moteados acuden desde campos lejanos mugiendo, un grueso tropel de unicornios. Sólo las estaciones del año parecen conocer cómo aprovechar un consejo. Persiguiendo el resbaladizo jabón, un ama de casa derrama una lágrima sobre el fracaso de su marido por coger la empuñadura de su espada que se transforma en la reja de un arado. Sin embargo, una acuarela enmarcada representa una tormenta; en una novela, la segunda letra es la viva imagen nuestra. Cerca del cine los jóvenes callejean como envases de esperma helado fuertemente tapados con corchos. El cielo vespertino ofrece poco para la esperanza, y aún menos para la acción. Y sólo un veterano de guerra puede aún recordar el término extranjero de una trinchera donde una estrella ha caído al escapar del telescopio.
Joseph Brodsky Rusia (1940 – 1995)
Poeta ruso-estadounidense, que nació en Leningrado y falleció en Nueva York. De su trabajo inicial cabe destacar los libros Versos y poemas (1965) y Parada en el desierto (1970), que aparecieron publicados por primera vez en Nueva York. Se vio obligado a emigrar de Rusia en 1972. Tras una corta temporada en Europa, se trasladó a Estados Unidos, cuya ciudadanía adquirió en 1977. Su conocimiento de la poesía inglesa, y su enraizado sentido del aislamiento y la melancolía, le llevaron a cultivar una poesía de meditación nocturna, como el largo poema Elegy to John Donne (1967). Otras de sus obras: “El fin de la bella época” (1976); “Parte de la oración” (1977); “En Inglaterra” (1977); “Nuevas estancias a Augusta” (1983); “Urania” (1987) y “Paisaje con inundación” (1996). Su poética, obsesionada con las contradicciones entre el espacio, el tiempo y los sentidos, es una de las más relevantes del siglo XX, y le hizo merecedor del premio Nobel de Literatura en 1987.
Obra: Centauro con Eros sobre su lomo - Museo del Louvre.